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Santo Domingo, R. D., 25 de octubre, 2024.- El presidente de la Unión Demócrata Cristiana –UDC- Luis Acosta Moreta, Luis “El Gallo”, rechazó hoy las presiones que quieren ejercer sobre el país organismos internacionales y el gobierno de los Estados Unidos, cuando se trata de la deportación de haitianos ilegales.
Advirtió a las Naciones Unidas y a la Organización de Estados Americanos que la República Dominicana es un país libre y soberano, al cual no se le puede poner un narigón en su política migratoria.
Dijo que en lenguaje parcializado a diario la ONU y la OEA dan a conocer informes sobre las deportaciones de ilegales, considerando que se están violando los derechos de los haitianos, y que se les da mal trato.
La ONU abre sus puertas a la permanente denuncia de los haitianos, que hablan mal de la República Dominicana, pero callan las violaciones a los derechos humanos que llevan a cabo los Estados Unidos con los ilegales.
Lamentó que el secretario general de la OEA también de cabida a opiniones que no se ajustan a la verdad y que dejan traslucir una gran parcialidad..
En estos momentos, manifestó, los dominicanos están ejerciendo su derecho en lo que se refiere a la deportación de haitianos indocumentados, y eso no lo pueden impedir estos organismos internacionales.
La ONU y la OEA deben estar para debatir con sinceridad los problemas, sin parcialidades odiosas y sin querer ir al fondo del mal para encontrarle una solución.
Nunca estas dos instituciones presentan el cuadro dominicano, que con todas sus limitaciones y problemas económicos acoge a miles de refugiados, que llegan de forma continua al país.
A los secretarios generales de la ONU y la OEA es bueno decirle que las deportaciones van a continuar, porque la República Dominicana no puede soportar la carga de estos cientos de miles de personas que se encuentran en el país de forma irregular.
Pidió a las dos instituciones que también se pronuncien sobre la ayuda humanitaria que el país da a los haitianos, incluyendo la gran cantidad de parturientas que vienen a parir a las maternidades nacionales.
Esta carga, por razones humanitarias, el país la lleva al hombro en desmedro de las dominicanas, porque hay maternidades donde la mitad de los partos son de haitianas con documentos o sin ellos.
También hay cientos de miles de haitianos trabajando en la industria de la construcción y en las agroindustrias, mientras otros realizan trabajos diversos en las grandes ciudades.
Manuel Hernandez Villeta