Nueva York, EE.UU., 26 febrero.-La Inversión Extranjera Directa (IED) puede alentar el progreso social futuro de un país mediante el apoyo específico -como inversiones en salud y educación- e indirectamente a través del empleo y mayores ingresos. Además, los factores de progreso social tales como infraestructura, educación, y seguridad personal y política pueden ayudar a atraer la inversión extranjera.
Así lo revela el informe elaborado por la firma Deloitte del Reino Unido, en conjunto con Imperativo del Progreso Social (IPS) «Inversión extranjera directa y desarrollo inclusivo: los impactos en el progreso social», en el que se establece que de igual importancia para la IED es la calidad de los factores de vida, tales como la tolerancia y la inclusión, pues ayudan a atraer la mano de obra internacional y la inversión requerida para industrias altamente capacitadas como es el caso de las finanzas
De acuerdo con el estudio con un mayor crecimiento económico y la globalización, el 2015 se perfila para ser un año emblemático para la inversión extranjera directa (IED) en muchos países alrededor del mundo. Este incremento de capital pone de manifiesto la necesidad de los países de ver más allá de las cifras financieras y comprender qué impacta la IED. En apoyo a este esfuerzo, un informe desarrollado por Deloitte del Reino Unido, en conjunto con Imperativo del Progreso Social (IPS) ha encontrado que las políticas correctas pueden estimular un ciclo virtuoso en donde el aumento del progreso social en un país atrae la IED que a cambio puede utilizarse para impulsar un mayor progreso.
El nuevo informe, Inversión extranjera directa y desarrollo inclusivo: los impactos en el progreso social, compara información del Índice de Progreso Social (http://www.socialprogressimperative.org/data/spi), una medida holística de crecimiento y desempeño más allá del PIB para 132 países, y métricas de la IED.
«Mientras que los beneficios económicos de la afluencia de IED están bien identificados, la contribución de la IED al progreso social es algo menos claro», dijo Steve Almond, presidente de Deloitte Global. «Este informe demuestra cómo el Índice de Progreso Social puede actuar como guía para las empresas y otras organizaciones para hacer inversiones estratégicas más inteligentes, y les muestra a los gobiernos que las políticas enfocadas en impulsar el progreso social pueden atraer la IED, que a cambio fomenta tanto el desarrollo económico como social».
Sin embargo, en términos de progreso social, no toda la IED es igual y el ciclo virtuoso no está garantizado. Los gobiernos deben implementar políticas complementarias para verdaderamente impulsar el progreso social a través de la IED. Por ejemplo, países tales como Brasil, Rusia, India y China (BRIC) o Kazajistán atraen niveles significativos de IED sin conseguir un mayor progreso social. Esto puede ocurrir en muchos casos, incluyendo cuando el rápido crecimiento económico excede el ritmo del progreso social, cuando la IED está dirigida de forma desproporcionada hacia ciertas industrias tales como los recursos naturales, cuando el ambiente político impide la inversión o cuando los países caen en trampas de pobreza.
Progreso social, IED y la escalera de crecimiento económico
De acuerdo al informe, el progreso social puede explicar algunas de las tendencias en la IED, y la IED puede explicar algunas de las mejoras en el progreso social. El informe revela cómo diferentes elementos de progreso social evolucionan a través de etapas de desarrollo económico, y cómo el progreso social contribuye a que los países suban en esta escalera de desarrollo. Con la mayoría de la IED fluyendo ahora hacia economías emergentes, comprender qué factores pueden impulsar el desarrollo ayudará a estos países a hacer un mejor uso de esta relación diferenciada.
«Este informe demuestra que la relación entre empresas y sociedad puede ser simbiótica, no conflictiva», dice Michael Green, director ejecutivo de Imperativo del Progreso Social. «Demuestra que, en las circunstancias correctas, la IED genera beneficios reales para las vidas de la gente ordinaria mucho más allá del impacto económico. Incluso, y de manera crucial, también demuestra cómo las empresas prosperan mejor en sociedades saludables».
2015-02-26 17:21:43