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JUAN DE HERRERA, JÍNOVA Y PERALTA, PUEBLOS DEL SUR DOMINICANO
POR TEÓFILO LAPPOT ROBLES
MUNICIPIO JUAN DE HERRERA
El Municipio Juan de Herrera forma parte de la provincia San Juan. Su ubicación está al norte de la ciudad de San Juan de la Maguana, que es la capital provincial.
Antes de la llegada de los españoles lo que hoy es el territorio de Juan de Herrera era el centro de mando del cacique Caonabo, quien controlaba su vasto dominio desde el Corral de los Indios.
Según la más socorrida información que circula en esa comunidad, su origen como poblado con los perfiles que les daban los españoles a las villas que fundaban se remonta al año 1700, cuando se asentó allí un ibérico del mismo nombre, dedicado a la ganadería.
El 12 de agosto del 1978 la entonces Sección Juan de Herrera fue elevada a Distrito Municipal, en virtud de lo dispuesto por el artículo 21 de la Ley 916, el cual reza así:
«La Sección Juan de Herrera, perteneciente a la jurisdicción territorial del Municipio de San Juan de la Maguana, Provincia de San Juan, constituirá en lo sucesivo un Distrito Municipal con el nombre de Juan de Herrera y estará integrado por las Secciones Jínova y Sosa. Su cabecera será la Villa denominada Juan de Herrera.»1
Catorce años después Juan de Herrera fue elevado a municipio en virtud de la Ley No.18-92, promulgada el 10 de junio de 1992. Según el segundo Considerando de dicha ley para esa fecha ese municipio tenía «un promedio de más de 47,000» habitantes.
El IX Censo de población y vivienda del año 2010 arrojó, como estadística poblacional de esa comunidad, 13,062 habitantes, con 45.09% de ellos en el área urbana y el 54.91% en la parte rural.
Vale decir que para el 2010 había un predominio de las áreas rurales sobre el núcleo urbano de ese pueblo. En el presente, según las informaciones que manejan las autoridades municipales de allí, ha habido una reversión, con más moradores urbanos que rurales.
Algo que llama la atención es que en último censo referido, efectuado 18 años después que Juan de Herrera fue transformado en municipio, la población había disminuido allí en 34,000 personas, con relación a los moradores del 1992. Es posible que los estadígrafos al servicio del Congreso Nacional hayan abultado la primera cifra, pues por lo visto en esa zona no se ha dado algo asimilable al fenómeno demográfico denominado la España vacía.
Los registros históricos de la comunidad, a los cuales tuve acceso, consignan que en el 1925 se construyó allí, por órdenes del entonces presidente de la República Horacio Vázquez, un canal para regar la tierra hasta Jínova. En el 1946 se abrieron varias calles cuando Juan de Herrera era todavía una Sección. La energía eléctrica fue instalada ya entrada la sexta década del siglo pasado.
Sin embargo, vale indicar que hay muchos caminos de ese municipio, particularmente hacia el norte del Corral de los Indios, y lugares adyacentes, que se encuentran en muy malas condiciones, dificultando así que la producción agrícola de la zona tenga pueda ser comercializada con la debida fluidez.
Por esos lugares hay parajes y secciones que dan la impresión de que quedaron atascados en el túnel del tiempo, si se compara el presente con reseñas informativas de hace noventa años, por ejemplo.
En la edición del periódico El Cable, correspondiente al 10 de julio de 1929 se informaba que a esa fecha por esa área el camino era desastroso y los puentes no eran tales por el peligro que representaban para quienes cruzan por ellos. Ese histórico medio informativo sanjuanero indicaba que: «Hacia el Norte hay buenos campos en cultivo.» El cronista también enfatizaba que «la agricultura necesita caminos expeditos que faciliten la salida de sus productos y ese no lo está.»2
Los pioneros de la educación en la comunidad de Juan de Herrera fueron los meritorios comunitarios Carlos Peguero, Pilar Guerrero y Pedro Suero.
El calendario católico dominicano, para la celebración de días de santos y vírgenes, coloca a Juan de Herrera como uno de los varios pueblos que tienen como patrona a la Virgen de la Altagracia, celebrando una liturgia especial cada 21 de enero.
El territorio de Juan de Herrera es de 146 kilómetros cuadrados. Por allí discurren, en ruta hacia la parte llana provincial, los ríos Jínova y San Juan. Es una zona eminentemente agrícola, con gran producción de maíz, plátanos, habichuelas, guandules, yuca, arroz, yautía, mangos y otros frutales.
