Brasilia, 17 nov (Prensa Latina) Al menos 20 jefes de Estado y Gobierno de todo el mundo llegaron desde el sábado hasta hoy a la ciudad brasileña de Río de Janeiro para la Cumbre de Líderes del G20.
Prevista para celebrarse mañana y el martes, la reunión tiene en aganda como temas priorizados la reforma de la gobernanza internacional, la erradicación del hambre y la pobreza, y la transición hacia energías sostenibles.
De las 19 naciones que componen el G20, junto a las uniones Europea y Africana, solo Rusia no tendrá al presidente o primer ministro presente.
El mandatario Vladimir Putin no viene al foro y envió como representante al canciller Serguei Lavrov, quien llegó este domingo a Río.
Por su parte, el presidente chino, Xi Jinping, tiene llegada prevista para esta jornada, mientras que su homólogo estadounidense, Joe Biden, debe aterrizar alrededor de las 21:00 (hora local) viniendo de Manaos, capital del norteño estado de Amazonas.
En su visita oficial a Manaos, el demócrata afirmó que no considera la Amazonia como pulmón del mundo como se dice, sino como «corazón y alma» del planeta.
Señaló que «el bosque nos une, nos inspira, nos enorgullece de la herencia de nuestros países. Es una mirada al pasado y al futuro. Ella trae lecciones que se transmiten de generación en generación», agregó.
Al final de su discurso ante la prensa, Biden hizo un llamamiento para la preservación de la selva amazónica, para el beneficio de toda la humanidad.
«Vamos a preservar este lugar sagrado para nuestro tiempo y para siempre», concluyó.
Tal declaración fue dada después que el político norteamericano sobrevolara un área de la selva amazónica y visitó el Museo del Amazonas (Musa), una especie de «jardín botánico» en medio de Manaos.
Con esta breve estancia, Biden se convirtió en el primer presidente de Estados Unidos en ejercicio que visitó la región del Amazonas.
Además, anunció una inversión de 50 millones de dólares para el Fondo Amazonia que reúne donaciones internacionales para financiar acciones de reducción de emisiones provenientes de la degradación forestal y la deforestación.
También apoya a comunidades tradicionales y organizaciones no gubernamentales que trabajan en la región, y proporciona recursos directamente a los estados y municipios para acciones de lucha contra la deforestación y los incendios.
En su arenga, Biden destacó ese logro: «Hoy estoy orgulloso de estar aquí. El primer presidente en ejercicio de Estados Unidos que visita la selva, comprometido a salvar las selvas».
Señaló que no es necesario elegir entre la economía y el clima, pues es posible «hacer ambas cosas».
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