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BOGOTA, 17 ene (Xinhua) — El presidente de Colombia, Iván Duque, rindió hoy un homenaje a quienes perdieron la vida durante e atentado con coche-bomba a la Escuela de Cadetes de Policía General Santander de Bogotá hace un año.
Acompañado de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez y del ministro de Defensa, Carlos Holmes, el presidente colocó una ofrenda floral en el lugar del atentado que dejó 22 uniformados muertos.
Duque se dirigió al país y especialmente a las familias de los cadetes que perdieron la vida como consecuencia del ataque perpetrado por la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
«El atentado que vivimos hace un año fue un atentado contra toda una nación; fue un agravio miserable a la educación porque estos 22 jóvenes estaban estudiando, formándose en este centro educativo», dijo.
Agregó que «fue un ataque a las familias colombianas, a las familias que con generosidad y con despojo entregan sus hijos al servicio de la nación».
«Ha pasado un año y hoy seguimos con el corazón arrugado por aquel hecho execrable; hoy nos unimos a sus familias con abrazo fraterno, con reconocimiento, con admiración», expresó.
«En este año hemos cumplido el tributo merecido y permanente a los héroes de nuestro país, las instituciones hemos respondido honrando su memoria con el grado póstumo y la pensión póstuma, pero nunca será suficiente para calmar el dolor que fue infringido por el terrorismo», añadió.
El mandatario destacó la labor de los miembros de la Policía Nacional de Colombia que arriesgan sus vidas a diario luchando en contra del terrorismo para que los colombianos puedan sentirse seguros.
«El policía es un servidor excepcional, el policía es un patriota ante todo, por eso esta institución que lleva más de 128 años es para servirle a cada ciudadano y que cada ciudadano se sienta protegido, hoy más que nunca nos sentimos orgullosos de nuestra Policía Nacional», expresó.
Duque recordó que tras el ataque del ELN se decidió suspender los diálogos de paz que se realizaban con este grupo armado que, dijo, no dio muestras reales de su voluntad de paz, pues durante los 17 meses de conversaciones la guerrilla perpetuó más de 400 ataques en todo el país.
«El terrorismo es la mayor degradación a la que pueda llegar el ser humano porque es el total desprecio por la vida, el total desprecio por la integridad y es además una villanía misma en su más clara expresión», dijo.
Duque reiteró que sólo cuando el ELN libere a todos los secuestrados y ponga fin a los actos criminales en todo el territorio colombiano se podría abrir de nuevo una puerta a los diálogos de paz.
El 17 de enero de 2019, alrededor de las 09:30 hora local, un coche-bomba cargado con al menos 80 kilos del explosivo pentolita ingresó a la Escuela de Policía General Santander, atropelló a varios uniformados y luego explotó.
Como consecuencia del ataque perdieron la vida 22 cadetes y el conductor del vehículo, el guerrillero del ELN identificado como José Aldemar Rojas, alias «El mocho».
Un día después el presidente Duque suspendió los diálogos con el ELN y el 21 de enero del mismo año, el ELN reconoció la autoría del atentado en la Escuela de Policía. Fin
2020-01-17 12:54:40
