Cultura

Centenario de Edith Piaf: una voz prodigiosa, una vida difícil



París, Francia 19 diciembre (PL) Cien años cumpliría hoy Edith Piaf, una de las cantantes francesas más reconocidas del siglo XX.

Piaf tuvo una existencia difícil, que seguramente nutrió la sensibilidad de una cantante excepcional que popularizó en muchos países piezas como Mon Legionnaire, Je ne regrette rien, La vie en rose, Les amants de Paris, Hymne a l’amour, Mon Dieu y Milord. También destacó como actriz de cine y teatro.

Cuentan que el mismo día de su nacimiento, su padre, un acróbata, se emborrachó y abandonó a su madre, una cantante ambulante que carecía de recursos.

Por ello, decidió entregarla a la abuela materna de la pequeña, quien con el pretexto de acabar con los microbios de la bebé, la alimentaba con vino, en lugar de leche.

Años más tarde, la pequeña pasó a manos de su padre, quien a punto de partir al frente de la Primera Guerra Mundial, la encargó a la abuela paterna de la niña, una mujer propietaria de una casa de citas. Edith Piaf fue criada por las prostitutas que allí trabajaban.

A los 16 años, se enamoró y quedó embarazada. Dio a luz a una bebé llamada Marcelle, que murió con solo dos años de edad, víctima de una fuerte meningitis.

En una ocasión, cantando en la calle, oyó su prodigiosa voz Louis Leplee, dueño del Cabaret Gerny’s, muy conocido en París. Éste la convirtió en una gran estrella de cabaret. El éxito había llegado a su vida. Sin embargo, varios hechos desafortunados la golpearon tras el asesinato de Leplee.

Después de la Segunda Guerra Mundial logró volver a los grandes escenarios de Europa y América.

En 1946, conoció al boxeador Marcel Cerdan, el gran amor de su vida. Cerdan murió al estrellarse el avión en el que viajaba para encontrarse con ella. Esta nueva tragedia la deprimió y se hizo adicta al alcohol y a los tranquilizantes. En 1959 le diagnosticaron cáncer.

Dos años después, fue premiada por la Academia Charles Cros, por toda se carrera artística. El 11 de octubre de 1963, murió en Provenza (sureste de Francia).

El hecho de que a 100 años de su nacimiento y a varias décadas de su fallecimiento, sus piezas se canten y tarareen y su voz siga haciendo vibrar a públicos de todas las edades, confirma que las grandes estrellas no mueren, pasan a la eternidad.

2015-12-19 09:18:18