Juan María Ramírez
Los principales actores industriales y empresariales de República Dominicana definen de muy positivo la apertura al diálogo en torno al proyecto de Ley de Modernización Fiscal que impulsa el Gobierno, debido a que como está formulado actualmente, atenta contra el desarrollo productivo, la competitividad y crecimiento económico del país.
Julio Brache, presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), aclaró que no se opone a la reforma, sino, a la forma como está planteada y que lo que procede es que se implemente de manera gradual.
Estimó que la gradualidad es lo que más conviene, tanto para aumentar, como para colocar nuevos impuestos, así como para desmontar los incentivos existentes que gozan algunos sectores que integran el aparato productivo nacional.
Recordó que para el 1 de enero del año próximo, conjuntamente con la aplicación de la reforma que plantea del Gobierno, entre en vigencia el desmonte total del acuerdo del país con DR-CAFTA.
Explicó que eso significa que, como industria, deberán continuar haciendo las inversiones de lugar para poder competir con países mucho más desarrollado que RD, como Estados Unidos. “Cuando usted se da una vuelta por los supermercados de aquí y los establecimientos comerciales, se dará cuenta que estamos llenos de productos, no sólo americanos, sino, también europeos”.
Sostuvo que la industria nacional necesita cada año renovar su aparato productivo y realizar las inversiones de lugar para poder seguir compitiendo con los demás países desarrollados y, al mismo tiempo, crear los empleos necesarios y contribuir con el crecimiento del Producto Interno Bruto.
Por eso, afirmó, ven como mucho agrado el anuncio hecho por el presidente de la República, Luis Abinader, el convocar a un diálogo tripartito, donde podrán exponer sus inquietudes, tal como lo hicieron este martes ante la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados.
De su lado, Juan Celso Marranzini, presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), explicó que el sector empresarial no se opone a la reforma, sino, a que se elabore de tal forma que no afecte a los sectores productivos de la nación.
Apuntó que dentro del proyecto de reforma fiscal hay puntos que afectan la competitividad y el desarrollo del sector productivo, por lo que el diálogo es el mejor camino para llegar a acuerdos, aunque admite que todos los sectores deberán poner su cuota de sacrificio.
Consideró necesario tomar en cuenta la capacidad de las empresas de generar empleos, que continúen las inversiones y el crecimiento, por lo que cree debe haber un equilibrio, de ahí que destaca la apertura al diálogo por parte del presidente de la República.
“Esa es la actitud correcta, realmente inspira confianza y permite que se llegue a los mejores acuerdos. Dialogando es la forma de lograr lo mejor para el país y esa es nuestra disposición”, sostuvo Marranzini, quien fue escuchado por la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados.
Mientras que, David Llibre, presidente de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (Asonahores) explicó a los miembros de la Comisión de Hacienda de la CD, la preocupación del sector por la eliminación de los incentivos que plantea el proyecto de reforma fiscal.
Sostuvo que el turismo es responsable en los actuales momentos del 30 por ciento de la generación de divisas en RD, por tanto, tiene una alta cuota de responsabilidad con la estabilidad cambiaria, por lo que su preocupación es, además, por el futuro de la economía de la nación.
“Con esta responsabilidad hemos venidos para dar explicaciones porque, al día de hoy, con 86 mil habitaciones hoteleras, es necesario contar con una ley que permita mantener las inversiones que están llegando a la República Dominicana”, exclamó.
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