Municipios Dominicanos en el Extranjero secunden Marcha Martiana con su ritmo y sabor caribeño
! Allí estaba la República encarnada en sus hijos! Y el Patricio Juan Pablo Duarte blasonando su gloria ante los cubanos
De la redacción de Cafebambú
Hialeah, Florida.- Cuando las autoridades de la ciudad de Hialeah le pidieron a los munícipalistas dominicanos que si podían ser los que cerrarían La Marcha Martiana, con mucho gusto lo aceptaron. Por segundo año consecutivo, gracias a las autoridades de la ciudad de Hialeah y su alcalde Julio Robaina, los Municipios Dominicanos en el Extranjero, sacudieron con su presencia a todos los presentes en la mañana de ayer en la Parada Martiana que se celebra anualmente en la ciudad que progresa, la cual sigue recordando el natalicio del nacimiento del apóstol de la Independencia cubana, José Martí. Los Municipios Dominicanos en el Extranjero también honraron al Apóstol y de la misma manera el Natalicio de Juan Pablo Duarte. Dos glorias de América ensambladas en el corazón glorioso de la epopeya cubana y dominicana.
Cuando las banderas comenzaron a lucir bajo el maravilloso cielo azul de la capital de la hispanidad, todos los dominicanos que veían el espectáculo se sentían acrisolados de la emoción; henchidos de júbilo y aprecio al ver niños marchando para recordarles que todavía hay Patria.
La República Dominicana que está sumergida en tormentos, gemidos y dolores, todavía tiene a sus hijos que la glorifica y la respetan sin banderías políticas. Amamos a la patria no por ser grande, sino por ser buena, decía una señora que se unió a la carroza de los Municipios Dominicanos cuando participaban con música típica y llevando hasta el azul del cielo la bandera que como luminaria hermosa tiene los símbolos de Dios, Patria y Libertad.
Bueno es decir aquí, que varios políticos fueron allí. Se detuvieron como las pirañas a ver lo que cosechaban y duraron ante la representación de la República no más que 15 míseros minutos y se fueron… se fueron lejos, volaron lejos, porque la Patria para ellos es un botín y no un reposorio donde se posan los buenos sentimientos patrios.
El consulado Dominicano de la República Dominicana estuvo presente con la figura eximia de Arturo López que es un amante de la dominicanidad y un político sui generis. Se comprometió participar con más bríos el año próximo. Las cabeceras políticas de los partidazos del patio ninguno dijo presente, porque están muy ocupados en sus entorchados programas y en su enjuta manera de ver a la Patria.
Otros dechados de la gloria de la Repulida, esos que ellos mismos se empachan y se emperifollan de ser duartianos no atuvieron allí, porque hacía mucho frio y habían llegado de madrugada a sus respectivas casas de la parranda tan grandiosa y bochornosa que habían tenido. Juan Pablo Duarte los miraba, porque ellos del erario nacional, la Patria que fundó el Patricio, se servían y lo había dejado abandonado.
La marcha siguió en honor a esos colosos y la gloria del Pabellón dominicano no quedó mancillada. Allí estaba Duarte, allí estaba la Patria, allí estaba Dios, allí estaba la libertad.
Además, se unieron a la marcha de los Municipios Dominicanos en el Extranjero familias cubanas y nicaragüenses, para gloria de Duarte y vergüenza de los que no participaron.
Allí estaba fungiendo gallardo el vicepresidente de los Municipios Dominicanos en el Extranjero, Luis Rafael Fernández, el hijo de San Francisco de Macorís que enarbola en su pecho el nombre de su Provincia que es la de Duarte.
Por su parte, Salvatore Raimundo, primer vicepresidente de los Municipios Dominicanos en el Extranjero fue una de las bujías inspiradoras del evento y fue de gran ayuda en la organización del mismo.
Asimismo, los Municipios Dominicanos en el Extranjero agradecen encarecidamente al grupo TAINOS que llevaron el ritmo de la Cultura Dominicana en el Desfile. Agradecemos a su ‘Manager» Cristina García, Presidente de los Municipios en la Provincia de San Cristóbal por haber participado de esa forma tan especial.
Los signos de un mudo renacer se advierten hoy en el horizonte de este gran pueblo allende los mares, ágora de hombres de letras y colmena de trabajadores.
¡Que viva Martí y Duarte! Con ellos nos quedamos.
2009-01-27 21:00:05
