10 de enero de 2025
El texto de la siguiente declaración fue publicado por los ministros de Asuntos Exteriores del G7 de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, el Reino Unido y los Estados Unidos de América y el Alto Representante de la Unión Europea.
Texto inicial:
Nosotros, los ministros de Asuntos Exteriores del G7 (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, el Reino Unido y los Estados Unidos de América) y el Alto Representante de la Unión Europea, denunciamos la falta de legitimidad democrática de la supuesta investidura de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela. Rechazamos la continua y represiva búsqueda del poder por parte de Maduro a expensas del pueblo venezolano, que votó por el cambio de manera pacífica y en gran número el 28 de julio de 2024, según observadores independientes y registros electorales disponibles públicamente.
También condenamos enérgicamente la represión que se está produciendo en Venezuela contra la sociedad civil y los miembros de la oposición, incluida la dirigente opositora María Corina Machado. En septiembre, Edmundo González Urrutia, por quien, según los relatos más creíbles, el pueblo venezolano votó por una mayoría significativa el 28 de julio de 2024, se vio obligado a abandonar el país. En una democracia, ningún dirigente político debería verse obligado a buscar refugio fuera de su patria. Este hecho inaceptable pone de relieve la urgente necesidad de que en Venezuela se cree un entorno en el que la participación democrática pueda florecer sin temor a represalias.
Compartimos la alarma expresada por los venezolanos y la comunidad internacional ante el persistente desprecio por parte de Maduro de los principios de gobernanza democrática, el estado de derecho y los derechos humanos. En particular, nos preocupan profundamente las detenciones arbitrarias y otros abusos contra civiles, incluidos niños, jóvenes y activistas, tras las protestas democráticas pacíficas que tuvieron lugar después de las elecciones y que continúan hasta el día de hoy.
Nos preocupan las repercusiones que esto sigue teniendo en la estabilidad y la prosperidad de la región, incluso en los países vecinos. Los venezolanos, ante una crisis humanitaria y la represión estatal, siguen huyendo del país en busca de mejores condiciones de vida y seguridad.
Para resolver esta crisis se necesita una solución pacífica, democrática, negociada y liderada por los venezolanos. Seguimos comprometidos a trabajar con los venezolanos y la comunidad internacional para garantizar que se respete la voluntad democrática del pueblo venezolano, expresada en las elecciones de julio, y se establezca un proceso pacífico de transición del poder.
Texto final.