La Habana, 14 dic (Prensa Latina) El presidente Cuba, Miguel Díaz-Canel, aseguró hoy que las apetencias imperialistas no podrán acabar jamás la unidad de los pueblos, ni doblegar con sus amenazas y agresiones la voluntad de lucha y fe en la victoria.
En su intervención en la XXV Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del ALBA-TCP, que sesionó a modo virtual, el mandatario cubano destacó que el estar reunidos este domingo, 21 años después de su creación, es una demostración de fidelidad a sus principios fundacionales de solidaridad y cooperación.
También, significó, a sus fundadores, los comandantes Fidel Castro (1926-2016) y Hugo Chávez (1954-2013), quienes se inspiraron en las ideas de los próceres Simón Bolívar y José Martí.
El mandatario cubano aseguró que el bloque de integración latinoamericano y caribeño continuará siendo un espacio esencial “de solidaridad, dignidad y resistencia” frente a las campañas desestabilizadoras, las medidas de presión y las más diversas formas de agresión.
Subrayó que “seguiremos luchando por un objetivo común, que es la unidad, la paz y soberanía de los pueblos”, y siempre fieles a las ideas de Bolívar, Martí, Fidel y Chávez.
Díaz-Canel denunció las pretensiones imperiales de Estados Unidos sobre Venezuela expresadas en un Gobierno que muestran sin pudor hacer revivir la época de la diplomacia de las cañoneras con la intención de imponer por la fuerza sus designios sobre el derecho a la independencia y la libre autodeterminación.
Refirió que la nueva Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, incorpora un enfoque “aún más agresivo y ofensivo» a esa vetusta pero muy peligrosa doctrina Monroe, de América para los americanos.
En tal sentido, defendió que América Latina y el Caribe “no es patio trasero ni siquiera delantero de nadie” porque nosotros somos Estados soberanos.
Al comentar sobre el despliegue militar naval y aéreo estadounidense en el mar Caribe y su deliberada amenaza sobre Venezuela, el gobernante cubano afirmó que revelan “un propósito hegemónico y criminal que debe poner en alerta a todos los pueblos y gobiernos del continente”.
En su alocución, el dignatario reiteró la denuncia de su Gobierno al asalto e incautación de un barco petrolero por las Fuerzas Armadas de Estados Unidos el pasado 10 de diciembre con un millón 900 mil barriles de petróleo, lo cual demostró, de manera irrefutable, las verdaderas intenciones de ese despliegue.
Condenamos de manera enérgica “este vil acto de piratería y robo de los recursos del pueblo venezolano, que se constituye en “una grave violación del derecho internacional contra bienes en los principios de la libertad de navegación y del libre comercio y perjudica no solo a Venezuela sino a la comunidad internacional».
Díaz-Canel denunció, además, que desde el 2019 el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos hace más de seis décadas, alcanzó niveles extremos “cada vez más cruel e inhumano”, con la inclusión de la isla en espuria lista de supuestos países que patrocinan el terrorismo.
En tal sentido, reclamó el cese inmediato y sin condicionamientos de todas esas medidas de carácter punitivo y agradeció a los pueblos y países que se oponen a ese “genocida bloqueo contra Cuba”.
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