Para que se tenga una idea de la configuración geográfica que tenía ese municipio, al momento de adquirir dicha condición en la distribución política y administrativa, es pertinente indicar que el artículo 1 de la referida Ley 18-92 dispuso que:
«El Distrito Municipal de Juan de Herrera, del Municipio de San Juan de la Maguana, Provincia San Juan, República Dominicana, queda elevado a la categoría de Municipio. Su cabecera será «Juan de Herrera» y quedará integrado las Secciones de Jínova y Sosa, que a su vez estarán integradas como sigue: Jínova, por los Parajes Jaquimeyes, Jínova Abajo, Las Cabirmas, Mata Ratón, Corbanal, Cañada de Luis y el Donao; y Sosa, integrada por los Parajes de Las Carreras, Piedra Blanca y el Hoyo de Sosa; además, Juan de Herrera contará con los parajes Corral de los Indios, Las Ovejas, Sabana de la Vaca, Buena Vista, La Rubia, La Peña, Berrinche y Los Montones.»3
Luego de catorce años con ese estatus, y por mandato de la Ley 205-06, se introdujeron cambios importantes en la referida composición geográfica del Municipio Juan de Herrera, con la elevación a Distrito Municipal de Jínova. Los parajes Sosa, Jaquimeye y Corbanal fueron convertidos en Secciones.
Al volver a recorrer una parte del Municipio Juan de Herrera, y luego de la lectura de la novela La Reina de Santomé, en la cual su creador, Guillermo Piña Contreras, utiliza, al decir del laureado escritor Marcio Veloz Maggiolo, «la memoria descriptiva», me da la impresión de que en el discurrir de la misma hay muchos elementos de las realidades pasadas y presentes de esa comunidad sureña.
Aunque Piña Contreras se haya nutrido de los estilos de Marcel Proust, gran autor de la clásica obra En busca del tiempo perdido, y del novelista y cineasta Alain Robbe-Guillet para pergeñar la referida novela de raigambre sanjuanera, se tiene el pálpito de que los personajes Guillú y particularmente el abuelo Papapa transitaron imaginariamente por campos, ríos, veredas y costumbres de esa hermosa tierra que es Juan de Herrera.4
En un mapa plano se comprueba que el Municipio Juan de Herrera está casi en el centro de la provincia de la cual forma parte, y está arropado por todos los puntos cardinales por el municipio de San Juan de la Maguana.
OLIVORIO EN JUAN DE HERRERA
Los campos de Juan de Herrera fueron de los predilectos del célebre personaje Olivorio Mateo para desplazarse en sus labores de reclutamiento de adeptos y de prédicas con una mezcla bastante heterogénea de creencias populares y nacionalismo a su modo. Mateo ha sido calificado como curandero, supersticioso, santón, manipulador, político y misionero religioso.
La Agüita de Liborio es un lugar enclavado en la parte montañosa ese municipio. Allí hay un peñón donde dicen que se sentó varias veces el referido protagonista, quien se enfrentó tanto a caudillos de la zona como a los invasores de los EE.UU. que por segunda vez ocuparon militarmente el país, en el 1916 (la primera vez fue en el año 1905, cuando desembarcaron por el lugar antes llamado Pajarito, ahora Villa Duarte, en la lateral sur de la ciudad de Santo Domingo). En Agüita de Liborio hay una especie de manantial, que más bien es un chorrito de agua sin ningún tipo de atractivo. En ese lugar San Miguel reina como una especie de fetiche olivorista, en medio de piedras y palos pintarrajeados.
