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Por José Gómez Cerda
Santiago, R. D., 31 de octubre, 2024.- El primero de noviembre del 2024 se conmemora el 50 aniversario del asesinato de la líder sindical cristiana, campesina, Florinda Soriano Muñoz (Mamá Tingó), asesinada ese día en 1974 en Gualey, Hato Viejo, Yamasá, en República Dominicana.
Mamá Tingó es un símbolo de la lucha por la tierra y un ejemplo de la mujer rural en la defensa de los derechos del campesinado en toda América Latina y el Caribe.
Florinda Soriano Muñoz, Mamá Tingó, nació el 8 de noviembre de 1921, hija natural de Eusebia Soriano. Fue bautizada en la parroquia Espíritu Santo de esta comunidad de Villa Mella, el día 6 de diciembre de 1922. Contrajo matrimonio con un campesino llamado Felipe con el cual procreó una familia.
Mamá Tingó era un militante de la Liga Agraria Cristiana de una comunidad de 350 familias pobres, que venían luchando por varios años por la tierra que los vio nacer y que trabajaron varias décadas, pero terratenientes y políticos disfrutaban de los títulos de propiedad, en forma mal adquirida.
Varios acontecimientos ocurrieron antes del asesinato de la líder sindical.
Varios jóvenes fueron heridos, a la señora Altagracia Rosario le cortaron una oreja, decenas de campesinos de esa comunidad estuvieron en prisión en varias ocasiones, entre ellos su líder natural, Florinda Soriano Muñoz (Mamá Tingó), mujer de edad avanzada y analfabeta, pero con cualidades y autoridad suficientes para encabezar la lucha contra los desalojos injustificados.
Después de poner una querella contra el terrateniente Pablo Díaz, la sindicalista fue asesinada por Ernesto Díaz (Turín).
La Federación Dominicana de Ligas Agrarias Cristianas (FEDELAC), y la Confederación Autónoma de Sindicatos Cristianos (CASC) denunciaron a nivel nacional e internacional este asesinato.
Hay que destacar la labor del periodista Juan Manuel García, quién hizo varios reportajes, antes y después del asesinato, sobre la situación de los campesinos en esa comunidad, toda la prensa nacional, radio, periódicos y televisión destacaron ese asesinato.
Pero el asesinato de Mamá Tingó no es un caso aislado en la lucha por la tierra. El 30 de junio de 1975, en Alto de Peguero, El Cuey, en El Seybo, fue asesinado Dionisio Frías (Mister Beca) también militante de las ligas agrarias cristianas.
Mamá Tingó es un ejemplo de la participación de las mujeres en el sindicalismo y en la lucha para que la tierra sea de los hombres y mujeres que la trabajan.
El sindicalismo dominicano y latinoamericano tiene a esa mujer campesina, Doña Florinda Soriano Muñoz, (Mamá Tingó), como un ejemplo de los campesinos organizadas.
Desde la muerte de Mamá Tingó, quien fuera un símbolo de la lucha y defensora de los derechos del campesino en América Latina y el Caribe, Juan Muñoz de la Cruz, su primo, recuerdo aquellas vivencias.
“Éstos eran terrenos comuneros, pero que tenían dueño. Se decía que las tierras eran de unos Marchena, pero la gente siguió trabajando…
Vino el mayor Román, jefe de las Fuerzas Armadas y le compró dizque a la gente, vino, desalojó y esta parte la cercó un tal Carbucia, no dejaban que uno trabajara y empezó esa lucha’’, cuenta Muñoz de la Cruz.
Más adelante Román vendió las tierras a Virgilio Pérez Bernard para sembrar piña, lo que activó la lucha y provocó el apresamiento por un mes de decenas de agricultores.
Luego Mamá Tingó y un señor conocido como Higinio, arrendaron por un año un terreno, y llegaron los tiempos de campaña balaguerista, y los políticos prometieron que repartirían la tierra, pero lo que hicieron fue cercar los terrenos, provocando así la movilización de todos para asegurar sus terrenos con alambres de púa.
“Ella empezó a moverse por los partidos, nosotros teníamos ya la organización Liga Agraria Cristiana de la FEDELAC y estábamos afiliados a la Confederación Autónoma de Sindicatos Cristianos (CASC), que siempre defendió a los campesinos, entonces cuando se empezó a tratar de verse con los políticos y cuando ellos ganaban no daban la cara.
