Cultura

Trujillo, Fidel Castro, Bosch y Haití en el Destino Dominicano

Los Estados Unidos y el Golpe de Estado de 1963:



Trujillo, Fidel Castro, Bosch y Haití en el Destino Dominicano

Por: Víctor Grimaldi

El 22 de diciembre de 1958 el generalísimo Rafael Leonidas Trujillo llega a Jimaní a las 8:20 de la mañana, según lo reseña el diario El Caribe de la época.

           

Tras una espera de 60 minutos, se anuncia que Francois Duvalier ha entrado a la ciudad haitiana que está más cerca de Jimaní: Malpasse.

           

Trujillo lleva 28 años y medio en el poder.  Duvalier un año y tres meses.



Los gobernantes dominicano y haitiano se reúnen y acuerdan consultarse «para armonizar, en lo posible y, de acuerdo con los principios de solidaridad interamericana, sus respectivas posiciones en la ONU y la OEA», de acuerdo a la declaración que suscriben al final del encuentro.



«El Caribe» ha titulado esta reunión Duvalier-Trujillo de esta manera: «RD y Haití Condenan Comunismo».



La publicación es del 23 de diciembre, nueve días antes de la entrada triunfal en La Habana de los barbudos guerrilleros fidelistas, cuando la dictadura de Fulgencio Batista en Cuba se estaba haciendo pedazos.



Duvalier y Trujillo expresan entonces en su declaración que «al reafirmar la norma de no intervención condenan al comunismo internacional y cualquiera otra forma de ingerencia en los asuntos internos y externos de los Estados,» pero la Revolución Cubana no era aún socialista.  Duvalier y el Jefe dominicano dicen que:



«… están dispuestos a no tolerar en sus respectivos territorios la presencia de ningún individuo que realice actividades subversivas contra los Estados signatarios de la presente declaración y, en particular, la de los exiliados políticos cuya acción perjudica las buenas relaciones   entre  dichos  Estados,  así  como  la propaganda sistemática por medio de la cual se incite al empleo de la fuerza o la violencia».



CLEMENT BARBOT Y LOS SUCESOS DE 1963





Uno de los miembros de la comitiva haitiana que acompaña a Duvalier es el señor Clement Barbot, jefe del servicio secreto de Duvalier conocido como los Tonton Macoutes.  Trabajando luego para Trujillo, a finales del mes de julio de 1960 Barbot fue metido en la cárcel cuando Duvalier descubrió que estaba tratando derrocarle.



Es Barbot quien el 26 de abril de 1963 – Duvalier le había perdonado la vida -, desata los acontecimientos que provocan el enfrentamiento verbal abierto entre el régimen duvalierista y el nuevo gobierno dominicano presidido por Juan Bosch.



Ese último viernes de abril del 63 el señor Barbot y su gente decidieron atentar contra la vida de Francois Duvalier y este creyó que trataban de matar a su hijo Jean Claude (heredero del trono en 1971) y su hermana Simone.  Este atentado provocó la muerte del chofer y dos guardaespaldas de los hijos del dictador haitiano.



Desde hacía meses oficiales de todos los rangos del Ejército han estado siendo purgados por el régimen.  Muchos han sido fusilados.



Un teniente experto en tiro, Francois Benoit, es buscado a raíz del atentado de Barbot y toma asilo en la Embajada de la República Dominicana.  Las fuerzas duvalieristas ocupan los jardines y el patio.  Duvalier ha ordenado el arresto de Benoit, pues piensa que este ha sido el autor del atentado.



Como se trata de una agresión a un territorio que los convenios internacionales definen soberano, el Presidente Bosch reclama respeto y advierte que su país responderá a Haití con la fuerza legítima para defender sus derechos.



Después de unos días de tensión, esta crisis se supera, pero ha quedado grabada en Duvalier la idea de que el Gobierno de Bosch se ha  prestado a proteger a Benoit, un oficial experto en tiro, y de quien Duvalier está convencido -después sabrá que fué Barbot-, es el autor del atentado que casi costó la vida de sus hijos.



