Bogotá, 1 dic (Prensa Latina) La campaña “América Latina y el Caribe, zona de paz” es una iniciativa ciudadana que impulsa hoy la recolección de firmas de organizaciones o de individuos comprometidos con la defensa del multilateralismo y el respeto estricto del derecho internacional.
Según comentó a Prensa Latina uno de sus promotores, el analista político Jaime Gómez, está impulsada por la Diáspora Latina–Suecia, una plataforma plural de latinoamericanos comprometidos con la democracia, la justicia social y la defensa de la paz, en articulación con grupos solidarios, académicos y movimientos defensores de los derechos humanos.
“La iniciativa surgió como respuesta a la creciente preocupación de comunidades latinoamericanas residentes en Suecia frente a la presencia de buques de guerra de Estados Unidos en el mar Caribe, un hecho que representa una grave amenaza para la estabilidad regional, la soberanía de nuestros pueblos y el derecho fundamental a vivir en paz”, detalló.
Añadió que, desde diversos espacios de reflexión y articulación política dentro de la diáspora, surgió la necesidad urgente de construir una voz colectiva que rechace la militarización y cualquier escalada bélica en la región.
Especificó que el propósito de la campaña es generar presión pública y política para que la comunidad internacional, a través de organismos multilaterales, asuma una postura clara en defensa del diálogo, la solución pacífica de los conflictos y el respeto a la soberanía de América Latina y el Caribe.
“Buscamos que los organismos internacionales competentes condenen toda acción unilateral de fuerza y promuevan vías diplomáticas y cooperativas como única salida legítima y responsable”, afirmó.
Recordó que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) declaró a América Latina y el Caribe como Zona de Paz en 2014, y que el Tratado de Tlatelolco de 1967 prohíbe el tránsito y la presencia de armas nucleares en la región.
“La instalación de dispositivos bélicos externos constituye una violación directa de estos compromisos, contradice los principios de la Carta de las Naciones Unidas y eleva innecesariamente el riesgo de confrontaciones armadas”, sentenció.
Gómez remarcó que a la iniciativa pueden sumarse todas las personas, organizaciones sociales, sindicales, estudiantiles, culturales, ambientales, políticas y religiosas, así como ciudadanos europeos y de cualquier nacionalidad que estén dispuestos a actuar contra la militarización y la amenaza permanente a la autodeterminación de los pueblos.
“En síntesis, es un llamado abierto a todos los demócratas y amantes de la libertad para impedir que el Caribe y América Latina se conviertan nuevamente en escenario de tensiones militares y confrontaciones geopolíticas”, enfatizó.
Si bien reconoció que existen otros caminos para promover la paz, consideró que la movilización internacional constituye hoy “una herramienta urgente, necesaria y profundamente ética”.
Desde su arribo al Mar Caribe, las fuerzas militares de Estados Unidos, bombardearon 22 embarcaciones en esas aguas y en las del Pacífico con un saldo de al menos 83 muertos.
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