Por Ramón Mercedes
NUEVA YORK.- Según un informe publicado por Robin Hood y el Center on Poverty and Social Policy de la Universidad de Columbia, indica que desde la pandemia, uno de cada tres habitantes de NYC, donde residen cientos de miles de dominicanos, ha recurrido a una despensa de comida.
La inseguridad alimentaria afecta a 1,9 millones de neoyorquinos, lo que representa un aumento del 76 % desde 2021, ya que 1 de cada 6 hogares con niños carece de lo suficiente para comer, y es mayor que el aumento del 55 % observado a nivel nacional.
Las tasas más altas en la ciudad se registran en El Bronx, donde 1 de cada 5 residentes y 1 de cada 3 niños padecen inseguridad alimentaria.
El Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) es un programa federal que emite tarjetas EBT para comprar alimentos. Alrededor del 35% de los neoyorquinos reúnen los requisitos para recibir SNAP. Ver: https://www.ny.gov/services/apply-snap
La Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible cuenta con 17 objetivos que establecen que la erradicación de la pobreza debe ir de la mano de estrategias que fomenten el crecimiento económico y aborden una serie de necesidades sociales como la educación, la sanidad, la protección social y las perspectivas de empleo, al tiempo que se combate el cambio climático y se protege el medio ambiente.
En 2022, aproximadamente 735 millones de personas (9,2 % de la población mundial) se encontraban en estado de hambre crónica, un aumento vertiginoso en comparación con 2019.
Además, se estima que 2400 millones de personas se enfrentaron a inseguridad alimentaria de moderada a grave en 2022; lo que significa que carecen de acceso a una alimentación suficiente. Este número aumentó en unos alarmantes 391 millones de personas en comparación con 2019.
El persistente aumento del hambre y la inseguridad alimentaria, impulsado por una compleja interacción de factores, exige atención inmediata y esfuerzos globales coordinados para aliviar este desafío humanitario crítico.
El hambre y la malnutrición extremas siguen siendo un obstáculo para el desarrollo sostenible. 2000 millones de personas en el mundo no tienen acceso habitual a alimentos seguros, nutritivos y suficientes. En 2022, 148 millones de niños sufrieron retraso en el crecimiento y 45 millones de niños menores de 5 años sufrieron emaciación.