Haití está lleno de conspiradores, muchos de ellos respaldados por el Gobierno de los Estados Unidos.  En febrero, el día 5, ya había salido junto al embajador John Barthlow Martin el jefe de los consejeros militares: el coronel Robert Heinl, sospechoso de conspirar contra Duvalier.



Estados Unidos, su presidente John F. Kennedy y sus diplomáticos, alegaban que Duvalier constitucionalmente hablando sólo debe permanecer en la Presidencia de Haití hasta el 15 de mayo de 1963.



En mayo de 1961, cuando el gobierno de Kennedy estaba ocupado en el apoyo al complot para derrocar al dictador dominicano Trujillo y al líder cubano Fidel Castro, el doctor Francois Duvalier realizó otra elección fraudulenta para perpetuarse en el poder.



Pero ahora el 15 de mayo de 1963 ha transcurrido, y Duvalier ha continuado en el poder.  La estrategia del gobierno de Kennedy ha fracasado.

HAITI Y LA REPUBLICA DOMINICANA

El gobierno dominicano sin buscárselo, se ha visto envuelto en un conflicto con el vecino que comparte la isla.  El escándalo internacional es mayúsculo.  Otras embajadas se ven atestadas de asilados.  Las acusaciones llegan a los foros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA).



El Gobierno de Kennedy traza un nuevo plan de acción.  Descabezadas las fuentes internas constituídas por los oficiales haitianos vinculados a la misión militar norteamericana en proceso de expulsión de Haití, empieza a desarrollar un plan desde fuera.



A partir de este momento la conspiración Kennedyana contra Duvalier  se  esconde  tras  un «conflicto domínico-haitiano».  El 20 de mayo de 1963 el Secretario Ejecutivo del Departamento de Estado le envía un memorandum a McGeorge Bundy, en la Casa Blanca, referido a «la disputa domínico-haitiana el cual fue transmitido junto con otros documentos en conección con la presentación de credenciales del nuevo Embajador Dominicano, ahora programada para las 10:00 de la mañana del día 1 de junio».



En esta nota del 29 de mayo, el Secretario Ejecutivo le advierte a McBundy que el citado memorandum no debe ser utilizado por el presidente Kennedy porque ha sido superado por hechos posteriores.



«La Embajada Dominicana ha indicado que el Embajador del Rosario, al presentar sus credenciales, no intentará plantear ningún asunto de importancia, y es nuestra recomendación que nada sea tratado en esta ocasión por el Presidente», dice la nota del 29 de mayo del Departamento de Estado.



El 1 de junio Enriquillo del Rosario Ceballos le presenta a Kennedy sus cartas credenciales, y allí está Edwin M. Martin, Secretario de Estado Adjunto para Asuntos Interamericanos.  En el texto declasificado de la entrevista entre el Presidente Kennedy y el Embajador del Rosario hay varios párrafos censurados.



Uno de los participantes en la reunión con del Rosario es Edwin M. Martin, quien junto al embajador en Santo Domingo John Barthlow Martin, ha estado profundamente involucrado en la subversión anti-duvalierista, de acuerdo con el embajador norteamericano en Haití Raymond Thurston.

UN REPORTE DE MARTIN



El 11 de junio de 1963 el embajador Martin le envió desde Santo Domingo al Departamento de Estado un reporte de 23 páginas sobre los primeros 100 días del gobierno de Bosch y sus perspectivas.  Sólo tres de las 23 páginas se referían a la política exterior del Gobierno Dominicano, con una página y media dedicada al caso de Haití.



Este documento secreto, el Airgram No. 563, fue declasificado el 1 de mayo de 1979.  Aún permanece cerrado otro documento quizás más importante escrito por Martin, el cablegrama 564, que se refiere especialmente a «Bosch y Haití».



En el aerograma 563 del 11 de junio de 1963 el embajador Martín dice que «Haití no está en estos días en la mente de Bosch como un asunto muy importante».



Dice Martin que durante los días finales de abril en que las fuerzas de Duvalier ocuparon la Embajada Dominicana:



«Nosotros (los Estados Unidos y su Embajada en Santo Domingo, N. de R.) presionamos a Bosch en la OEA, le advertimos para que no realizara una acción militar unilateral, y recibimos el apoyo de sus Fuerzas Armadas, que le dijeron a él (Bosch), que eran incapaces de invadir y ocupar Haití».



