El primer ministro de Haití, Garry Conille, conversa con la Voz de América en Nueva York, el 25 de septiembre de 2024, en un aparte en su agenda durante la 79 Asamblea General de las Naciones Unidas.
septiembre 25, 2024
En entrevista con la VOA, el primer ministro haitiano Garry Conille instó a la comunidad internacional a no olvidar al país, sumido «en la violencia por las pandillas y llamó a los aliados a actuar con más rapidez, al tiempo que reconoció la responsabilidad como Estado para solucionar la crisis.
NUEVA YORK /WASHINGTON —
El primer ministro de Haití, Garry Conille, aseguró este miércoles que «no está satisfecho» con el ritmo de la asistencia internacional y pidió a los aliados «sentir la urgencia» de salvar vidas en su país, asediado por pandillas violentas.
Al mismo tiempo, reconoció en entrevista con la Voz de América que los haitianos deben ser «más responsables» en encontrar una solución propia a la severa crisis humanitaria y de seguridad que atraviesa la nación.
«Mientras tenga más de 14 barrios controlados por pandillas, nunca estaré satisfecho con nada. Tenemos que hacerlo mejor. Nuestros socios tienen que actuar con más rapidez. Todos tenemos que sentir la urgencia. Se trata de vidas humanas. Se trata de un país (…) cuyo futuro está en peligro. Así que no, no estoy satisfecho», dijo.
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Conille conversó con la VOA durante una pausa en su agenda en la 79 Asamblea General de Naciones Unidas y afirmó que viajó a Nueva York para dialogar con los países aliados que respaldaron la formación de una Misión de Apoyo Multinacional a la Seguridad, liderada por Kenia y respaldada por la ONU y EEUU.
El veterano político, que ya actuó como premier haitiano entre 2011 y 2012 y cuenta con más de 20 años de carrera en Naciones Unidas, insistió en que «es completamente inaceptable que no se estén destinando los recursos limitados que se requieren para que veamos un progreso significativo» en el país.
«Dicho esto, también entiendo que, como Estado soberano en el gobierno, nosotros, los haitianos, tenemos que ser más responsables. Tenemos que hacer más con nuestros activos. Necesitamos luchar contra la corrupción (…) Necesitamos poder exigirnos cuentas, y eso es lo que nuestro gobierno está tratando de hacer», indicó.
Impaciencia por cambios en Haití
La nación haitiana sufre una de las peores crisis humanitarias y de seguridad en su historia reciente. Más de la mitad del país y casi la totalidad de su capital, Puerto Príncipe, están bajo el poder de las pandillas, que han sembrado el caos y la violencia, impidiendo incluso la llegada de ayuda humanitaria para aliviar a cientos de miles de haitianos en necesidad de alimentos, medicinas y combustible.
EEUU, junto a países como Kenia, impulsan la asistencia a Haití, que además lucha por estabilizar su gobierno tras la muerte del presidente Jovenel Moise en 2021 y la renuncia forzada del primer ministro Ariel Henry, obligado a dejar su puesto por una coalición de poderosas pandillas.
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Hasta ahora, la Misión de unos 400 policías enviados por Kenia y alrededor de dos docenas de agentes provenientes de Jamaica ha logrado poco avance para detener a los pandilleros.
Ante esta situación, unido a la insalubridad y la hambruna, los haitianos están ávidos de una solución que mejore sus vidas, algo que el primer ministro Garry Connill reconoce.
«Entiendo la impaciencia. Entiendo que la gente esté sufriendo. Entiendo que si vives en un campamento, como los más de 600.000 haitianos que han estado viviendo en estas circunstancias durante años, quieres ver una mejora en tu vida. Lo que la gente tiene que entender es que este será un esfuerzo a largo plazo», advirtió.
Según Conille, su gobierno ha heredado «una fuerza policial limitada en términos de número y capacidad» y mencionó, entre varios ejemplos, el del presidente Nayib Bukele en El Salvador, que ha logrado controlar a las pandillas en los últimos años, con métodos efectivos, aunque cuestionados por defensores de Derechos Humanos.
El Salvador «tiene 300 policías por cada 100.000 habitantes, tiene un ejército de 4.500 y tiene 10 veces mi presupuesto en términos de recursos. A Bukele le tomó meses, años antes de que pudiera ver el éxito», dijo el premier haitiano, quien también se refirió a esfuerzos similares en Jamaica, Brasil y Colombia.
«Este es un esfuerzo a largo plazo que requerirá coraje y compromiso, y eso es lo que estamos haciendo», destacó Conill.
Recursos para Haití
En una entrevista previa con la Voz de América, el subsecretario de Estado de EEUU para el Hemisferio Occidental, Brian A. Nichols, aseguró que trabajan en ampliar la fuerza de la Misión de Seguridad en Haití con agentes policiales de otros países.
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Nichols recordó que Washington ha destinado 65 millones de dólares a esta iniciativa y adelantó además que trabajan en la creación de un sistema de financiamiento «claro, predecible y algo que puede dar a la misión en Haití la capacidad de entender las necesidades del pueblo haitiano».
El alto funcionario lamentó, no obstante, que «la mayoría de los países alrededor del mundo no han contribuido financiamiento, ni logística, ni material para la misión» en la nación haitiana.
De ahí que el primer ministro Conill ponga énfasis en la importancia de su viaje a Nueva York, aunque reconozca que todavía el camino para recuperar a su país sea largo.
«Vuelvo ahora mismo a Haití con muchas promesas, mucha buena voluntad, mucha buena fe. Pero la realidad es que necesito volver con soluciones, con resultados, con recursos, para que la vida de la gente pueda mejorar», concluyó.
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