San Juan, Puerto Rico 15 julio (8:45 am).- Todo estaba negro, oscuro como la noche. Por el aire, de pronto, una voz navegaba con soberana fuerza de nostalgia. Lo escuchado extrañaba a su tierra. Entonces, varios rayos de luz iluminaban lo que parecía ser una flor. De ella salía una cabeza de rastros blancos, primera señal de una vida salpicada de peldaños y llena de logros.
Esos logros eran de Andy Montañez, quien celebró anoche sus cinco décadas de trayectoria desde que apareció cantando «Las hojas blancas».
«Gracias, Puerto Rico y gracias Papa Dios», gritó y, ante uno de sus suspiros, la gente que abarrotó la modalidad mediana del Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot brincó para darle la primera ovación de la noche.
«Es un placer estar aquí con ustedes. Quiero agradecer el cariño que he sentido de este pueblo. Me lo han demostrado unas cuantas veces y, después del accidente, ese cariño lo he visto bien cerca de mí… Fue bien fuerte, pero de eso no vamos a hablar porque vamos a seguir gozando», sentenció.
Así fue. Si bien el show marcó su regreso a los escenarios tras el accidente automovilístico el pasado 30 de abril en Colombia, el intérprete apostó al encuentro como un espacio para que sus fanáticos movieran el esqueleto. Con una parte de la arena del Coliseo convertida en una pista de baile, el concierto «Los 50 años de Andy» continuó con «Julia», «Verano en Nueva York» y «Tasca tasca», tema que representó la intervención del cubano Isaac Delgado, quien además interpretó «Salsa, timba y amor» en solitario.
Tras su breve regreso a la tarima con el corte «Panadero», el dominicano José Alberto «El Canario» puso a bailar a los presentes con «El Swing».
Durante el concierto, cuyo repertorio fue de unas 25 canciones, Andy iba entrando y saliendo del escenario fundiéndose en abrazos con sus amigos músicos y haciendo chistes sobre cómo «lo único que me falta es ir a un asilo» cada vez que le gritaban: «¡Andy tú eres mío».
«Cualquier bastoncito que haya por ahí me lo pueden dar», bromeó al referirse a sus limitaciones físicas tras el accidente. Pero nada lo detuvo de bailar a veces al ritmo de la salsa.
El cantante no pudo evitar el llanto cuando vocalizó «Aquí en mi pueblo». Sucede que este año no ha sido fácil para Andy, quien tuvo que decir adiós a su hermano Marcos y a su amigo Pedro Arroyo, creador del «Día Nacional de la Zalsa». A ambos les dedicó la velada. Luego, Milly Quezada se unió al protagonista de la noche en «Casi te envidio» y su hijo Andicito hizo lo propio en «Genio y figura»
Más tarde, su otro vástago Harold lo acompañó en «El Benjamín».
Por su parte, Danny Rivera enardeció al gentío al interpretar «El que canta» junto a Andy, quien de paso le dedicó «A mi manera» a su fallecido hermano Marcos. Una emoción similar desató Victoria Sanabria cuando unió su voz en «Perdón».
El próximo en cautivar a la muchedumbre fue Johnny Ventura, quien complació fusionándose en los números «La negra quibo» y «Patacón pisa?o». A él le siguió Domingo Quiñones, cuya participación en «Vagabundo» mantuvo de pie a la audiencia.
Aunque se trataba de un encuentro cocolo, el reguetonero Voltio apostó al tema «En mi Puertorro» y Daddy Yankee rapeó «Se le ve» entre varios soneos. «Andy, eres mi segundo papá», comentó. Poco después, cargando la monoestrellada, el cantante cerró el show con Victoria Sanabria y el grupo Atabal en una presentación de «Quién no se siente patriota».
Con este concierto, Andy demostró que su mayor logro ha sido conquistar el cariño de Puerto Rico, la isla que lo recibió desde su humilde cuna en Trastalleres.
2012-07-15 12:42:25