Para lograr que Duvalier ordenara la desocupación de la Embajada Dominicana en Puerto Príncipe, el Presidente  Bosch había amenazado con utilizar las Fuerzas Armadas.



Sobre este incidente, Martin comenta que:



«En ese momento, la prensa de los Estados Unidos -y muchos dominicanos-, pensaron que Bosch había creado la crisis Haitiana para encubrir problemas internos de su país.  Esto no fue así, o fue visto, a lo mejor, muy simple.  Bosch no tenía tantos problemas internos.  Fue Duvalier, no Bosch, quien desató la crisis».



A Martin le faltó añadir que la crisis en el fondo estaba originada en el apoyo del gobierno de Kennedy a los conspiradores anti-duvalieristas que tuvieron que buscar asilo en las embajadas, entre ellas la Dominicana.

«BOSCH ESTARÁ EN PROBLEMA»

Un mes después de haber enviado sus aerogramas 563 (ya declasificado) y el 564 sobre Bosch y Haití (aún cerrado), el embajador Martín viajó a Washington para reunirse con el Presidente Kennedy a las 5:00 de la tarde del 8 de julio de 1963.



Según dice Martin en las páginas 477 y 478 de la versión en inglés de Overtaken By Events, el tema principal de la reunión tuvo que ver con la pérdida de la aceptación de Bosch en los Estados Unidos y la preocupación por el supuesto progreso de las izquierdas en la República Dominicana.



Martin -según su versión-, le dijo a Kennedy que para el mes de septiembre Bosch «probablemente va estar en serios problemas», y dedaba que sobreviviera ese mes.



Debemos señalar en este punto que el señor Barthlow Martin escribió su libro en 1966, y que estaba entonces hablando restropectivamente sobre algo que él dice que le dijo al Presidente Kennedy el 8 de julio de 1963 sobre lo que le pasaría a Bosch en septiembre.



La verdad es que a principios de julio ya había sido desmantelada por órdenes del Presidente Bosch la práctica de tiros del general León Cantave  y su gente en el campamento de Sierra Prieta.  Cantave entonces simuló que abandonó la República Dominicana con destino a New York.



Martin retornó de Washington a Santo Domingo el miércoles 10 de julio, y en horas de la tarde dió unas declaraciones reiterando el apoyo de los Estados Unidos a Juan Bosch.



Al mismo tiempo se encontraba en el país el general Andrew P. O’Meara, jefe del Comando Sur del Ejército Norteamericano entonces con asiento en Panamá.



Un año antes, el general O’Meara había visitado Haití para ejercer presiones personales contra el dictador Francois Duvalier. Le acompañaron en la audiencia con el Jefe de Estado haitiano el coronel Robert Heinl (este official de los marines salió de Haití el 5 de febrero de 1963 junto Barthlow Martin, quien en uno de sus libros trata el tema) y el embajador en Haití Thurston.



A finales de mayo de 1963 Thurston había salido definitivamente de Puerto Príncipe.



La visita del General O’Meara a Santo Domingo de mediados de Julio de 1963 fue aprovechada para desatar  un  escándalo  contra  el  Presidente  Bosch,  quien  por primera vez en estos días denunció que se intentaba ponerle al gobierno suyo presiones indebidas.



¿Tenía que ver este escándalo provocado por la visita de O’Meara con los planes para derrocar a Francois Duvalier? Es probable.



Las supuestas «Manifestaciones de Reafirmación Cristiana» organizadas por un ex-capellán de la Fuerza Aérea se iniciaron el mismo día de agosto que el ex-general Cantave inició sus incursiones clandestinas desde territorio dominicano hacia Haití.



Agosto y parte de septiembre de 1963 fueron un período en que la prensa y los organismos internacionales se hacían eco del supuesto «conflicto domínico-haitiano».



El embajador Martin alegaba que las invasiones de Cantave contra Haití provenían de Venezuela, y la misma versión aparecería en The New York Times.

