Nota de prensa
6 de enero de 2025
El texto de la siguiente declaración conjunta fue publicado por el Alto Representante en nombre de la Unión Europea y los Gobiernos de los Estados Unidos, Australia, el Canadá, Nueva Zelandia, Noruega, la República de Corea, Suiza, Timor-Leste y el Reino Unido para abordar la crisis humanitaria y de derechos humanos en Myanmar.
Comienzo del texto:
Estamos profundamente preocupados por el empeoramiento de la crisis humanitaria y de derechos humanos en Myanmar. Esta crisis se ve exacerbada por la escalada de violencia, así como por la tensión entre comunidades. La represión continua y violenta que ejerce el régimen contra el pueblo de Myanmar es inaceptable.
Hay informes fidedignos de violaciones y abusos de los derechos humanos y de violaciones del derecho internacional humanitario cometidos contra civiles. Entre ellos figuran los secuestros y el reclutamiento forzoso de niños y miembros de minorías étnicas y religiosas; los bombardeos aéreos indiscriminados del ejército de Myanmar que matan y hieren a civiles y dañan la infraestructura civil; la violencia sexual y de género; la quema de viviendas; los ataques a trabajadores e instalaciones humanitarias; y las restricciones al acceso humanitario por parte del régimen militar y de diversos grupos armados. También hemos visto informes inquietantes de desmembramientos y quemas de civiles.
La intensificación del conflicto en el estado de Rakhine y el sufrimiento que sufren todas las comunidades allí, incluida la rohingya, son profundamente preocupantes. Los informes sobre violaciones del derecho internacional contra la población rohingya, además de los antecedentes de los militares de avivar las tensiones entre comunidades en el estado de Rakhine y en otras partes del país, ponen de relieve los graves peligros que corren los civiles.
Nos preocupa la falta de zonas seguras para que los civiles puedan escapar del conflicto y los ataques contra los civiles que huyen de la violencia en Myanmar. Las necesidades humanitarias han aumentado debido al conflicto y se han visto exacerbadas por la negación del acceso humanitario por parte del régimen. El conflicto en curso ha provocado el desplazamiento de más de 3,5 millones de personas, algunas de las cuales han huido del país. Más de 15 millones de personas se enfrentan ahora a una grave inseguridad alimentaria. Los brotes de enfermedades, incluido el cólera, están aumentando, mientras que las limitaciones de acceso impiden la prestación de asistencia médica.
Instamos al régimen militar y a todos los actores armados de Myanmar a que reduzcan la violencia, respeten el derecho internacional humanitario y las normas internacionales de derechos humanos, protejan a los civiles y permitan un acceso humanitario pleno, seguro y sin trabas para que se pueda proporcionar ayuda vital a todas las personas que la necesitan, incluidas las mujeres, los niños y los miembros de las poblaciones étnicas y minoritarias. Hacemos hincapié en que abordar la discriminación subyacente y el trato brutal que sufren los rohingya debe ser parte de una solución política a la crisis en Myanmar.
Instamos nuevamente a que se aplique la resolución 2669 (2022) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que pide el fin inmediato de todas las formas de violencia en Myanmar e insta a la moderación, la reducción de las tensiones y la liberación de todos los prisioneros detenidos arbitrariamente.
Reiteramos nuestro pleno apoyo al papel central de la ASEAN en la búsqueda de una solución a la crisis, incluida la labor del Presidente y el Enviado Especial de la ASEAN, en consonancia con el Consenso de Cinco Puntos, y reconocemos el importante papel del Enviado Especial del Secretario General de las Naciones Unidas a Myanmar.
Seguimos apoyando los llamamientos a un diálogo genuino, constructivo e inclusivo para encontrar una solución pacífica a la situación en Myanmar y volver al camino de la democracia inclusiva.
Texto final.
U.S. Department of State
U.S. Department of State ()