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Eddy Herrera celebra 16 años con su orquesta

Eddy Herrera celebra 16 años con su orquesta

Santo Domingo.- ¿Quién dijo que triunfar no cuesta nada? A Eddy Herrera, el merenguero que se roba la mirada de las mujeres y la admiración de los hombres por su prodigiosa voz, establecerse como orquesta le costó mucho trabajo y sacrificio.



Hoy día, Eddy no ha olvidado nada y todo lo recuerda aunque hayan pasado 16 años. “Recuerdo paso a paso lo que ha sucedido durante mi carrera. Recuerdo, mes tras mes, año tras año, éxito tras éxito”, dice con una voz pausada mientras rememora esos años en los que quizás no quería ni siquiera llegar a la oficina por las tantas deudas.



“Fueron tiempos muy difíciles”, dice quien en más de cuatro oportunidades quiso tirar la toalla. La gente que estaba a su lado no lo dejaron, pero tampoco él se dio por vencido.



“Me ganaba tanto en una gira buena en dólares y cuando llegaba tenía que pagarlos todos porque yo soy un loco con la disciplina, la responsabilidad y la seriedad, eso me mataba el alma”. Pero siempre se mantenía trabajando y sobre todo creyendo en el equipo que estaba a su lado. “Yo me sacrificaba muchas cosas personales, y familiares para poder pagar a mi gente”.



Le gusta hacer las cosas como deben ser, por eso tiene su oficina, un equipo de nueve personas que le acompañan cada uno con distintas funciones, claro, bajo la supervisión de él y de su hermano Evelio Herrera, su mánager.



Hizo grandes sacrificios para conseguir engancharse y luego establecerse en el gusto del público, cambió de look, grabó temas que nunca lo hubiera hecho (“Ajena”), y bajó al pueblo, lo que no le costó mucho trabajo.



Hoy, tras 16 años está, recogiendo muchos frutos, los que disfruta junto a su familia, su equipo de trabajo y su orquesta.



Sueño frustrado



Eddy Herrera hizo dos años de arquitectura. “Soy un arquitecto frustrado. Esta oficina la compré hecha, pero la remodelamos completamente.



Yo mismo elegí todo el mobiliario de la oficina”. Habla de sus deseos de ampliar su oficina para habilitar un pequeño estudio para él y una sala de reuniones.



Eddy Herrera: “Sacrifiqué hasta a mi familia para sostener mi oficina”




 

Tiene 16 años con su orquesta, pero con muchas experiencias vividas en el ámbito artístico acompañadas de logros que lo motivan a seguir adelante.





Él está montado en el caballo del que no se pretende bajar y al que invita a subir a sus colegas merengueros, para mantener el ritmo que interpretan en una posición respetable con relación a los demás géneros musicales que existen.



Por eso en este año ha salido 16 veces a cantar a distintos países, y cerrará el año con más de 200 presentaciones en el país. Mañana celebrará sus 16 años con su orquesta por todo lo alto con una fiesta que ha preparado su hermano y mánager Evelio Herrera en el Jet Set.



Eddy es sinómino de perseverancia, disciplina y decisión. El éxito, la fama y el dinero no le llegaron de casualidad, sino, como regalo a su persistencia y a su firme convicción de que el trabajo en equipo es lo que permite lograr el éxito en cualquier empresa o negocio. Por eso aunque en momentos no tenía ni para pagar a sus empleados, decidió abrir su oficina que hoy junto a su orquesta están de cumpleaños.



Desde este lugar ha logrado consolidar su carrera artística, sueño que en un momento pensó que no se haría realidad. De esto y mucho más nos habla el merenguero codiciado por las chicas y respetado por los hombres por su impecable presencia y su porte varonil, en esta entrevista en la que presenta al equipo con el que ha conseguido colocarse entre los merengueros establecidos del país.



¿Qué significa para Eddy Herrera estos 16 años?



Que ya no soy un tennagers. Me han llegado no tan rápido porque recuerdo paso a paso lo que ha pasado durante mi carrera. Recuerdo mes tras mes, año tras año, éxito tras éxito lo que me ha sucedido. Estoy muy contento, 16 años salen fácil de la boca para afuera, pero uhh.. Mis primeros nueve años, fueron de mucho trabajo pero de trabajo a medias nunca pasó de ahí.



¿En sus inicios como dueño de su propia orquesta pasó mucho trabajo?



Sí, la época difícil que viví para poder sostener mi empresa, por los compromisos económicos que había. Me ganaba tanto en una gira buena en dólares, y lo tenía que traer para pagar. Es decir, avanzaba y no avanzaba. Yo soy un loco con la disciplina, la responsabilidad y la seriedad, por eso cuando veía que no tenía dinero para pagar y tenía muchas deudas me mataba el alma. Pero siempre trabajando, todos los fines de semana tenía fiestas.



¿Y porqué no abandonar a tiempo y así salir de los problemas?



Me vi en más de cuatro ocasiones en la necesidad de decirle a mi esposa y a Evelio, yo no aguanto más. Yo siempre creí en el equipo yo me sacrificaba muchas cosas personales, y familiares para poder pagar a mis empleados. Fueron años en los que me paraba y me levantaba. Yo decía, yo voy a mí, tengo que engancharme de un palo y fue lo que hicimos.



¿Cómo consiguió el palo que buscaba para saltar a la fama?



