Yamasa,Monte Plata RD 12 junio (5:00 pm).- . Después de hermanarse con su par blanco en la iglesia de Yamasá, el único San Antonio negro dominicano recorrió, hasta la casa de los hermanos Guillén, el mismo trayecto que ha hecho desde hace 108 años.
Ramón Antonio, Manuel Antonio, Jesús Antonio y Esteban Antonio, la cuarta generación de los Guillén, encabezan una de las festividades más fervorosas y coloridas de la tradición dominicana. Todos en la familia han extendido su devoción hasta llevar el nombre de Antonio como segundo nombre.
La casa de los hermanos Guillén, por igual un taller de exposición y enseñanza de la más depurada alfarería taína, se convierte en uno de los espacios de interacción cultural más relevantes, signado por el culto a San Antonio por parte de los lugareños venidos de todas las comarcas cercanas a Yamasá.
La celebración, el domingo más cercano a cada 13 de junio, reúne las más variadas expresiones de la cultura autóctona y de la fusión de ésta con otras. Bajo las enramadas y en el patio sombreado y amplio de los Guillén, aparte los rezos y oraciones, se danzan en absoluto frenesí Toques de Palos y se degusta la gastronomía local, en la que no falta el chicharrón, el sancocho, el panecico, las catibías y los conconetes.
Los cánticos improvisados acompañan el ritmo del Gerapega, baile parecido al merengue, mientras en otro espacio se baila el movido Vaporú o el Calunga-danza típica de la zona-y se tocan Palos y a su convite cadencioso se ven, entreverados, bailando lugareños y visitantes. Una veintena de grupos actuaron durante la festividad, entre ellos conjuntos de Ga Gá y merengue típico.
El culto al San Antonio negro de los hermanos Guillén se ha mantenido inalterable desde 1904, cuando a Yamasá llegaron desde Montecristi Albertina Torres y Jesús María Bonilla. La celebración ha mantenido su esencia desde sus orígenes, salvo que cada vez acude mayor cantidad de personas. Los hermanos Guillén representan la cuarta generación de la familia y desde 1996 han expandido la proyección popular de la fiesta, objeto ya de una masiva peregrinación y atractivo turístico.
La festividad del San Antonio negro de los hermanos Guillén difunde un culto ancestral que cohesiona el sentido profundo de la cultura popular y nos convoca a reflejarnos como lo que somos, el producto distintivo, único, de un origen diverso.
2012-06-12 20:54:51