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Por Manuel Hernández Villeta
Santo Domingo, R. D., 22 de octubre, 2024.- El flujo de masas dejado por la lucha a favor y en contra de la reforma fiscal, debe ser canalizado hacia un gran diálogo nacional. Es sentarse el liderazgo político, económico, social y popular a buscar soluciones a los problemas del país.
En solitario, ningún gobierno tendrá fuerzas y posibiliddes de emprender la marcha hacia el desarrollo. Son muchos los escollos a vencer, Se necesita el apoyo, la neutralidad, la crítica positiva para que una idea prospere.
Después de unas elecciones, viene el reflujo de las masas. Los ganadores, a disfrutar de sus empleos y canonjías, y los perdedores, lamentarse, ampliar acusaciones de que le hicieron fraude, y expulsar a los contrarios en los debilitados partidos.
Caminando los primeros cien días comenzaron a levantarse las banderolas de la oposición y el gobierno entró de lleno con su reforma fiscal. Un pleito de gigantes, en una causa perdida.
Por senderos diferentes, tiene que buscarse el crecimiento de los gobiernistas y los opositores. Falta mucho para las elecciones, pero el trabajo político. Partidista, no es el ejercicio de una mañana, sino la unificación de hechos.
El diálogo debe buscar una línea única para enfrentar la migración masiva de ilegales haitianos. Tiene que ser una política de Estado, apoyada por todo el pueblo. De poco servirían dos o tres ´días de apresamientos y deportaciones.
Por el momento se está cumpliendo la disposición de deportar semanal a 10 mil haitianos. Me parece que no hay condiciones logísticas inmediatas para poder deportar esa cantidad de indocumentados en tan corto tiempo.
Además, se tiene que dar una idea clara y definitiva de cuál es la situación de la República Dominicana con el represamiento del río Masacre. Los haitianos han continuado con sus provocaciones, contando con el apoyo de organismos internacionales.
El Consejo de Gobierno de Haití luce beligerante, ofensivo, desconocedor del derecho publico internacional.Vierte posiciones de odio sobre los nacionales, y nada se hace,
Es necesaria la concertación entre gobierno y empresarios para poner fin al agiotismo y la especulación,. Los productos básicos en la dieta de los dominicanos no deben faltar en la mesa, adquiridos a precios justos.
Sobre el diálogo, debe estar integrado al mismo la iglesia católica, la cual guardó silencio en torno a la reforma fiscal. Un tema de tanta trascendencia no motivó ni un comentario del clero.
Sin dudas que es una iglesia distinta a cuando su jefe era el Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, pero se necesita la opinión de los ensotanados, en problemas que son vitales para el país.