En ese lugar del municipio Juan de Herrera, donde la ignorancia y la fe van de la mano, no faltan los famosos doce nudos a los cuales se refiere el gran investigador recientemente fallecido Carlos Esteban Deive, en su ensayo El olivorismo: estudio de un movimiento mesiánico, que contiene un gran despliegue de detalles sobre el sincretismo mágico religioso.5
A esos estrambóticos nudos también se refirió el periodista Emigdio Osvaldo Garrido Puello en su obra Olivorio, ensayo histórico, en la parte que comenta los dichos y frases de Olivorio en el sentido de que el mismísimo Dios le había encomendado para una misión de «treinta y tres años para sanar a los heridos y curar a los enfermos.»6
Indagué en el lugar y para mi sorpresa todavía en Agüita de Liborio algunos nostálgicos recrean escenas de una ceremonia que en el paraje Palma Sola realizaban hace más de seis décadas atrás, en torno a una denominada Cruz del Juramento, que la socióloga, filósofa y educadora Lusitania Martínez describe como un esotérico «despacho de brujas», elevando al firmamento los espíritus negativos, con la ayuda de un trozo de caoba. Tal vez, agrego yo, hacían ese acto de taumaturgia mediante maniobras de fintas.7
Todavía acuden a ese lugarejo personas a hacerle reverencia a esa celebridad mesiánica e indescifrable que fue Olivorio Mateo Ledesma, también llamado Papa Liborio. Muchos de esos fervorosos visitantes pretenden curarse de enfermedades y mitigar duendes y fantasmas inquietos que pueblan sus ingenuidades vivenciales. Bailes, velas, comida, cantos, rezos y atabales forman parte del ritual escénico que se desarrolla allí casi en estado de éxtasis.
Lauren Derby, historiadora y académica de la Universidad de los Ángeles, California, en su obra La seducción del Dictador, define a Papá Liborio como «un curandero local, héroe regional y mártir nacional.» Ella misma sostiene que a la muerte de ese personaje de leyenda sus seguidores dejaron de sembrar la tierra, no enviaban a los niños a las escuelas y crearon «una fantasía de Estado..Bajo la atenta mirada de una virgen viviente de piel clara y ojos azules llamada La Purísima…»8
Es que aunque Oliborio Mateo fue asesinado por tropas de los invasores estadounidenses, el día 27 de junio de 1922, muchos todavía tienen la creencia fantasiosa de que está vivo.
El investigador sanjuanero Sobiesky De León promovió un documental titulado Salga el mal y entre la luz, centrado en la consigna de que Oliborio fue un profeta religioso que se transformó en dirigente social, arrastrando tras de sí multitud de seguidores.
En el 1984 el cantautor bonaero Luis Díaz compuso una canción titulada Liborio, que se mantuvo en el gusto popular por mucho tiempo: «Dicen que Liborio ha muerto/Liborio no ha muerto na/Liborio estaba bailando en los campos e Samaná/A Liborio le tiraron en Arroyo del Limón/porque lo encontrán curando con su garrote de piñón/…A Liborio lo que le pasa es que no come pendejá/Liborio no le come al yanquee pendejá, no le come al gringo pendejá no le come a nadie pendejá…»9
DISTRITO MUNICIPAL JÍNOVA
Mediante la Ley 205-06, promulgada el 3 de mayo del 2006, la entonces Sección Jínova fue elevada a la categoría de Distrito Municipal, para lo cual el Congreso Nacional invocó su condición de centro de gran producción agrícola, ganadera y comercial. Se indicó entonces que estaba en «un proceso de desarrollo ascendente.»
Al transformar a Jínova en la dicha condición, el artículo 2 de la mencionada ley indica que: «Al Distrito Municipal de Jínova le corresponderán los parajes Sosa, El Hoyo, Jaquimeyes, Corbanal, Las Carreras, Solorín, Las Cabirmas, Matarratón, Jínova Abajo y San Ramón.»10
Por disposición del texto legal referido Jínova está enmarcada en los siguientes límites: Al Norte: Municipio Juan de Herrera. Al Sur: Municipio San Juan de la Maguana. Al Este: Sección Mogollón y al Oeste: Paraje Loma Verde.
El tema de la dificultad del agua ha sido recurrente entre los moradores de Jínova.
En el 2017 el gobierno les prometió a los comunitarios de ese distrito municipal la construcción de una presa, para optimizar la producción agrícola de la zona; pero transcurrido cuatro años todo indica que será uno de esos tantos anuncios gubernamentales que se convierten en humo de paja, pues hasta ahora nada se ha hecho al respecto.
El 16 de mayo de 1925, hace 95 años, uno de los hermanos Garrido Puello (pudo ser Víctor o Emigdio) escribió una reseña en el periódico El Cable, de San Juan, describiendo un interrogatorio héchole a un campesino de la zona.
El resumen es que lo increparon por usar el agua de Jínova sin tener permiso oficial y el labriego respondió: «Necesitaba agua para levantar mi cultivo, la tenía Jínova y la cogí.Si el gobierno no quiere que los campesinos trabajen, entonces debe buscarle ocupación a los que no saben coger lo ajeno.»11
MUNICIPIO PERALTA
La zona donde está enclavado el hoy Municipio de Peralta hacía parte del nitainato de Azua, regido por el nitaíno Cuyocaguas, el mismo que enfrentó valientemente a Cristóbal Colón en la Bahía de Palmar de Ocoa. Era una porción del Cacicazgo de Maguana, el cual a la llegada de los conquistadores españoles estaba bajo el mando del cacique Caonabo.
