San Juan, 11 dic (Prensa Latina) El fiscal estadounidense para Puerto Rico, W. Stephen Muldrow, anunció hoy que un gran jurado acusó de diversos delitos a 56 miembros de pandillas violentas de narcotraficantes en el área metropolitana de San Juan.
Contra los imputados, entre los que se encuentran el policía Fernando Torres Galarza (“Perro”) y el cantante de reguetón CDobleta, cuyo nombre real es Luis N. Isaac Sánchez, un gran jurado emitió acusaciones el 5 de diciembre por posesión y distribución de sustancias controladas, violaciones de armas de fuego y asesinato, entre otros.
“El procesamiento de (estos individuos) ejemplifica nuestros esfuerzos continuos para desmantelar las bandas de narcotraficantes y reducir los delitos violentos y la violencia con armas de fuego en Puerto Rico”, dijo el fiscal federal Muldrow en rueda de prensa.
En este aspecto el agente especial a cargo de la oficina del Buró Federal de Investigaciones (FBI) en San Juan, Joseph González, manifestó que “la lucha contra las pandillas violentas requiere un enfoque que abarque a toda la sociedad».
Dijo enorgullecerse de que «esta desarticulación a gran escala es el resultado del trabajo conjunto de los distintos componentes del gobierno, especialmente las fuerzas del orden, con y para las comunidades”.
Los imputados se enfrentan a una acusación de decomiso por narcóticos de 31 millones 347 mil 400 dólares que representa un cálculo de las ganancias generadas por su tráfico ilegal de drogas.
Desde alrededor de 2021 hasta la fecha de la acusación formal, la organización de narcotráfico imputada distribuyó heroína, fentanilo, base de cocaína (conocida como crack), cocaína, marihuana, Tramadol y Clonazepam en las barriadas de Sabana Abajo, Luis Lloréns Torres, Los Mirtos, Lagos de Blasina, La Esmeralda, El Coral y Monte Hatillo, entre otras.
Las organizaciones de narcotráfico que operaban en esas áreas llegaron a un acuerdo, denominado La Paz, para realizar sus operaciones de narcotráfico como aliados, aunque cada zona estaba controlada por su propio liderazgo y estructura, sus miembros podrían confiar entre ellos para obtener protección, drogas y armas.
Su operación también incluía la distribución ilegal de narcóticos, incluido el transporte de cantidades de kilogramos de cocaína en ciudades de Estados Unidos, y actuaban en conciertos y videos musicales juntos en los complejos de vivienda de los demás usando armas reales para proyectar el poder de su alianza.
En ocasiones, los agentes de policía corruptos accedieron a bases de datos de las fuerzas del orden para obtener información privilegiada, como datos de matriculación de vehículos y de identificación personal.
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