Alemania conmemora 75 años de quema de libros por los nazis
En 1933, estudiantes, docentes y miembros de las ligas nacionalsocialistas quemaron decenas de miles de obras de escritores judíos, marxistas y pacifistas.
Alemania conmemoró hoy el 75 aniversario de la mayor y más famosa quema de libros a manos del nacionalsocialismo, en un acto en el que el presidente alemán, Horst Köhler, manifestó su «vergüenza» por lo sucedido.
«Recordamos hoy con vergüenza que hace 75 años no sólo aquí, en Berlín, sino en toda Alemania decenas de miles aplaudieron y festejaron cuando los libros numerosos escritores se echaron al fuego», sostuvo.
De acuerdo con el presidente alemán, la quema de libros fue un escalón previo al Holocausto: «Hubo sólo un pequeño paso desde la segregación social de los judíos a la quema de sus libros e igualmente sólo un pequeño paso de la quema de libros a la quema de gente».
Köher llamó también a defender la libertad de la palabra y del arte en todo el mundo, ante una nutrida concurrencia en la Academia de las Artes de Berlín.
El presidente habló en el primero de los actos conmemorativos por los 75 años de la quema de libros en la entonces Opernplatz de Berlín (actual Bebelplatz), frente a la Biblioteca de la Universidad Humboldt.
Entre marzo y junio de 1933, poco después del acceso al poder de Hitler, estudiantes, docentes y miembros de las ligas nazis quemaron decenas de miles de obras de escritores judíos, marxistas y pacifistas.
En la gran quema del 10 de mayo de 1933 se destruyeron en Berlín obras de Erich Kästner, Sigmund Freud, Carlos Marx, Kurt Tucholsky, Heinrich Heine, Bertolt Brecht, Franz Kafka, Heinrich Mann, Alfred Döblin y Carl von Ossietzky, entre muchos otros escritores.
Sólo en esa ocasión se echaron a las llamas cerca de 30.000 libros cuyos autores no eran compatibles con el nazismo.
El «acto bárbaro» no fue una medida estatal ni una acción del partido nazi o de las SA, sino que estuvo en manos de estudiantes y académicos. «Sólo en Berlín festejaron frente a las llamas en la entonces Opernplatz 70.000 personas», recordó Köhler.
Como enseñanza es importante que los grupos sociales alemanes «no pierdan de vista que nuestro país debe seguir siendo amante de la libertad».
Por su parte, el presidente de la Academia de las Artes, Klaus Staeck, corroboró el «vergonzoso» papel de esa institución en la época nazi, cuando 136 de sus miembros aceptaron que se despidiera a su presidente de entonces, el pintor Max Liebermann. «Fue un fracaso de los pensadores y los poetas», concluyó.
El Centro Moses Mendelssohn de la universidad de Potsdam publicará en una colección llamada «Biblioteca de libros quemados» las obras de los escritores prohibidos, para volverlos a acercar al gran público.
En los próximos años aparecerán 120 libros, entre ellos obras de Anna Seghers, John Dos Passos, Jack London y Joachim Ringelnatz. La biblioteca se distribuirá en 4.000 escuelas alemanas. La primera entrega incluye diez libros.
dpa
2008-05-09 19:36:49