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Redoblemos esfuerzos para controlar la frontera Manuel Díaz Aponte 

diariodominicano.com

Por Manuel Díaz Aponte

Santo Domingo, R. D., 3 de enero, 2025.- Muchos ciudadanos abandonan sus terruños de origen para ir en busca de una vida mejor tratando de alcanzar con ello, aspiraciones y necesidades tan esenciales como la salud y alimentación.

El éxodo masivo adquiere cada día mayor importancia en países de diferentes continentes representando un serio problema de logística, adaptaciones y de gastos presupuestarios para los países receptores.    

Situaciones particulares como Haití cuya población languidece en una espantosa miseria y golpeada ahora con mayor intensidad producto de la crisis política-institucional prevaleciente, la cual no puede ser solucionada de ninguna manera, por su vecino, República Dominicana.

Las bandas criminales siguen controlando Puerto Príncipe pese a la presencia de la coalición armada que encabezan las tropas kenianas. En los días finales del 2024, bandoleros haitianos quemaron dos vehículos blindados de la fuerza de seguridad y la policía haitiana los enfrentó con saldo de varios fallecidos.

Ni siquiera Estados Unidos estaría dispuesto a afrontar esa difícil y compleja misión en un mundo donde la individualidad y el egocentrismo predominan.

Desde el 20 de enero, fecha histórica que dará inicio al nuevo mandato presidencial de Donald Trump (2025-2029), se comenzarán a ver masivas deportaciones de inmigrantes ilegales de diversas nacionalidades.

El presidente electo estadounidense lo prometió en su campaña electoral del recién finalizado 2024 y lo ha seguido reafirmando, de que va a implementar la mayor deportación de ilegales extranjeros en la historia establecidos en la potencia del Norte.

Con todo derecho y apegado a su soberanía EE. UU. puede sacar de su territorio de 9.3 millones de kilómetros cuadrados a todo aquel que permanezca de manera irregular.

Eso, naturalmente, tendrá una réplica en países latinoamericanos, especialmente la República Dominicana, que carga con alrededor de 4 millones de haitianos en su mayoría ilegales.

¿Se atreverán las ONG que critican las deportaciones de haitianos desde la República Dominicana a lanzar sus dardos contra el futuro gobierno de Trump?

No existe otra opción más válida para que un país haga respetar su soberanía y territorialidad que procediendo a deportar a todos los inmigrantes ilegales que buscan burlarse de las autoridades y de sus leyes, no importa que sea en Navidad o Año Nuevo. 

Las medidas preventivas contra los indocumentados no tienen receso, y si no, observemos cómo efectivos del Ejército Nacional y de la Dirección General de Migración tuvieron que emplearse a fondo en plena celebración de las festividades navideñas e inicio de este 2025 para apresar a centenares de haitianos que buscaban ingresar al país ilegalmente.   

La “camiona” no puede detenerse

Este 2025, será clave para que República Dominicana redoble sus esfuerzos para frenar el masivo flujo de inmigrantes haitianos en nuestro territorio, cuestión de legítimo derecho y de soporte soberano.

Alrededor de 250.000 inmigrantes fueron deportados por las autoridades dominicanas en 2023, y el año pasado el gobierno del presidente Luis Abinader anunció un operativo masivo cuyo fin era sacar del territorio nacional a diez mil haitianos mensualmente.  

Los reportes de la prensa nacional indican que miembros del Ejército de República Dominicana interceptaron durante el fin de semana, es decir, a pocos días de concluido el 2024 y en plena celebración de las Navidades a 139 haitianos con estatus migratorio irregular.

Los apresamientos ocurrieron en las provincias Montecristi, Valverde, San José de Ocoa, Dajabón y San Juan de la Maguana.

En 2024, Migración repatrió más de 276 mil indocumentados, la mayoría haitianos.

Esos operativos representan un gasto adicional del gobierno dominicano para fortalecer la seguridad fronteriza y por ello, todos los dominicanos debemos respaldar a los institutos castrenses que velan por nuestra soberanía.

Traidores a la Patria

Aquellos que trafican con los haitianos trayéndonos a miles de ellos al territorio nacional clandestinamente son verdaderos traidores a la Patria, que merecen el repudio de todos los dominicanos.

La comunidad internacional debe asumir en este nuevo año como prioridad el drama haitiano porque sus secuelas y consecuencias negativas podrían expandirse más allá de la región caribeña. Ya la República Dominicana no puede hacer más por Haití.

Tendremos que esperar las medidas que adoptará el nuevo gobierno de Donald Trump frente a Haití, que sigue desangrándose por la violencia que imponen las bandas criminales.

Algunos entienden que ya es tiempo de una acción más severa contra esos pandilleros. ¿Intervendrá militarmente el gobierno de Trump en Haití?    

Ante el fracaso de las disposiciones diseñadas por el actual presidente estadounidense Joe Biden para terminar con el terror y violencia en el territorio haitiano, muchos consideran que se deben endurecer las acciones y proceder a capturar a los principales líderes de las bandas criminales.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha sido tímida en la aplicación de una estrategia funcional en territorio haitiano, comenzando con el prolongado retraso para organizar y enviar una misión de seguridad integrada por efectivos militares de Kenia, tras reiteradas solicitudes hechas por el presidente Luis Abinader en distintos foros.  

Poca Ayuda

Ha faltado apoyo económico y militar a dicha estructura militar y han trascendido quejas de retrasos en los pagos de los salarios a los africanos que luchan contra las bandas que dirige el ex policía haitiano, Jimmy Chérizier, alias Barbecue.    

Las prometidas ayudas financieras de Francia y Canadá para restablecer el orden en Haití se han quedado en el olvido, y apenas Estados Unidos ha realizado contribuciones.      

Trump ha sido firme en defender la seguridad fronteriza en su país y ha criticado a la administración de Biden por su actitud permisiva al flujo migratorio.

“Nuestro país es un desastre, un hazmerreír en todo el mundo. Esto es lo que pasa cuando hay FRONTERAS ABIERTAS, con un liderazgo débil, ineficaz y prácticamente inexistente», observó Trump al hablar sobre los más recientes hechos de violencia en Estados Unidos.

En la República Dominicana sus autoridades han preservado los esquemas de seguridad tras más de tres años del agudizamiento de la crisis haitiana, evitando así el ingreso de miembros de las bandas a territorio nacional. Los pocos casos presentados han sido sofocados inmediatamente por las agencias y organismos de seguridad fronteriza del país.

El blindaje fronterizo por parte de las autoridades dominicanas es urgente y fundamental porque Haití no tiene ninguna seguridad interna y el denominado Consejo de Transición en ese territorio es simplemente letras muertas.

Somos los dominicanos y sus máximas autoridades que tenemos el deber patriótico de cuidar nuestros intereses y soberanía no importa la inversión económica, logística militar y equipos de seguridad que tengamos que emplear.

 Artículo de Manuel Díaz Aponte