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Por Manuel Hernández Villeta
Santo Domingo, R. D., 19 de diciembre, 2024.- La designación de una nueva embajadora de los Estados Unidos en el país, debe mover a reflexión. Todos conocen la fuerza mediática de ser el representante norteamericano en un país del tercer mundo. Es como un pro-cónsul que toma decisiones y dicta imposiciones.
Entre los Estados Unidos y la República Dominicana no hay una agenda abierta, por el contrario los gringos tienen la última palabra en asuntos estratégicos comunes.
Una de las preguntas básicas con una nueva embajadora es cuál será su posición en torno a la migración ilegal de Haitianos. Por lo pronto Leitt Francis Campos es partidaria de construir un muro que separe a México y los Estados Unidos.
Es asunto de política y confluencias de intereses. Ella es norteamericana, de madre española que viajó a los Estados unidos, y un padre de raíces mexicanas. Al tomar decisiones ejecutivas el sentimentalismo no vale, sino lo que dicta el poder imperial.
Los norteamericanos son partidarios de levantar campamentos de refugiados haitianos en la República Dominicana, a lo que se opone una parte importante del pueblo. Estados Unidos es claro en su mandato; ni amigos ni enemigos, solo aliados circunstanciales.
Queda en el tintero observar a la embajadora designada para ver si mantiene aquí la misma línea que en la frontera México-norteamericana. Para Estados Unidos, Donald Trump presenta una posición clara de retornar indocumentados a su país de origen.
Es más, uno de los temas iniciales de debate en su gobierno será implementar una ley donde los hijos de indocumentados no conserven la nacionalidad norteamericana. Ya los dominicanos sentaron bases al particular al rechazar constitucionalmente que los emigrados ilegales con hijos, éstos conservan la nacionalidad de sus progenitores.
En la cartilla de la embajadora de la administración Trump que comienza en enero, también está el aborto. Ella es contraria a la interrupción del embarazo y es una clara defensora de la familia. En los gobiernos demócratas se alentó el derecho de una mujer a suspender su embarazo con un aborto.
A nivel local, con el apoyo de la embajada norteamericana florecieron Ongs y movimientos feministas de apoyo al aborto, queda por ver como les irá con esta embajadora que aboga por el fortalecimiento de la familia.
Es también partidaria de la economía de libre mercado, donde los precios los fija la oferta y la demanda. El pueblo ahora mismo sufre por ese intercambio comercial que ayuda a disparar los precios de los artículos de primera necesidad. A esperar que llegue la señora Campos, para ver hacia dónde va su administración.