Fallece Ángel González, poeta del compromiso
Académico de la lengua, recibió el Príncipe de Asturias de las Letras en 1985
MADRID.- El poeta Ángel González ha fallecido esta noche a la edad de 82 años en una clínica de Madrid, según fuentes próximas al literato. González, nacido en Oviedo en septiembre de 1925, era uno de los grandes vates españoles del siglo XX. Ha sido merecedor de premios como el Príncipe de Asturias de las Letras y el Reina Sofía de Poesía Hispanoamericana. Además era miembro de la Real Academia Española. Su cuerpo será incinerado mañana en el cementerio de San Isidro. Sus cenizas serán trasladadas a Oviedo.
«Tenía un sentido muy puro de la amistad», ha dicho el poeta Luis García Montero en la Cadena SER desde el tanatorio de San Isidro, donde ha sido instalada la capilla ardiente. Acompañando al poeta se encuentran su pareja, Susana Rivera, y los autores Almudena Grandes y José Manuel Caballero Bonald, entre otros.
El Ministro de Cultura, César Antonio Molina, visiblemente afectado por la pérdida de «un amigo» y «un gran poeta», ha declarado a Efe que aunque «no guste, en poesía hay que hablar de generaciones y Ángel González fue uno de los grandes de la del 50, junto a Claudio Rodríguez».
El cantautor Joaquín Sabina se mostró muy afectado por la pérdida, ya que el poeta era «un gran amigo», mientras que la viuda del fallecido declaró que su muerte constituyó «toda una sorpresa» porque «a pesar de que tenía una salud quebradiza», González gozaba de mucha vitalidad, e incluso, comentó, tenían preparado irse de viaje, informa Europa Press.
El ejercicio de la paciencia
Como el propio Ángel González se encargó de aclarar, su poesía responde a que fue «larga y prematuramente adiestrado en el ejercicio de la paciencia y en la cuidadosa restauración de ilusiones sistemáticamente pisoteadas». El comienzo de la Guerra Civil le sorprendió en Asturias.
Tras la ruptura del cerco de Oviedo, su hermano decide marcharse a León, donde fue detenido y fusilado por los falangistas. El otro hermano del joven Ángel se exilió y su hermana se quedó sin trabajo.
En 1955 presenta su primer libro, Áspero mundo, al Premio Adonais y recibe un accésit.
Después le seguirían poemarios fundamentales como Sin esperanza, con convencimiento (1961); Grado elemental (1961), Tratado de urbanismo (1967), Breves acotaciones para una biografía (1971), Prosemas o menos (1983), Deixis de un fantasma (1992) y su último libro, Otoño y otras luces (2001).
Quise, a Susana Rivera
Quise mirar el mundo con tus ojos / ilusionados, nuevos, / verdes en su fondo / como la primavera. / Entré en tu cuerpo lleno de esperanza / para admirar tanto prodigio desde / el claro mirador de tus pupilas. / Y fuiste tú la que acabaste viendo / el fracaso del mundo con las mías. por Ángel
JESÚS RUIZ MANTILLA – Madrid – 12/01/2008 /El País
2008-01-12 22:10:16