Se nos ocurrió hacer una encuesta en mi empresa, en la que planteábamos las cosas que yo debía cambiar. Le preguntábamos a la gente si le gustaba mi música, qué cosas debíamos cambiar y hasta de mi forma de vestir.



¿Cuál fue el resultado de esa encuesta?



La gente respondió y me dijo que debía hacer todo lo contrario a lo que yo hacía y fue cuando decidimos cambiar y hacerle caso a la gente. Es ahí que llega “Demasiado niña”, y se convirtió en un hit, a tal punto que el tema creó una controversia que duró más de dos semanas en la boca de la gente. Ahí llegó el impulso.



¿Qué pasó luego?



Las deudas se pudieron ir cubriendo y comencé a invertir en mi proyecto y en mi imagen, en mi música. Luego llegamos con otro palo que fue “Pégame tu vicio”, ahí rematamos. Tengo que decir que ese tema cinco años atrás yo no lo hubiera grabado. La gente me aceptó y yo dije vamos pa arriba.



¿Qué cree usted que fue lo que lo conectó con el éxito?



Que me quité la sobriedad y me tiré pa’l pueblo. Luego vino “Ajena”, considerada por mí como el éxito más grandioso de Eddy Herrera.



¿Cuáles fueron los ingredientes que a su entender lo llevaron al éxito como merenguero?



He sido un luchador incansable en mi trabajo, de mi posición y de mi lugar en el merengue, cada uno tiene su lugar en el merengue, yo respeto el que está al lado mio, a mi derecha, delante y atrás. Pero soy de los que piensan, que mientras mejor estés económicamente y en posición en el mercado, más atención debes darle a tu trabajo.



Tu llamas un lunes, martes o miércoles y me puedes encontrar en la oficina. Yo delego a cada persona su trabajo, pero siempre estoy surpervisando todo, aunque no esté aquí. Yo me mantengo atento.



¿Dónde aprendiste a manejar el negocio de la música?



Yo tengo que decir que mucha de mi disciplicina y de mis conocimientos lo aprendí de Wilfrido Vargas. Él me enseñó, yo aprendí con él, yo vivía metido en la oficina de él. Yo creo mucho en el mercadeo, en la atención al cliente, que es quien tiene la razón.



¿Se ha dicho que muchos merengueros no trascienden porque ni siquiera se organizan como empresa?



Creo que hace falta más atención, porque no todo es el mánager o el equipo. Tiene que ver la presencia. Al locutor le encanta ver el artista. Yo creo en el equipo y en mi empresa, fue algo que siempre tuve presente, aunque sacrificara otras cosas en mi familia.



Esa forma de tratar al público… ¿de quién la aprendiste?



Parte de eso lo aprendí de Fernando Villalona, mi ídolo. Yo veía que él llegaba a la Liga de la Farándula y la gente le voceaba, “Mayimbe”, y él le contestaba e iba y lo saludaba y si lo encontraba comiendo un pollo, le quitaba un frito. Eso es parte del porqué la gente lo quiere tanto.



Cuando ganaste la nominación al Grammy Latino dijiste que estabas en tu caballo y que nadie te bajaba.



Sí, creo que hay que tirarse a la calle, los bachateros lo hacen porqué nosotros no lo podemos hacer. Yo por ejemplo le recomiendo a los colegas que le den un poco de cariño más personal.



Su equipo



“Mi éxito tiene que ver con que escuché a la gente, y me quité la sobriedad y me tiré al pueblo” Eddy Herrera ha conformado un equipo de gente joven que trabaja con el objetivo de que su artista siga los pasos firmes hacia el éxito.



Aunque confiesa que no es un jefe peleón, le gusta que sus empleados cumplan cuando él les pide algo.



“Me gusta que traten bien al cliente y que si le pido algo lo hagan”, comenta el artista.



Fue la primera orquesta que implementó el pago automático a sus músicos.



“Todos los martes ellos pueden ir a cualquier cajero y sacar su dinero. Eso no puede fallar, no permito que pase algún problema o retraso, porque esos muchachos merecen su respeto. Parte de mi éxito también también ha sido eso, soy jodón, pero no soy bocón, ni le hablo mal a nadie”.



El personal de la oficina



Evelio Herrera: Hermano y mánager del merenguero. Es el gerente general de la empresa. La persona que dirige su carrera.



Maryuri Rosario: Gerente de ventas y la responsable de la oficina.



Raymundo Mazara: Asistente de Eddy Herrera. Es el encargado y responsable de la orquesta, los itinerarios, elige el uniforme, coordina los horarios de salida. Es la persona que da la cara al cliente en la actividad.



Equipo de promoción y mercadeo Hilda Pichardo: relacionadora pública de la empresa. Ramón de Jesús (Cachovy): Publicista, hace todo los diseños de la oficina.



Ruddy Manuel Reynoso (Boca Chula): Es el encargado de chequear y monitorear cuántas veces suenan los discos del intérprete de “Ajena” en la radio.



Madeline: Recepcionista



José Sánchez: Mensajero y a veces chofer de la empresa



Los promotores



Freddy Hilario: Se encarga de la zona Norte.



Miguel Ángel Ortega: Está en Santiago.



Rubén Berroa: En la zona Este.



Ramón González: En el Sur.



Ruddy Manuel Reynoso: En Santo Domingo.



Leo Robles: Es el encargado de la la línea Noroeste.



Listín Diario

2006-10-15 11:42:22