Editorial tomado del periódico Listín Diario
La familia León Asencio ha sufrido otra irreparable pérdida, este año, con el fallecimiento el domingo en la noche en Nueva York de uno de sus pilares miembros: don Guillermo León Asencio.
Su gran papel dentro del conjunto de Empresas León Jimenes fue el de estructurar los mejores recursos humanos para que, en las distintas áreas de producción que forman sus marcas, respondieran a las exigencias de la gestión moderna.
Este rol lo acercó sobremanera al activo más importante de las empresas, su gente, que pudo admirar en él un rasgo sine qua non en todos sus hermanos: el trato cortes y respetuoso, la humildad y la vocación hacia la solidaridad y el espíritu de trabajo sin dobleces.
Sus otros dos hermanos fenecidos, Eduardo y Fernando, han sido reconocidos por esas virtudes, tanto como la sociedad lo hizo con Guillermo y lo hace con don José A. León Asencio, en cuyos hombros y los otros descendientes recae ahora todo el peso de la conducción del grupo empresarial más admirado del país en los últimos tiempos.
Gracias a la visión de los cuatro hermanos ejecutivos, las empresas que dirigieron han alcanzado ya un nivel de consolidación y presencia en los mercados nacionales y extranjeros, y semejante contribución al desarrollo nacional es la mejor prenda de orgullo que por siempre marcará a esa familia trabajadora y querida.
Nos unimos al duelo que provoca la desaparición de don Guillermo, una persona que cosechó afectos y admiración, y extendemos nuestro más sentido pesar a su viuda, sus hijos, a sus demás hermanos y a todos los que fueron sus asistentes y compañeros en las empresas León Jimenes.
Deseamos paz a sus restos.
2009-07-22 01:38:18