Cultura

Coleccionista transforma ex búnker en museo privado en Berlín

Coleccionista transforma ex búnker en museo privado en Berlín



El búnker de la Reinhardstrasse (ex Berlín Este) abrirá al público cada sábado a partir de junio y es el resultado de 5 años de trabajos.

El coleccionista Christian Boros, de 43 años, transformó un búnker de la Segunda Guerra Mundial en museo privado, una metamorfosis típicamente berlinesa que reafirma el apego de la capital alemana al arte contemporáneo.



El símbolo es poderoso: extraer lo bello de lo feo, como Berlín sabe hacerlo, una capital que hoy en día hace latir el corazón de los artistas tras haber sido el pulmón de dos dictaduras siniestras.



El búnker de la Reinhardstrasse (ex Berlín Este) será el centro de este proyecto que costó cinco años de trabajos; mucho dinero «mucho más elevado de lo esperado», según trascendió y litros de sudor.



El museo, que abrirá al público cada sábado a partir de junio, tiene en su parte superior la casa de Boros, un palacio de cristal con piscina incluida.



Desde 1990, Boros, un hombre oriundo de Polonia que hizo fortuna en Alemania con una agencia de publicidad, reunió junto a su esposa, Karen, unas 500 obras que compró porque le causaban «irritación» puesto que, según defiende, «el arte que gusta sólo confirma lo que uno ya sabe».



Un total de 57 nombres de artistas contemporáneos como Damian Hisrt, Olafur Eliasson, Wolfgang Tillmans, Anselm Reyle, Tobias Rehberger o Cosima von Bonin, se encuentran detrás de las 80 piezas que se exhibirán en el búnker de 3.000 metros cuadrados.



Boros les pidió que expusieran sus obras o incluso que las cambiaran o completaran para adaptarlas a este espacio complejo que en algunos rincones se eleva hasta una altura de 13 metros.



Para dar nacimiento al museo, el coleccionista se centró sobre todo en las esculturas y ha jugado con el sistema de luces, tan necesarias en este laberinto privado de los rayos de sol. La idea es dar vida al museo variando las obras expuestas con el fin de que el conjunto de la colección, demasiado vasta para el búnker, pueda ser revelada al público. Pero el museo también vive del pasado del edificio, que «reúne por sí solo toda la historia de Alemania del siglo XX», según Boros.



LA HISTORIA DEL LUGAR



Construido en 1942 a partir de los planos de Albert Speer, arquitecto de Adolf Hitler, el ‘Reichsbunker’ albergaba durante los bombardeos aéreos hasta a 2.000 civiles.



Tras la capitulación alemana en mayo de 1945, el Ejército Rojo soviético que ocupó el este de Berlín utilizó el búnker como prisión. Bajo la RDA, sirvió como almacén de una empresa de frutas y verduras.



En la Alemania reunificada, el mundo tecno de Berlín descubrió la ganga: un compendio de espacios vacíos donde divertirse las noches con fiestas sadomasoquistas que acabaron por darle una reputación infame al edificio, antes de ser finalmente abandonado.



A tenor de lo que es el Berlín de hoy, parece lógico que el destino haya escogido este espacio como nuevo foco del arte moderno de la capital, elegida por artistas internacionales y coleccionistas como el multimillonario Christian Flick o el fotógrafo Helmut Newton.



Y Boros se inscribe en una línea de creadores de museos privados en Berlín, después de la colección Hoffmann en una antigua fábrica de máquinas de coser o el moderno ‘Kunsthaus am Kupfergraben’ de la pareja Bastian.



AFP

2008-05-11 22:50:24