En días recientes hemos escuchado hablar de la viabilidad o no de las pruebas nacionales que se imparten en algunos cursos de los colegios y escuelas del país. Como es natural, en todo debate, hay quienes defienden las pruebas nacionales como viables y hay quienes las vemos como muy perjudiciales para los estudiantes y para el sistema educativo nacional, ya que las mismas en vez de ser un instrumento idóneo de medición de los conocimientos de los estudiantes se han convertido en un medio para sacar beneficios y hacer negocios.
Según la UNESCO, que es el organismo de las Naciones Unidas que tiene que ver con la educación, existen cuatros pilares fundamentales que debemos tener presente al hablar de educación, estos consisten en aprender a aprender, aprender a conocer, aprender a ser y aprender a convivir con los demás, encontramos que las pruebas nacionales, como instrumento de medición del estudiante, no miden ningunos de los avances que este va desarrollando, cuando pone en practica cada uno de estos pilares de la educación.
Si observamos estos pilares, los mismos van en la dirección de que el estudiante, desde que comienza la escuela va interiorizando y aprendiendo en estos aspectos en que interviene la educación del individuo. El estudiante comienza por aprender no sólo del medio natural, si no que también producto de su interacción en las aulas, en la familia y en la comunidad este va aprendiendo de cada uno de los aspectos de la naturaleza con los que sus sentidos van teniendo contactos en el desarrollo de su vida.
Otro aspecto importante de los pilares de la educación es el que se refiere a aprender a hacer ya que este se constituye en un instrumento de comprensión, que hace que la persona sea un sujeto crítico, tanto en el seno de su familia como en el seno de la sociedad. Por tanto este pilar de la educación contribuye a que el individuo, a través de la formación educativa se convierta en un instrumento de cambio que influye en su medio social para transformarlo y vivir juntos a otras personas en un ambiente de cooperación reciproca.
Como se ve la educación, como instrumento que interviene en la mente de las personas para hacer que estas interioricen contenidos que esas mismas personas (estudiantes) deben aprender no puede ser vista de forma aislada del contexto social en que conviven esos individuos. Por eso al hablar de la viabilidad de las pruebas nacionales debemos decir que estas son sólo un instrumento de medición que no mide ninguno de los aspectos cualitativos de los conocimientos de los estudiantes, por que en vez de ser una herramienta que contribuye a una medición real de los avances en los conocimientos que ha registrado el estudiante, ella es sólo un instrumento de frustración, temor y beneficios para quienes sabiendo de su inutilidad, se empecinan en continuar con un ?instrumento de medición? que no mide nada ni a nadie, pero que si ha reportado muchos beneficios a quienes han defendido su viabilidad.
Las pruebas nacionales se han convertido en un gran negocio, ya que para nadie es un secreto que los contenidos previos que se imparten como ?clínicas? a los estudiantes, para ese fin los padres deben aportar dinero a la institución educativa para pagar al instructor que imparte ?dichas clínicas?. Esa es otra forma que tienen las pruebas nacionales para cargar el presupuesto de los padres. Existe, además, el agravante de que a muchos centros educativos se les niega ?el reconocimiento?, como forma de que no puedan impartir los cursos, donde se imparten las pruebas nacionales, como forma de que los centros educativos ?reconocidos? puedan recibir una mayor cantidad de estudiantes en los cursos que están llamados a impartir las pruebas nacionales.
Cuando miramos los contenidos que traen los exámenes que se imparten en las pruebas nacionales y vemos el bajo rendimiento que registra el sistema educativo nacional en todos sus niveles, ello nos advierte de que la mayoría de los estudiantes del sistema no están ni siquiera en capacidad de comprender los métodos de aplicación y desarrollo de las mismas, ya que el estudiante aunque tenga un buen coeficiente de inteligencia no tiene la capacidad para enfrentarse a un tipo de evaluación, que en su metodología no ha tenido la oportunidad de interiorizar.
Al hablar de las pruebas nacionales, no debemos perder de vista que la mayoría de las veces lo que se hace para que el estudiante ?tenga éxito? es contribuir a que este tenga promedios altos en sus calificaciones mensuales para ayudar a que si los resultados de las calificaciones de las pruebas son bajos, los promedios le ayuden a ser promovido. Ante una situación similar todo el mundo sabe que de esa forma se esta contribuyendo para que el estudiante pase de curso, pero no para formar individuos que sean instrumentos de cambios. Es decir con las pruebas nacionales estamos contribuyendo a que el estudiante sea un objeto pasivo, victima de ese ?proceso de evaluación? y no un sujeto crítico que pueda ser capaz y visionario dentro de su profesión y en el seno de la sociedad.
Por eso el Estado y el sistema educativo deben poner correctivos, eliminando las denominadas pruebas nacionales, que en vez de ser un instrumento de medición de los conocimientos reales que ha podido interiorizar el estudiante, se ha convertido en un medio utilizado para sacar beneficios, aunque con ese comportamiento se perjudique a las personas que están llamadas a ser protagonistas del cambio social y de una conciencia colectiva capaz y transformadora de la sociedad, que son los estudiantes.
Evelio Arroyo es sociólogo, abogado y escritor.
2009-08-10 14:42:01