Mamá Tingó vio que los campesinos estábamos en lucha y entonces se unió con decisión y sin miedo, y se hizo dueña y vocero de todos’’, comentó el primo de ella.
“Valió la pena porque se consiguieron las tierras y producen pimientas, cada quien trabaja, siembran naranjas y hay hasta granjas de pollo. Si no hubiese sido por ella fuera peor,
Inspirado en la valentía de Florinda Soriano (Mamá Tingó), Brígido Nolasco, profesor de primaria y quien fuera su vecino en Gualey (hoy Sabana Grande), conserva unos apuntes que escribió hace un tiempo para ella, y reconoce lo servicial que era la sindicalista campesina.
“Ella era una persona trabajadora, vendía leña a las panaderías y carne para criar dignamente a sus hijos”, refiere al remembrar la disputa de su tierra con el terrateniente Pablo Díaz, luego que ella pusiera una querella en su contra y ordenó su muerte a través del capataz Ernesto Díaz (Turín).
“Ella y su esposo fueron donde Balaguer a ver si les cedían la tierra, pero les hacían promesa y no hacían nada, era su deseo comprarla, pero actuaron muy tarde”.
Entre sus apuntes, Brígido dice que Mamá Tingó era oriunda de San Felipe de Villa Mella; llegó un día al lugar en que más tarde contrajo matrimonio con Felipe Muñoz, procreando siete hijos, a quienes cuidaba y protegía junto a una hermana. ‘’Ni ella ni su esposo tuvieron oportunidad de asistir a la escuela, vivían con el pan de cada día”.
Una hija de crianza de Florinda Soriano Muñoz (Mamá Tingó), ha continuado la lucha, junto con otros compañeros y compañeras sindicalistas de la región de Yamasá; ella se llama Jesús María de Paula, mejor conocida como “Enriqueta”.
En el año 2000 el Programa Mundial de Alimentación (PMA), de Naciones Unidas, con motivo del Día Internacional de la Mujer, rindió homenaje a Jesús María de Paula, líder de la Federación de Mujeres Campesinas Mamá Tingó, de República Dominicana, por su labor en favor de mejorar la condición del sector campesino.
Las vivencias experimentadas por ”Enriqueta” junto a Mamá Tingó, la impulsan a continuar la lucha que iniciara la líder comunitaria y sindicalista, proponiéndose esto como meta en la vida.
En octubre 2005, el síndico del municipio Santo Domingo Norte, licenciado Daniel Carvajal Louis, desvelizó una tarja en honor a la heroína campesina Florinda Soriano Muñoz (Mamá Tingó), asesinada en 1974. La tarja está en la plaza del mismo nombre, en El Cruce de la Bomba, en la carretera que comunica a Yamasá con Guanuma.
Décimas, poemas y canciones resaltaron las virtudes de la líder sindical campesina, entre ella un merengue del cantante Johnny Ventura titulado «Mamá Tingó », y la referencia de la cantante argentina Mercedes Sosa durante el espectáculo « 7 días con el Pueblo », que organizó la CGT.
El gobierno dominicano designó la primera estación del METRO, de Santo Domingo, con el nombre de “MAMÁ TINGÓ”
La Universidad de Trabajadores de América Latina (UTAL), designo el aula principal de actos, con el nombre de Mama Tingó; El Instituto de Formación Agria y Sindical (INFAS) tiene un aula de reuniones, con el nombre de ó Tingó. Mamá Tingó es un ejemplo en la lucha en defensa de los intereses de los hombres y mujeres que trabajan la tierra, para que no haya; NI HOMBRES SIN TIERRAS; NI TIERRAS SIN HOMBRES.
Para mi, fue un honor apoyar la lucha de Mamá Tingó, cuando compartía con Gabriel del Rio, la dirección de la Confederación Autónoma de Sindicatos Cristianos (CASC), a la cual estaba afiliada la Federación Dominicana de Ligas Agrarias Cristianas (FEDELAC), y la Liga Agraria Cristiana, a la cual estaba afiliada Mamá Tingó, y sus fieles seguidores, en esta lucha por el derecho a las tierras de los hombres y mujeres que la trabajan.
José Gómez Cerda