Por: Ramón Antonio Veras
1.- En la República Dominicana, luego de haber transcurrido más de 60 años de estar dirigiendo el país a su antojo, las clases dominantes no tienen logros que exhibir.
2.- Un análisis sincero de la realidad dominicana nos permite comprobar que los grupos de poder solo han gobernado para su exclusivo provecho. Los esfuerzos que ha hecho el pueblo dominicano por su bienestar no guardan proporción con la negativa materialidad que padece.
3.- El estado de pobreza que lesiona a una gran parte de nuestra población sirve como prueba de que, después de más de 60 años, el pueblo no dispone de una existencia con dignidad.

4.- La no garantía de comida coloca a una gran parte de los nuestros en condición de gente que le faltan medios para pasar la vida; o sea, estamos entre indigentes y necesitados.
5.- A la no garantía de una existencia decorosa, se le suma no disponer de servicios de salud y educación de calidad ofrecidos desde el Estado.
6.- La economía nacional dominicana descansa en la fragilidad de zonas francas, turismo, préstamos y remesas. Estamos en una situación de desarrollo de aventura.
7.- La institucionalidad no funciona. La función pública está subordinada al accionar de la persona del funcionario, de la voluntad de quien esté al frente del órgano estatal.
8.- La sociedad dominicana, en lo ético y moral, colapsó. Está averiada por entero porque ha sido dominada por todos los vicios sociales propios de un orden en decadencia.
9.- Como consecuencia del estado de descalabro social, el ser humano que se ha formado en el medio dominicano arrastra, está acompañado de las taras sociales, de las manchas sistémicas.
10.- Esa persona de falta de consistencia que cambia con facilidad de pensamiento y forma de obrar; es producto del medio dominicano de hoy que se caracteriza por tener en su seno al incoherente, al liviano.
11.- Las clases dominantes dominicanas no se han ocupado de gobernar un país de gente saludable y educada, con un alto sentido de la moral y fomentar el desarrollo económico y social con sentido humano y nacional.
12.- Nuestro país ha sido dirigido por grupos que han hecho de la politiquería un negocio para desde el Estado enriquecerse, aunque el pueblo viva arrastrado.
13.- Poner a la gente a vivir dignamente, impulsar el desarrollo económico y social, adecentar la vida pública, hacer que funcionen las instituciones, formar ciudadanos en la honestidad, todo esto y algo más solamente puede ser alcanzado cambiando la dirección de la sociedad y con ella un nuevo ordenamiento económico y social.
14.- Nuestro país no debe continuar como hasta ahora, gobernado por grupos a los cuales no les interesa el bienestar del pueblo dominicano, sino su beneficio personal.
15.- Mantener la situación igual en lo económico, social, moral e institucional, es permanecer en pobreza, falta de institucionalidad y prorrogar los males sociales que nos avergüenzan.
16.- Prolongar el dominio de los que con desprecio han gobernado al pueblo dominicano es no decidirnos por interrumpir lo que mantiene a la nación dominicana hundida en el atraso, en el subdesarrollo y al margen del progreso social.
Santiago de los Caballeros,