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Adiós al Charro de México

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Biografía de Antonio Aguilar

  • Antonio Aguilar es recordado también por sus vínculos con Puerto Rico. Acceda a la edición multimedia.

MEXICO.- El actor y cantante Antonio Aguilar falleció la noche del martes a los 88 años, luego de permanecer 15 días hospitalizado por una neumonía, que a pesar de haberse controlado le llevó a un cuadro de agotamiento agudo que afectó su funcionamiento renal y pulmonar.

Nacido el 17 de mayo de 1919 en la ciudad de Zacatecas, Pascual Antonio Aguilar Barraza, mejor conocido como Antonio Aguilar, destacó no sólo en el terreno del canto, sino también en su labor dentro del cine al desempeñar roles de productor, guionista y actor.

Conocer es crecer



Además de una extensa discografía, Aguilar contó con una respetable filmografía de varias decenas de películas como actor, guionista y productor, entre las que figuran:



Contrabando y muerte

El rey de oros

Los gemelos alborotados

Benjamín Argumedo, el rebelde

Sabor a sangre

El Rey

Mi aventura en Puerto Rico

La yegua colorada

El As de oros

La venganza de Gabino Barrera

El hijo de Gabino Barrera

Gabino Barrera

La gitana y el charro

Yo soy muy macho

Por el mismo camino

El casto Susano

En Puerto Rico, además de por sus películas, Aguilar era recordado por sus constantes visitas profesionales como parte de un espectáculo que combinaba rodeos con conciertos junto a su esposa Flor Silvestre e hijos.

“Mi padre rentaba dos aviones y llegaba con un equipo de 100 personas, con 40 caballos y toros, y se presentaba tres semanas en el Coliseo Roberto Clemente”, dijo hace un tiempo a El Nuevo Día su hijo, el también cantante Pepe Aguilar.

El llamado “Charro de México” fue amigo personal de importantes figuras del patio, como el beisbolista Roberto Clemente o el compositor Rafael Hernández.

“Con mis padres prácticamente visité todo el país, porque ellos tenían muchos amigos (…) Siempre fuimos recibidos con un cariño muy especial.

Entre la extensa filmografía del artista figura el título “Mi aventura en Puerto Rico”, de 1974, en la que compartió con figuras del patio como Orlando Rodríguez, Luis Antonio Rivera y Fidel Cabrera.

Antes de despuntar en México, Aguilar estuvo radicado en los años 40 en Estados Unidos y en Hollywood obtuvo una preparación artística que, incluso, le permitió desarrollar la capacidad para interpretar óperas.

De hecho, sus logros profesionales (llegó a vender más de 25 millones de copias de discos alrededor del mundo), en el 2000 recibió una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, algo que calificó como uno de los “mejores episodios de mi vida”.

Aguilar estuvo casado con Flor Silvestre, otra representante de la música ranchera mexicana, durante más de 45 años. Sus hijos, Pepe y Antonio Jr. también se desarrollaron dentro del mundo artístico.

Junto a José Alfredo Jiménez, Pedro Infante, Jorge Negrete y Vicente Fernández, Aguilar era reconocido como uno de los más grandes intérpretes de música popular mexicana.

Larga agonía

La agonía del cantante se tornó lenta y con algunos visos de esperanza que por momentos alentaron el optimismo hasta del cuerpo médico, que algunas ocasiones se contradecía al señalar que era imposible que Antonio sobreviviera.

Desde su ingreso al hospital recibió la extremaunción de parte de un sacerdote.

Durante la mañana del martes se adelantaba que no existía probabilidad alguna para que el cantante sobreviviera.

“Deben de ser pocas las horas que le faltan a don Antonio para que fallezca. Creo que no pasa la noche… en las últimas 48 horas su estado se agravó”, había dicho temprano su médico de cabecera Jaime Arriaga García.

Los restos mortales de Antonio Aguilar fueron trasladados ayer a la capilla principal de una funeraria de la capital mexicana, donde sus familiares y amigos cercanos los velaron. Su cuerpo permaneció allí hasta su traslado a la Basílica de Guadalupe, donde recibió una misa de cuerpo presente a la que asistieron para despedirse cerca de 10 mil personas.

Posteriormente, los restos serían cremados y trasladados a la Catedral de Zacatecas, para ser sepultados posteriormente en un mausoleo en su rancho.

Por Servicios Combinados/El Nuevo Dia

2007-06-21 17:01:11