Frida Khalo viaja a Filadelfia por su centenario
La ciudad norteamericana acogerá obras de la artista que nunca han salido de México
EFE – Washington – 16/01/2008
Las obsesiones, pasiones políticas y amor al arte de Frida Kahlo están plasmados en una exposición que se presentará a partir del 20 de febrero en el Museo de Arte de Filadelfia e incluye obras nunca antes exhibidas fuera de México. La exposición itinerante, que lleva el nombre de la artista y ha sido organizada con motivo del centenario de su nacimiento (2007), reúne más de 40 obras procedentes de colecciones privadas, según explicaron los organizadores en una rueda de prensa ofrecida ayer en Washington.
«Mi esperanza es que la muestra tenga una gran audiencia, de todas las edades, culturas y puntos de vista. Queremos que el público obtenga una visión más sutil, más refinada de Kahlo», manifestó Anne D’Harnoncourt, directora y principal ejecutiva del Museo de Arte de Filadelfia. En el caso de Kahlo, sin duda, «su vida es su obra y su obra es su vida», enfatizó. Hija de madre mexicana y un reconocido fotógrafo judío alemán, Kahlo (1907-1954) es conocida y «celebrada en todo el mundo no sólo como la gran artista que fue sino también como una mujer fuerte e independiente que luchó contra muchas adversidades», dijo el embajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhán.
Pese a que en un principio sólo era conocida por ser la mujer del muralista Diego Rivera, Kahlo brilló con luz propia, tuvo gran influencia en círculos políticos y adquirió una fama internacional que aún suscita debates en círculos artísticos.
Amor, dolor y superación
Entre pinturas y fotografías, las obras que se verán en Filadelfia representan una cronología biográfica y un paseo por el catálogo artístico de Kahlo hasta su muerte, a los 47 años, en 1954. Las obras reflejan su calvario físico y psicológico tras un trágico accidente en 1925, su tortuosa relación con Diego Rivera, su adicción a los analgésicos y su anhelo, jamás cumplido, de ser madre.
Consecuente con su forma de pensar, Kahlo demuestra en estas obras su vulnerabilidad y su capacidad de «trascender sus problemas personales y demostrar que puede triunfar al final», explicó Michael Taylor, curador de arte moderno.
En Henry Ford Hospital (1932), Kahlo demuestra, una vez más, su valentía frente a la desgarradora pérdida de un embarazo, y en Autorretrato con collar de espinas y colibrí, el consuelo que le brindan sus mascotas como «hijos suplentes» que no pudo tener, matizó Taylor. Otras obras incluidas en la muestra son Las dos Fridas(1939), considerada su obra maestra, Unos cuantos piquetitos (1935), Mis abuelos, mis padres y yo (1936), Yo y mis pericos(1941) y El suicidio de Dorothy Hale (1939).
El museo también mostrará, del 16 de febrero al 11 de mayo, Frágil Demonio: Juan Soriano en México, 1935-1950, que consta de 16 obras de este modernista mexicano. La exposición incluirá varias charlas sobre la vida, obra y legado de Kahlo y Soriano, cursos de arte folclórico de México y talleres culturales para familias. La exposición, que cerrará en Filadelfia el 18 de mayo, proviene del Walker Arts Center de Minnesota y tienen como última parada el Museo de Arte Moderno de San Francisco.
2008-01-16 14:05:05