Según notas sueltas en la historia, referente al Cacicazgo de Maguana, el gerifalte español Diego Velázquez de Cuéllar (de gran incidencia en los primeros años del siglo XVI en esa zona del país) poseía un inmenso hato de ganado vacuno en los contornos de lo que es el Municipio de Peralta.
El núcleo de la comunidad de Peralta comenzó como un simple caserío en estribaciones de la Cordillera Central, en la parte que corresponde a la provincia de Azua.
El 12 de junio de 1974 la entonces Sección de Peralta fue elevada a Distrito Municipal, mediante la Ley No.678, con la nota de que entraría en vigencia el día primero de agosto de dicho año. Estaba acompañado por las Secciones Majagual y Carrizal.12
Sus habitantes llaman a Peralta «la tierra del cafeto esperanzador». Ciertamente allí se cosecha de manera abundante un café de alta calidad, con grandes plantaciones que florecen especialmente en las lomas El Gajo, Naranjito. El Pinal, La Laguna, La Vereda, Guayullar, Arroyo Seco, Carrizal y La Sabana. También hay allí una elevada producción de plátanos, guineos, habichuelas, yuca, papas, cebollas, aguacates y frutos menores.
Sus orígenes se remontan a los tiempos coloniales, tal y como se comprueba tanto en la cartografía de esa época como en la cronología de hechos trascendentales producidos en ese punto del país, tan rico en acontecimientos históricos desde los tiempos precolombinos hasta el presente.
Con el paso del tiempo Peralta fue evolucionando hasta que el 12 de agosto de 1978 se promulgó la Ley No.916, mediante la cual el entonces distrito municipal fue elevado a Municipio, con las prerrogativas administrativas propias de esa clasificación.
El artículo 1 de dicha ley establece de manera textual que: «El Distrito Municipal de Peralta, perteneciente a la jurisdicción territorial del Municipio de Azua, Provincia de Azua, queda erigido en Municipio con el nombre de Municipio de Peralta. Está integrado por las Secciones de El Carrizal, el Majagual y Puerto. Su cabecera será la Villa denominada Peralta.»13
La demarcación de Peralta tiene una extensión territorial de 129 kilómetros cuadrados, y está ubicado en la región de Valdesia. El Noveno Censo de Población y Vivienda, del 2010, arrojó para ese territorio sureño una población de 15,257 habitantes.
El Municipio Peralta tiene como límites territoriales los siguientes: Al Norte colinda con Padre Las Casas y Guayabal. Al Este con Estebanía. Al Sur con Azua de Compostela y al Oeste con Las Yayas de Viajama y Tábara Arriba.
Por su territorio transcurre el famoso río Jura y hay otros cursos de agua con categoría de arroyos.
Bibliografía:
1-Artículo 21, Ley No.916, promulgada el 12 de agosto de 1978.
2-El Cable.AGN.Volumen CLIX. Editora Búho, 2012.Pp277 y 278.Recopilador Edgar Valenzuela.
3- Ley No.18-92, promulgada el 10 de junio del año 1992. Gaceta Oficial No.9856, del 15 de abril de 1993.
4-La reina de Santomé. Editada por la Fundación Marcio Veloz Maggiolo, 2019. Guillermo Piña Contreras.
5-El Olivorismo: estudio de un movimiento mesiánico.Ensayo publicado en 1973. Carlos Esteban Deivi.
6-Olivorio, ensayo histórico. S/p de imprenta,1963. E.O. Garrido Puello.
7- Palma Sola, su geografía mística y social.Editora Búho, 2003.P 142.Lusitania Martínez.
8-La Seducción del Dictador.ADH.Editora Búho, 2016. Pp401 y 402. Lauren Derby.
9-Canción liborio.1984. Autor e intérprete Luis Díaz.
10- Ley No.205-06, promulgada el 3 de mayo del 2006.
11-El Cable.AGN.Volumen CLIX. Editora Búho,2012.P206.Recopilador Edgar Valenzuela.
12- Ley No.678, promulgada el 12 de junio de 1974.
13-Ley No.916, promulgada el 12 de agosto del año 1978.
2020-02-07 20:47:45