El Papa Francisco habla durante la audiencia general semanal, en la sala Pablo VI del Vaticano, el 11 de diciembre de 2024. REUTERS
diciembre 12, 2024
El papa Francisco dijo que el cambio climático y las guerras, entre otras cosas «representan una amenaza para la existencia de la humanidad en su conjunto».
CIUDAD DEL VATICANO —
El papa Francisco pidió el jueves nuevos acuerdos internacionales para reducir la carga de la deuda que soportan los países de bajos ingresos y cambiar el gasto en armamento y equipamiento militar por la erradicación del hambre en el mundo.
En un mensaje previo al Año Santo Católico Romano 2025, que comienza el 24 de diciembre, el pontífice dijo que el cambio climático global, las guerras, el trato desigual a los emigrantes y otros problemas «representan una amenaza para la existencia de la humanidad en su conjunto».
«No bastan los actos esporádicos de filantropía», dijo. «Son necesarios cambios culturales y estructurales para que se produzca un cambio duradero».
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Los años santos católicos, también conocidos como Jubileos, se celebran normalmente cada 25 años, y se consideran un tiempo de paz, perdón e indulgencia. Este Jubileo durará hasta el 6 de enero de 2026.
El llamamiento del papa con vistas al Jubileo formaba parte de su mensaje anual para la Jornada Mundial de la Paz de la Iglesia, que se celebra el 1 de enero.
El título del mensaje, que tradicionalmente se envía a los dirigentes mundiales y a los jefes de instituciones como las Naciones Unidas, es «Perdona nuestras ofensas: concédenos tu paz».
Francisco ha pedido en repetidas ocasiones lo largo de sus 11 años de papado que las naciones más desarrolladas perdonen las deudas a las que se enfrentan los países de bajos ingresos. En el nuevo mensaje, el Papa dijo que muchas naciones más pobres también se enfrentan a una «deuda ecológica» debido a los impactos previstos del cambio climático.
«La deuda externa se ha convertido en un medio de control por el que ciertos gobiernos e instituciones financieras privadas de los países más ricos explotan sin escrúpulos y de forma indiscriminada los recursos humanos y naturales de los países más pobres», afirmó el pontífice.
