Mi Voz, Opiniones

Hipólito Mejía y Luis Abinader, presidentes de azúcar que se han derretido ante los Estados Unidos.

Por David R. Lorenzo

Pese a que la República Dominicana tiene una historia llena de patriotismo y heroísmo, no ha estado exenta de tener en el pasado y en presente, gobernantes aláteres y hechos de gelatina u hojalatas, que se han arrodillado ante el imperio norteamericana, porque no se han podido resistir a sus mandatos.

En los 25 años de este siglo, sólo el ex presidente Hipólito Mejía, y el actual, Luis Abinader han complacido a gobiernos norteamericanos, arrodillándoseles y comprometiendo la soberanía dominicana. Los otros no lo han hecho, quizás porque no les llegó esa oportunidad, pero, nadie puede dudar que son todos iguales, y los que vendrán también.

Mejía, ocupó la presidencia de la República Dominicana en el cuatrienio 2000 y 2004, y en esa época pertenecía al Partido Revolucionario Dominicano (PRD), una de las organizaciones que fue de las más combativas y patrióticas.

Este señor, a pedido de ex presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, envió nada más y nada menos a Irak, que 602 militares a una nación lejana, situada en el Medio Oriente y que no le había hecho absolutamente nada a la República Dominicana.

Bush se inventó que el gobierno de Irak poseía “armas de destrucción masiva”, quizá la mentira más gran creada a nivel internacional, y armó toda una alocada campaña para hacer una guerra sobre ese país y derrocar a su presidente, Saddam Husein, lo que así se hizo, cuando fue apresado y ahorcado. Este conflicto comenzó el miércoles 20 de marzo de 2003 y terminó en el domingo 18 de diciembre de 2011.

LOS BOBOS DOMINAN EL MUNDO

Lo irónico de la vida, es que, pese a que la acusación era una falsa y un engaño absurdo, Bush logró una coalición de más de 30 países que participaron en la contienda bélica. Así las cosas, presidentes, políticos, intelectuales, periodistas, opinólogos y otros idiotas apoyaron sin reservas la narrativa norteamericana y la defendieron a muerte.

Esto se debe porque los bobos, estúpidos, tontos e imbéciles están en mayoría en todo el mundo, actúan como legiones y se han desarrollado a tal grado, que son los que definen el destino de nuestras sociedades.

Dentro de ese grupo, Hipólito Mejía está entre los más destacados, y por esa razón, envío el primer grupo de soldados a Irak, el 14 de agosto de 2003 desde el Aeropuerto Internacional de Las Américas y, el segundo, el día 15. Los militares fueron ubicaron en el territorio de operaciones de Irak que estaba localizado en Diwaniyah, capital de Al Qadisiya, siendo la primera vez, que un presidente sin cordura y genuflexo, realiza un acto de esa naturaleza.

La orden fue acatada dócilmente por el secretario de las Fuerzas Armadas, el teniente general José Miguel Soto Jiménez, que en lugar de cuestionarla, lo que comunicó vílmente fue:  «Estamos listos para enviar a los soldados dominicanos, atendiendo una disposición del presidente Hipólito Mejía”.

De acuerdo a Soto Jiménez, debió cumplir con la orden, en atención al artículo 128 de la Constitución Dominicana, que establece que el Presidente “es la autoridad suprema de las Fuerzas Armadas”, y el 252 que expresa que los cuerpos armados son esencialmente obedientes al poder civil”.

Contrario, a Soto Jiménez, el canciller de la época, el fallecido intelectual e historiador Hugo Tolentino Dipp, renunció a ese cargo, al considerar que la invasión a Irak fue una injusticia.

LA RENUNCIA DE TOLENTINO DIPP

Tolentino Dipp dijo también, “Si se me presentara mil veces el caso, mil veces renunciarías. Es un problema de principios, yo soy parte de un país que ha sufrido las intervenciones de las grandes potencias, yo no puedo de ninguna manera aceptar intervenciones como esa, que provocaron mentirosamente en Irak, porque fue efectuada haciéndole creer al pueblo norteamericano que había armas de destrucción masiva, cuando no las había. Eso fue un crimen, fue una excusa para intervenir. Eso es un negocio, la guerra es un negocio”.

Pero, al pobre Mejía,  que no sabía si la guerra era injusta o no, o si Irak tenía o no armas de destrucción masiva,  lo que le interesaba era complacer George W. Bush, como un esclavo postrado y arrodilla hasta el último grado de la humillación.

Afortunadamente y asustado por el creciente crecimiento de la insurgencia en Irak, Mejía ordenó el 20 de abril del 2024 el retiro de las tropas dominicanas en Irak, a la mayor brevedad posible, por considerar que no se podía seguir corriendo riesgos innecesarios.

LUIS ABINADER

Ahora le tocó la servidumbre al Presidente Luis Abinader, quien el miércoles 26 de noviembre del 2025, recibió en una inusual visita al secretario de Guerras de los Estados Unidos, Pete Hegseth, a quien le prometió  que utilizaran el aeropuerto Internacional de las Américas, y el militar de San Isidro para fines bélicos,  en otra acción más de sumisión hacia los Estados Unidos.

La utilización de las terminales aérea supuestamente es para fortalecer la cooperación bilateral de la lucha contra el narcotráfico y ampliar las acciones conjuntas de seguridad regional, pero en el fondo, no es otra cosa, que para apoyar a una agresión o invasión militar contra Venezuela.

Pero, también, este gobernante, desde que asumió la presidencia de la República ha sido el principalmente mandatario que ha enfrentado al Gobierno de Venezuela, con razón o sin razón. Le ha incautado aviones e inmuebles. También, a petición del secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, decretó al supuesto “Cártel de los Soles”, como organización terrorista, sin saber qué es eso, o si realmente existe. Actualmente, en los dos aeropuertos dominicanos están llegando y saliendo aeronaves militares norteamericanas a todo dar.

Así las cosas, este gobernante por querer estar cerca de Estados Unidos, le ha vendido su alma a Satanás y ahora es un rehén de los Estados Unidos, Donald Trump, Marco Rubio y Pete Hegseth.

LA RESPONSABILIDAD POR SER SERVIL

Así que, si en definitiva hay una agresión militar, una invasión a Venezuela o el asesinato de su presidente Nicolás Maduro y otros líderes de ese país, la República Dominicana será de las pocas naciones que tengan participación en esos sucesos, porque los dos aeropuertos están siendo utilizados para esos propósitos.

Pero, contrario a lo que sucedió, cuando Hipólito Mejía, que el canciller Hugo Tolentino Didd renunció por dignidad, actualmente no hay ningún funcionario ni miembro del Partido Revolucionario Moderno que sea capaz de protestar, porque están todos idiotizados.

Que pena, que la tercera estrofa de nuestro himno nacional dice: “Ningún pueblo ser libre merece, si es esclavo, indolente y servil, si en su pecho la llama no crece, que templó el heroísmo viril”.

Mientras nuestro himno condena el servilismo, lo que hemos tenido son presidentes vergonzosamente arrodillados ante los Estados Unidos. ¡Que Pena!

David Roberto Lorenzo Marte

davidrlorenzo@gmail.com