El Gobierno Haitiano acusaba al Dominicano de estar apoyando a los insurgentes, y la Cancillería de la República lo negaba enfáticamente.  Comisiones de la OEA iban y venían.  En el Consejo de la ONU se debatía también el asunto.



Hasta que se produjo la invasión del 22 al 23 de septiembre del general Cantave, por Dajabón, quien quedó evidenciado y fue detenido, siendo este «incidente domínico-haitiano» lo que precipitó el golpe de Estado contra Bosch de acuerdo con el análisis del 25 de septiembre hecho en el Departamento de Estado en un documento declasificado por gestiones del autor de este escrito.



La fecha del 22 de septiembre se escogió para que Cantave invadiera Haití debido a que ese día Duvalier cumpliría seis años en el poder, y se esperaba que el Ejército Haitiano apoyara la rebellion del general Cantave.

ENTREVISTA CON THURSTON

La CIA estaba apoyando al general Cantave, como lo revela el ex-embajador en Haití Thurston en la entrevista que le hizo Dennis J. O’Brien el 8 de junio de 1970 para la Biblioteca John F. Kennedy de Boston.

            O’Brien le preguntó al ex-embajador en Haití Thurston:



«¿Estaba la CIA envuelta a través de la República Dominicana en la última invasión que realizó el general (León) Cantave dándole apoyo logístico?».



Thurston respondió: «Yo sé de esto, que hubo contactos de la CIA con los grupos emigrantes aquí.  En qué extensión hubo entrenamiento de la CIA, debido a que me fui al Colegio de Guerra de la Base Aérea Maxwell, yo no lo sé, y dejé el asunto haitiano.  Yo creo que hay que buenas razones para creer que hubo algún tipo de asistencia de la CIA.  Yo no conozco esto de primera mano y no he preguntado».



Cinco años después de esta entrevista, el Comité Church del Senado de los Estados Unidos confirmó que durante el gobierno de Kennedy la CIA apoyó los planes para derrocar a Duvalier.



Si bien este tipo de planes-como lo revela el Informe Church-, estaban dirigidos contra dictadores (eliminaron primero a Trujillo, y sobrevivieron Duvalier y Fidel Castro), se llevaron de paso con sus repercusiones políticas y militares al primer gobierno dominicano democrático electo libremente después de 28 años.

UNA OPERACION SECRETA

A pesar del apoyo verbal que le había manifestado varias veces el Gobierno de los Estados Unidos y las buenas relaciones que mantenía con el Presidente Kennedy, el Presidente Bosch ignoraba que de manera clandestina y sin su conocimiento el gobierno norteamericano estuviera patrocinando el apoyo de los jefes militares dominicanos a las guerrillas anti-duvalieristas.



En un cable que envió el embajador Martin a las 7:00 de la noche del 26 de septiembre (al otro día del golpe de Estado) y que tiene un sello de las 2:08 de la madrugada del 27 de septiembre de la Casa Blanca o del Departamento de Estado, se ve que Bosch ignoraba el apoyo que le daban los organismos de inteligencia norteamericanos al general Cantave.



El lunes 16 de septiembre, una semana antes de la última invasión a Haití del general Cantave, el Presidente Bosch le había dicho en Ciudad México al periódico «El Día», lo siguiente:



P.  ¿Cree usted que su república y el gobierno de Duvalier pueden coexistir?



R.  Mientras el señor Duvalier no se meta con nosotros, él puede vivir y gobernar y morir en Haití.  Hace poco ha habido acciones subversivas en Haití y el gobierno de Duvalier acusó al de la Dominicana de haber organizado esos grupos subversivos.  Le abrimos las puertas a la OEA para que investigara.  Un gobierno democrático como el nuestro no puede actuar en la forma en que lo hacía Trujillo, organizando complots en la sombra.  Respetamos el principio de la no intervención y no hacemos política dentro de ningún estado.  En la misma forma reclamamos que se nos respete.



Ocho días después de haber dado estas declaraciones, el gobierno de Bosch decidió solicitar a la OEA que investigara la acción descubierta que realizaba el general Cantave contra territorio haitiano desde la República Dominicana.  Al día siguiente, el 25 de septiembre de 1963, Bosch fue derrocado.

2008-09-18 02:50:05