A buen paso, con propuestas tentadoras, festival de cine habanero
La Habana, 5 dic (PL) El cine sigue despertando aquí pasiones entre un público ávido, devoto del festival de La Habana, que en su cuarta jornada propone filmes en competencia de Chile, Argentina, Uruguay y la isla anfitriona.
Un menú bien servido, afirma el estudiante universitario Lázaro Pérez, medio en broma medio en serio. La mesa es tentadora, añade aludiendo a la pantalla y su destello en la sala semioscura, con una metáfora que abarca el disfrute y paladeo de audiovisuales de rica gama.
Perú y Colombia también estarán presentes y hay un lazo visible, las coproducciones, común a la mayoría de las películas en concurso. Una alianza inevitable, con sus pro y sus contra, para echar adelante el sueño de hacer cine cuando escasean los fondos y sobran la voluntad y las ansias creativas.
Es el caso de Chile con La buena vida, de Andrés Wood, una producción a la cual se suman Argentina, España y Francia; el de Perú con Dioses, de Josué Méndez, y la asociación de Argentina, Francia y Alemania, o el de Uruguay con Acné, de Federico Veiro, y el aporte de España, México y Argentina.
De este último país, cuya unión con otras cinematografías del área menudea, se exhibirá, además, La ventana, del experimentado Carlos Sorín, recordado aquí por títulos como La película del rey e Historias mínimas.
Cuba concurre con Omertá, de Pavel Giroud, en coproducción con España.
Como una aventura en solitario competirán Alicia en el país, ópera prima del chileno Esteban Larraín; Perro come perro, del colombiano Carlos Moreno, y Kangamba, de Rogelio París, un filme épico sobre la colaboración cubana en la lucha por la independencia de Angola.
La amplia Avenida 23, desde el cruce con la calle 12 hasta el borde del malecón citadino, deviene en estos días el corazón del festival de La Habana, su sístole y diástole con sus cinco salas recién remozadas para recibir al público entrenado, al cinéfilo puro o al simple debutante.
La propuesta de cada día es múltiple y variada, como esta de hoy en la que conviven, en franca camaradería, documentales, animados, largos de ficción y óperas primas en busca de algún premio Coral que los realce e impulse su andadura por el mundo.
Un momentos especial será la proyección de Bleak moments, del británico Mike Leigh, a la que asistirá el realizador, uno de los invitados del 30 festival habanero.
Cine del bueno en Cuba, con panoramas informativos, muestras de la filmografía de Rusia , Francia e Italia, entre otras, y un repaso a lo mejor de la cinematografía regional, fuera de competencia.
El festival celebra sus 30 años con la mirada puesta en el joven relevo qu
e, a juzgar por la calidad de las obras recibidas, garantiza la continuidad de la herencia de sus antecesores.
2008-12-05 19:20:39