Opiniones

EL TIRO RAPIDO

Mario Rivadulla

INCIDENCIA DE LAS DROGAS

La lectura de las circunstancias en que se produjo el cruel y doloroso asesinato de la joven ejecutiva bancaria, Kaisha Requena Grullón, ocurrido en días recientes, que estremeció tan profundamente el sentir ciudadano, nos lleva de la mano al tema del narcotráfico y el consumo de estupefacientes. Fue la búsqueda de dinero para adquirir drogas la razón confesada como motivo del horrendo crimen por sus autores, un joven de 21 años,quien por razón de su edad será juzgado como adulto y encara la perspectiva de pasar tras las rejas los próximos 30 de su vida y de un menor de apenas 15, que al igual que aquél portaba un arma y alegadamente hizo uso de la misma.

No es un hecho aislado, un caso de excepción. Por el contrario, gran parte, quizás la mayor causa de los hechos criminales que se cometen en el país están asociados tanto al comercio como al consumo de sustancias prohibidas. De hecho, el Jefe de la Policía Nacional le atribuye un 75 porciento de los hechos delictuosos al narcotráfico. Tampoco es una circunstancia accidental ni singular. Estudios estadísticos realizados con toda rigurosidad en países donde se reporta una elevada adicción a los narcóticos, evidencian una estrecha y consistente relación con el incremento de la delincuencia con violencia en proporción similar.

No sólo en la medida en que se ha extendido el mercado de las drogas en el país lo ha hecho también el índice de criminalidad sino que además nos ofrece formas novedosas y cada vez más tenebrosas y brutales de expresión, que diez, quince años atrás eran prácticamente desconocidas entre nosotros, en todo caso material de películas de acción.

Las ejecuciones por encargo llevadas a cabo por sicarios especializados, verdaderos maestros en la siniestra práctica de asesinar bajo contrato, las pandillas de jóvenes y hasta niños que operan en casi todos los barrios de la capital y del país, las sangrientas guerras que entablan entre ellas por controlar los puntos más rentables de venta de crack, cocaína y otros estupefacientes,los secuestros a cambio de elevados rescates para resarcirse de las pérdidas por tumbes de drogas son todas parte de esa agenda novedosa de formas de delinquir y asesinar que nos han traído aparejados el narcotráfico internacional y el microtráfico local.

A esta clase, pero en un rango diferente por su carácter improvisado y quizás por ello más peligroso, corresponde esta búsqueda afanosa de dinero para comprar las drogas con las que saciar los reclamos de la adicción que lleva a jóvenes adolescentes y menores de cada vez más temprana edad a integrase en pandillas y grupos delictivos para cometer toda clase de fechorías sin medir las consecuencias ni mucho menos valorar la vida humana, ni la que arrebatan por una simple cartera, como hicieron los asesinos de la infortunada Kaisha Requena Grullón, un celular como a la infortuna estudiante santiaguera Vanessa o hasta un par de tennis usados, ni siquiera con la propia destinada a perderse tras los muros carcelarios o a caer a su vez, víctimas de la bala asesina o la cuchillada artera, en el submundo en que se desenvuelve su existencia.

La droga que ayer era advertida pero desoída amenaza, es hoy una trágica realidad de gran incidencia en el auge de la criminalidad y que como mortal cáncer va incrustándose cada vez más profundamente en las entrañas de nuestra sociedad. Hagamos un frente común para evitar que en un mañana no muy distante haga metástasis y se convierta en dogal que asfixie nuestras esperanzas de construir una mejor nación.

TELEFUTURO. Teledebate. Canal 23. ?teledebate(a)hotmail.com?

2009-08-17 14:31:47