Por : Manuel Almánzar Castillo.
?Corrupción?. Según su definición significa ?alterar y trastocar la forma de alguna cosa?. Desde el punto de vista ético, ?es la práctica de saltarse reglas éticas generalmente aceptadas en una sociedad. Aquellas normas que cada grupo humano adopta y consagra, porque las considera indispensables para estimular su acción colectiva, para sobrevivir, para desarrollarse y civilizar su convivencia?.
No todo el que habla de corrupción está realmente en contra de esta. Hay muchas poses alrededor de este tema, mucha politiquería, mucho sensacionalismo, y sobre todo?.mucha, mucha gente hablando por boca de ganso, es decir, hablando sin presentar la menor evidencia de lo que dice. Muchísima gente repitiendo acusaciones hechas por personas cuyo único motivo es pretender pescar en río revuelto al precio que sea, sin importarles el costo social de esto.
Siendo así, lo único que se consigue, es que el tema sea manido y pierda importancia. En realidad, esto hace mucho daño al tema, desacredita la lucha real y necesaria contra la corrupción y condiciona a la gente de manera tal, que cuando sucede realmente un caso digno de ser sancionado con todo el peso de la ley, pierde fuerza, pues el tema ha sido manoseado inadecuadamente y ese caso, tal vez bien fundamentado, cae en el vacío y no logra la atención ciudadana, ya que, a fuerza de aquellos gritos falsos de ?ahí viene el lobo?, cuando REALMENTE el lobo viene, nadie le hace caso.
Es cierto, una porción importante de la población dominicana tiene la percepción de que los políticos son corruptos, que los funcionarios también lo son, y esto, probablemente, sea una gran injusticia. Es muy posible que en distintos gobiernos y gobernantes haya habido funcionarios que se comporten de manera inadecuada. También es cierto que algunos gobernantes han tolerado, y hasta estimulado, actitudes contrarias a la moral y a la ética, pero en todos los gobiernos, hasta en los más pecaminosos, tenemos muy buenos ejemplos de gente muy seria, que ha servido con dedicación, empeño y honestidad a la causa del país. Por ende, es injusto meter en el mismo saco a mansos y cimarrones y querer medir a todos los gobiernos y a todos los funcionarios con la misma vara.
Las administraciones del Presidente Fernández Reina, se han distinguido por muchas cosas positivas y una de ellas ha sido, precisamente, tener una actitud de prevención y combate de la corrupción. Esa ha sido una norma constante de los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y del presidente Leonel Fernández y los ejemplos sobran. A saber: a- Desaparición de buscones y estacionadores en las oficinas públicas, sobre todo en las recaudadoras. b- Modernización y organización de todas las dependencias públicas. Todo el mundo sabe que el desorden es causa permanente de corrupción en las oficinas públicas. 3- Saneamiento y reorganización de las oficinas recaudadoras, además de la calidad, capacidad e incuestionable honestidad de los funcionarios del gobierno de Leonel en esas áreas.
Para muestra, algunos botones: ADUANAS. Nueve (9) años en las manos limpias y progresistas de don Miguel Cocco, ejemplo de moral para todos. IMPUESTOS INSTERNOS. En las expertas y limpias manos de Don Juan Hernández. Ahí lo que han habido son muchísima gente que habla muchísimo, que han tenido que ?cantearse? al ser descubiertos en francas actitudes de evasión de impuestos.
Todo el mundo recuerda los cambios introducidos en la conducción de la Procuraduría General de la República y su lucha por la prevención y persecución de la corrupción y la manera magistral en que se han conducido los distintos procuradores nombrados por el presidente Fernández, Abel Rodríguez, Cesar Pina, Domínguez Brito y Radhames Jiménez. A ninguno de ellos, nadie en este país, puede señalarlos, ni implicarlos en complicidades con nadie, sea o no sea peledeista.
Los actos y disposiciones del presidente Fernández encaminadas en esa dirección están ahí, son hechos palpables, irrefutables. ¿Qué hay gente que puede equivocarse?. Sí. ¿Qué hay instituciones que se prestan todavía a que se cometan ciertas fallas administrativas?. También. Pero, en este gobierno, ni se apañan, ni se fomentan, ni se apoyan actos contrarios a la moral y a la ética.
El que quiera aportar a la lucha contra la corrupción y quiera ayudar a su erradicación y corrección, lo que tiene que hacer es, someter al que las esté cometiendo ante las autoridades correspondientes y presentar las pruebas. Pruebas palpables, irrefutables. No simplemente decir que ?a mi me dijeron?, ?que un vecino de un amigo vío?, etc., etc.. No, eso no. Pruebas. Pruebas contra el que abuse de su función y haya defraudado la confianza del gobierno, del presidente, del país.
El que haga eso, SI está luchando contra la corrupción y desea de verdad ayudar a erradicarla. Las acusaciones sin fundamentos, las habladurías sin pruebas, los chismes para dañar es politiquería barata, nada más.
2009-08-10 19:01:33