Opiniones

La nueva cédula

A Pleno Sol

Por Manuel Hernández Villeta

La Junta Central Electoral debe sopesar si vale la pena invertir más de dos mil millones de pesos, en la confección y entrega de una nueva cédula de identidad. Si el país pasa por momentos amargos en lo que se refiere a su economía, esto podría parecer un gasto superfluo.

Por lo tanto, el organismo debe meditar y ver a fondo, si es necesario imprimir más de ocho millones de cédulas, para entregarlas a la población mayor de edad. Bajo ninguna circunstancia que se busque, la cedula nueva puede ser una opción.

El documento actual se debe quedar y postergarse hasta cuando haya una mejoría económica, todo lo referente a la nueva cédula. Es un proceso que podría ser traumático y difícil.

Por demás, la cedula actual es un documento válido, del cual en pocas ocasiones se ha dado testimonio de violaciones estructurales. Si se cuestiona la cédula a nivel popular, se verá que no se debe invertir dos mil millones en un nuevo documento.

Es más, la JCE tiene dificultades para a cada dominicano entregarle el acta de nacimiento. Son millones de nacionales que carecen del acta oficial que les permitiría llegar a obtener una cédula.

El organismo electoral debe ahora mismo fijarse como meta que cada dominicano obtenga su acta de nacimiento y pueda tener derecho a estudiar, a conseguir un trabajo y a ser agente de crédito.

La Junta tiene que mejorar los niveles de asistencia para entregar con declaraciones tardías las actas de nacimiento. Sin una masiva inscripción de indocumentados en el registro civil, se estaría organizando una nueva plataforma de la cédula, sin que miles puedan conseguir el documento, por ser ciudadanos fantasmas.

De ahí que disponer de una suma tan elevada para mejorar con un nuevo carnet a la cédula cae en un despilfarro de dinero, en un país agobiado por la miseria extrema. Esos recursos se podrían invertir en una mejor causa.

El deber de la Junta es preparar las elecciones y garantizar un proceso libre e independiente. Debe ser puesto en el tapete si con la cédula actual es posible realizar fraudes y compra y ventas del documento.

Si tomamos en cuenta las pasadas elecciones veremos que las irregularidades no se dieron con la cédula, sino algunas fallas estructurales ya mencionadas por los partidos de oposición.