Economia, Internacional

Brasil desacelera en el tercer trimestre pese al impulso del agro

Brasilia, 4 dic (Prensa Latina) Brasil cerró el tercer trimestre con una economía que pierde velocidad. mientras el agro sostiene el crecimiento en medio de tasas de interés elevadas, aranceles externos inesperados y un consumo que avanza hoy con dificultad.

Según datos divulgados este jueves por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), el Producto Interno Bruto (PIB) progresó apenas 0,1 por ciento frente al segundo trimestre, una señal inequívoca de enfriamiento.

En la comparación interanual, la economía aún mantuvo un crecimiento de 1,8 por ciento, muy por debajo del vigor registrado el año pasado.

La cantidad total de bienes y servicios producidos alcanzó 3,2 billones de reales (alrededor de 600 mil millones de dólares), cifra que tampoco consiguió sorprender a los analistas, pues las previsiones rondaban un crecimiento del 0,2 por ciento.

En un año atravesado por sequías regionales y costos altos de financiamiento, fue el sector agropecuario el que volvió a dar oxígeno: creció 10,1 por ciento en la comparación anual.

Más afectada por la tasa básica de interés definida por el Banco Central (Selic) elevada, la industria logró avanzar 1,7 por ciento, mientras que los servicios, tradicional columna del PIB brasileño, subieron apenas 1,3.

El freno no sorprende. Desde junio, el Banco Central mantiene la tasa Selic en 15 por ciento, una de las más altas del planeta.

La finalidad es contener la inflación y el efecto colateral es un crédito más caro, menos inversión y, en consecuencia, un crecimiento menguado.

El Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva lidió además con un factor externo inesperado en 2025: los aranceles de hasta 50 por ciento aplicados por Estados Unidos a diversos productos nacionales desde agosto.

Las medidas afectaron exportaciones clave, aunque Washington posteriormente alivió la presión al excluir rubros como la carne de res y el café, donde Brasil es líder mundial.

Pese al enfriamiento del PIB, la economía mostró dos señales positivas.

La inflación de octubre fue la menor para ese mes en casi tres décadas, acumulando 4,68 por ciento en 12 meses, ritmo que se aproxima a la meta oficial.

El desempleo cayó a su nivel más bajo desde 2012 en el trimestre hasta octubre, incluso bajo el impacto de los aranceles estadounidenses.

Brasil creció 3,4 por ciento en 2024, pese a inundaciones y sequías que sacudieron al sector agropecuario. Pero los analistas mantienen un tono cauteloso:

Para 2025, la encuesta Focus del Banco Central proyecta una expansión de 2,1 por ciento. Un calendario después, el crecimiento esperado cae a 1,78 por ciento, reflejando la tensión entre tasas elevadas, presiones externas y un consumo que no logra despegar.

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