Por Héctor Tineo Nolasco
Diariodominicano.com
SANTIAGO DE LOS CABALLEROS, el 19 de enero de 1881, fue fundada, en la ciudad de Santiago de los Caballeros, la primera Escuela Normal.
El nuevo centro de educación se orientó por la filosofía positivista que introdujo en la República Dominicana, el educador puertorriqueño Eugenio María de Hostos, quien había fundado en la capital dominicana, la Escuela Normal.
El 28 de septiembre de 1884, pronunció el discurso central del acto de investidura de los primeros maestros normales. En la ocasión, Eugenio María de Hostos sostuvo: «Sólo es digno de haber hecho el bien, o de haber contribuido a un bien, aquel que se ha despojado de sí mismo hasta el punto de no tener conciencia de su personalidad sino en la exacta proporción en que ella funcione como representante de un beneficio deseado o realizado».
Dijo que es indispensable formar un ejército de maestros que, en toda la República, militara contra la ignorancia, contra la superstición, contra el cretinismo, contra la barbarie.
En el acto de investidura de los primeros maestros normales fue que dijo:
«Dadme la verdad, y os doy el mundo. Vosotros, sin la verdad, destrozaréis el mundo: y yo, con la verdad, con sólo la verdad, tantas veces reconstruiré el mundo cuantas veces lo hayáis vosotros destrozados. Y no os daré solamente el mundo de las organizaciones materiales: os daré el mundo orgánico, junto con el mundo de las ideas, junto con el mundo de los afectos, junto con el mundo del trabajo, junto con el mundo de la libertad, junto con el mundo del progreso, junto, -para disparar el pensamiento entero- con el mundo que la razón fabrica perdurablemente por encima del mundo natural.
Al concluir su discurso, auguró: «Ojalá que llegue pronto día en que la escuela sea el templo de la verdad, ante el cual se prosterne el transeúnte, como ayer se prosternó la campesina! Y entonces no la rechacéis con vuestras risas, no la amedrentéis con vuestra mofa; abridle más las puertas, abridle vuestros brazos porque la pobre escuálida es la personificación de la sociedad de las Antillas, que quiere y no se atreve a entrar en la confesión de la verdad».
Los primeros maestros normales graduados en la Escuela de Eugenio María de Hostos, en la ciudad de Santo Domingo, fueron Francisco José Peynado, Félix Evaristo Mejía, Arturo Grullón, Lucas T. Gibbes, José María Alejandro Pichardo y Agustín Fernández.