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Un informe militar de la época indica que Campillo se internó en Juana Méndez, Haití, con 200 españoles.
Por HTN
DAJABON, el 26 de Agosto de 1863, durante la Guerra de la Restauración, el General José Antonio -Pepillo- Salcedo obligó con sus fuerzas a las tropas del comandante español Campillo, a huir a la República de Haití.
Un informe militar de la época indica que Campillo se internó en Juana Méndez, Haití, con 200 españoles.
Cuando las fuerzas restauradoras al mando del general José Antonio -Pepillo- Salcedo, obligaron a internarse en Haití a los anexionistas, las tropas de Campillo se encontraban acampadas en Dajabón.
El día anterior, el 25 de agosto de 1863, el Gobierno de la Colonia Española de Cuba, envió la primera expedición para reforzar a las fuerzas militares del Gobierno de la Anexión en la República Dominicana, las cuales estaban muy debilitadas por los ataques de los restauradores.
El informe militar precisa que el día 25 de agosto de 1863, zarpó de Cuba el vapor de guerra «Isabel II», con una expedición comandada por el coronel de «ingenieros» Salvador Arizón, compuesta de las fuerzas disponibles de los «batallones de la Corona y Cuba, con cuatro piezas de artillería, su correspondiente ganado y municiones y los víveres y fondos que á la carrera pudo proporcionarse».
El capitán del barco fue Casto Méndez Núñez, quien llegó a Puerto Plata el día 27 de agosto de 1863.
El 24 de agosto de 1863, durante la Guerra de la Restauración, el Capitán General del Gobierno de la Anexión, General Felipe Ribero Lemoine había declarado el estado de sitio en todo el territorio de la República Dominicana.
La disposición fue un intento del representante de España de evitar el avance de los dominicanos que luchaban para consolidar la Restauración de la República, la cual había sido declarada el 16 de agosto de 1863, con el «Grito de Capotillo».
Asimismo, se trataba de la reacción del Gobierno español que se resistía a aceptar La Restauración de la Independencia Dominicana.
La Guerra de La Restauración había comenzado el día 16 de agosto de 1863, con el «Grito de Capotillo», pero a pesar de las múltiples bajas que sufría y a la pérdida del control del territorio nacional, el Gobierno de la Anexión Española insistía en desconocer la restauración de la Independencia dominicana.