
Por Marta Denis Valle (Prensa Latina *)
La Habana, (PL) En la hora de sacrificios por la independencia americana, hubo heroínas y mártires reprimidas sin piedad por las fuerzas coloniales en su doble condición de mujeres y patriotas, incluso con la pérdida de sus vidas.
Junto a los nombres ya reconocidos y respetados de Juana Azurduy, Manuelita Sáez y Josefa Ortiz, los de otras muchas permanecen en el anonimato o en el olvido entre las polvorientas páginas de la historia.
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, otorgó el 14 de julio de 2009 el grado póstumo de Generala del Ejército a Juana Azurduy, mujer leyenda de origen boliviano.
Azurduy luchó incansablemente en las tierras de La Plata y el Alto Perú contra los ejércitos realistas, y murió en 1862, a los 82 años, en la indigencia, privada de la pensión que le otorgó Antonio José de Sucre.
El Cóndor de los Andes en el Grado de Gran Collar, máxima distinción estatal a los presidentes y jefes de estado, le fue conferido por el presidente de Bolivia, Evo Morales.
Juana se alzó en 1809 junto a su esposo Manuel Asencio Padilla, fue comandante guerrillera, reconocida teniente coronel en 1816, año en que resultó herida en combate y muerto su marido al tratar de rescatarla.
La quiteña Manuela Sáez (1797-1856) recibió en 1822 la condecoración Caballeresa del Sol por su contribución a la independencia del Perú, pero apenas comenzaba su gloria.
Estuvo en la batallas de Junín y Ayacucho, salvó la vida del Libertador Simón Bolívar, a quien amó intensamente, y defendió el ideal bolivariano hasta su muerte en la extrema pobreza.
Josefa Ortiz, la corregidora, advirtió a tiempo a los patriotas que la conspiración había sido descubierta y apoyó el pronunciamiento independentista de 1810 en México; detenida, fue confinada a un convento y a prisión domiciliaria después, durante cuatro años.
En 1878 la declararon Benemérita de la Patria.
Entre las grandes heroínas de la independencia colombiana se encuentran Policarpa Salavarrieta Ríos (1795-1817) y María Antonia Santos Plata (1782-1819), ambas colaboradoras de los patriotas guerrilleros.
Acusada de participar en actividades independentistas, la Pola fue fusilada en la Plaza Mayor de Santa Fe de Bogotá (Plaza Bolívar) el 14 de noviembre de 1817, junto a otros patriotas, por orden del teniente general español Pablo Morillo, sanguinario restaurador del poder colonial.
En 1967 se estableció esa fecha por el Congreso de la República como Día de la mujer colombiana.
Se afirma que camino de la muerte dijo estas palabras: «ÂíPueblo indolente!: ÂíCuan diversa sería hoy vuestra suerte si conocieseis el precio de la libertad! Pero no es tarde. Ved que aunque mujer y joven me sobra valor para sufrir la muerte y mil muertes más. ÂíNo olvidéis este ejemplo! Pueblo miserable, yo os compadezco, algún día tendréis más dignidad».
María Antonia Santos fue arrestada por un destacamento español y fusilada el 28 de junio de 1819 en la Plaza del Socorro, sin revelar el asentamiento de la guerrilla de Coromoro o de Santos, que ayudó a sostener.
«Antes de terminar este año, el suelo granadino estará libre de quienes lo tiranizaron vilipendiando la virtud y el mérito», gritó a sus verdugos.
Semanas después, tras cruzar Los Andes, el Libertador Simón Bolívar cayó por sorpresa contra los realistas de Nueva Granada; triunfó en las batallas del Pantano de Vargas (25 de julio de 1819) y Boyacá (7 de agosto de 1819), alcanzando así la independencia de ese territorio.
El Centro de Estudios Históricos del Ejército Nacional de Colombia y otras instituciones registran los siguientes nombres de mujeres fusiladas:
1812
Domitila Sagasti (11 de diciembre) y Dominga Burbano (13 de diciembre).
1813
Ramona Alvarán (13 de febrero), Rosa Zárate de Peña, además de fusilada, fue decapitada (17 de julio) y Mercedes Abrego (13 de octubre).
1814
Rosaura Vélez de Peña (enero), María del Carmen y Balbina Ulloa (13 de abril).
A Eulalia Buroz la despedazaron a sablazos el 7 de abril de 1814.
1816
Juana Ramírez (marzo), Carlota Armero (28 de mayo), Presentación Buenahora (28 de junio), Joaquina Aroca (5 de septiembre), Agustina Mejía (8 de septiembre) y Rosaura Rivera (26 de noviembre).
1817
Justa Estepa (16 de enero), Anselma Leyton (17 de enero), Inés Osuna (6 de septiembre), Dolores Salas (14 de septiembre), María del Rosario Devia (16 de septiembre), Mercedes Loaiza (16 de septiembre), Luisa Trilleras (18 de septiembre), Antonia Moreno (19 de septiembre), Martha Tello (12 de noviembre), Bibiana Talero (21 de noviembre), Candelaria Forero (26 de noviembre), Remigia Cuestas (2 de diciembre), Salomé Buitrago (3 de diciembre) e Ignacia Medina (9 de diciembre).
1818
Evangelina Díaz (19 de agosto) y Manuela Uscátegui (20 de diciembre)
1819
Teresa Izquierdo (24 de julio).
Manuela y Juana Escobar: lanceadas vilmente el 10 de julio.
1820
Agustina Ferro (20 de mayo).
Al rescate de la memoria de las mujeres que unieron sus destinos y los de sus familias a las luchas por la independencia, se ocupan investigadores de varios países, en ocasión de las celebraciones bicentenarias.
(*) La autora es historiadora, periodista y colaboradora de Prensa Latina.
arb/MDV
2010-10-03 10:00:07