Brasilia, 23 nov (Prensa Latina) La prisión preventiva de Jair Bolsonaro fue confirmada hoy en una audiencia de detención por videoconferencia desde la capitalina sede de la Policía Federal (PF), donde se encuentra arrestado el expresidente brasileño.
La jueza auxiliar Luciana Yuki Fugishita Sorrentino, quien dirigió la entrevista, forma parte del equipo del ministro Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal (STF).
Al ser interrogado, acompañado por su abogado Daniel Tesser, el exmandatario no señaló ningún abuso o irregularidad por parte de las autoridades policiales responsables de ejecutar su detención y corroboró que se le realizó un examen físico.
La audiencia de detención se realiza para garantizar que el encierro se cumplió con las garantías legales.
«Al no existir solicitudes que requieran una decisión de este juez auxiliar, y considerando las declaraciones del detenido Jair Messias Bolsonaro en esta audiencia, que indican que no hubo abuso ni irregularidad (…), apruebo la ejecución de la orden de detención», indica un apartado del acta.
De esta manera quedó válida el encarcelamiento indefinido tras la disposición firmada por De Moraes y ejecutada alrededor de las 06:00, hora local, del sábado.
La decisión del letrado, que será revisada mañana por la primera sala del STF, solicitó que esta detención se cumpliera «con el debido respeto a la dignidad» del expresidente, «sin el uso de esposas y sin ninguna exposición mediática».
Bolsonaro alegó alucinación al violar la tobillera electrónica. Uno de los motivos de su reclusión en cárcel fue su intento de romper ese equipo que lo monitoreaba durante su arresto domiciliario, desde agosto, por violar medidas cautelares.
Según el excapitán del Ejército, tuvo una alucinación porque creyó que había «algún tipo de dispositivo de escucha» en el brazalete, razón por la cual intentó abrir la tapa.
También afirmó no recordar un arrebato similar en otra ocasión.
Al ser interrogado sobre el equipo de monitoreo electrónico, “el declarante respondió que tuvo cierta paranoia de viernes a sábado debido a los medicamentos que había estado tomando, recetados por diferentes médicos, que interactuaron de forma inapropiada», indica el acta.
El uso de la medicación comenzó cuatro días antes de su arresto.
Se le preguntó al exgobernante, condenado a más de 27 años de prisión por tentativa golpista, si tenía intención de quitarse el brazalete para escapar y respondió que no tenía ninguna y que la pulsera no se rompió.
Agregó que la había roto en una ocasión en que necesitaba someterse a una tomografía computarizada.
Sobre la vigilia convocada por su hijo, el senador Flávio Bolsonaro, que también motivó su arresto, apuntó que estaba programada para «700 metros de su domicilio, por lo que no existía la posibilidad de crear disturbios que facilitaran una posible huida».
Para De Moraes, «la información confirma la intención del reo de romper el tobillero electrónico para asegurar su fuga, facilitada por la confusión generada por la manifestación convocada por su hijo».
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