Cuba recuerdo a Miguel Aceves Mejía
La Habana.- Con el deceso del cantante y actor mexicano Miguel Aceves Mejía, se pierde otro feliz antecedente de las relaciones culturales cubano-mexicanas del siglo XX, pero que se mantienen hoy con las nuevas generaciones.
Una muestra de esto último es que el grupo de rock Jaguares, uno de los más populares de México, actuará en Cuba el 11 de noviembre como parte de una gira mundial con la que celebran su X aniversario de creado.
Pero volvamos a Miguel, el charro de la voz de falsete y de mechón de pelo blanco en la frente que cautivó a los cubanos de los 40, 50, 60 y 70 del siglo pasado con su incomparable registro en Malagueña y las películas de golpes, porrazos y mujeres bellas que interpretó.
Nació un 15 de noviembre de 1915, en Chihuahua, la misma ciudad donde vió la luz el fallecido astro de Hollywood Anthony Quinn, hizo teatro ambulante y en 1938 grabó con el trío Los Porteños.
Se fue para el Distrito Federal como tantos otros (Lola Beltrán y María Félix, por ejemplo), para probar suerte y en el trayecto trabajó como mecánico y cantaba boleros y ritmos afrocubanos.
Aceves fue testigo, en 1946, de la boda de Benny Moré con la mexicana Juana Bocanegra, ya para ese entonces se había producido «la movida» cubana al país del Aguila y la serpiente y trabajaban con éxito allí muchos artistas isleños.
A guisa de ejemplo actuaban como actrices y bailarinas las cubanas Dalia Iñiguez, María Antonieta Pons, Ninón Sevilla, Rosita Fornés, Carmen Montejo y Vitola.
Como actores también hicieron carrera en México René Cardona y los españoles exiliados republicanos que vivieron en Cuba: Rubén Rojo, Gustavo Rojo, Pituka de Foronda y la madre de los tres últimos, Mercedes Pinto, autora de El, llevada al cine por Luis Buñuel.
Dámaso Pérez Prado reclutó en México a Benny Moré, quien abandonó en esa etapa al conjunto Matamoros, pero también actuaban Los Hermanos Rigual, Kiko Mendive, Rita Montaner y Bola de Nieve.
Este último rompió la colaboración con Montaner para tocar el piano para Pedro Vargas y Toña la Negra por gestiones de Agustín Lara.
El vínculo cubano-mexicano era mucho más que estrecho, diríase que fraternal y Aceves Mejía fue uno de sus pilares. La fiesta prosiguió después con Enrique Jorrín, la Sonora Matancera, Los Rivero, Las D’Aida.
Por otra parte Aceves Mejía hacía temporadas en el Cabaret Sierra y la radio y televisión cubanas, al igual que artistas mexicanos de relevancia como Tin Tan (Germán Valdés), Paco Michel, Alfonso Arau y su cuñado Sergio Corona.
Los cubanos, por otra parte, trataron de mediar en la añeja controversia entre Aceves y Jorge Negrete sobre el título de «el mejor cantante charro» de México.
Después de 1960 faltó a la isla, pero de forma casual, en los años 70, cuando cubría un vuelo de Miami a México, su avión fue secuestrado con mariachis y todo y llegó a Cuba.
En el aeropuerto de Santiago de Cuba sus admiradores cubanos lo descubrieron y pidieron que cantara y Aceves Mejía entonó sus canciones más conocidas.
Fue su última actuación en la tierra de Benny Moré, el maravilloso cantante que había muerto en 1963 y del cual fue padrino de su boda.
2006-11-08 02:05:14