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PARÍS, 25 sep (Xinhua) — Se prevé que el crecimiento del producto interior bruto (PIB) global se estabiliza en el 3,2 por ciento durante 2024 y 2025, mientras que la inflación debería seguir disminuyendo, dijo hoy miércoles la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su último pronóstico sobre la economía mundial. Según las perspectivas económicas de la OCDE, está previsto que el crecimiento anual del PIB en Estados Unidos se desacelere hasta el 2,6 por ciento en 2024, reduciéndose todavía más hasta el 1,6 por ciento en 2025, si bien este decrecimiento se verá amortiguado por una mayor laxitud de la política monetaria. Para la Eurozona, la OCDE señaló que se prevé un crecimiento del 0,7 por ciento del PIB en 2024, seguido de una aceleración hasta el 1,3 por ciento en 2025, con la actividad respaldada por una recuperación de los ingresos reales y mejoras. en la disponibilidad de crédito. La inflación general ha seguido bajando este año en la mayoría de los países, en parte debido a nuevos descensos en los precios de alimentos y una inflación baja o negativa en energía y bienes, señaló la organización, sumando que la reciente caída pronunciada en los precios del petróleo y la continua relajación de los precios alimentarios mundiales podrían ejercer una mayor presión bajista sobre la inflación general a corto plazo. «Los precios del petróleo han bajado más de un diez por ciento desde julio, en medio de las expectativas de un exceso de oferta para el próximo año y la preocupación del mercado por el debilitamiento del crecimiento de la demanda de petróleo (…) Si los precios del petróleo mantienen su nivel actual, la inflación global podría reducirse en alrededor de 0,5 puntos porcentuales durante el próximo año», explicó la OCDE. Según la OCDE, el descenso de la inflación en los precios de consumo ha apuntalado el gasto de los hogares, proporcionando un contrapeso al impacto negativo de unas condiciones financieras restrictivas y la incertidumbre sobre el actual conflicto de Ucrania y la evolución de la crisis en Oriente. Medio. Junto con un crecimiento estable del PIB y una mayor desinflación, la OCDE también señaló que los ingresos reales mejorarían, mientras que una política monetaria menos restrictiva en muchas economías contribuirá a consolidar la demanda. La recuperación de los ingresos reales podría dar un mayor impulso a la confianza y el gasto de los consumidores, mientras que nuevos descensos en el precio del petróleo acelerarían la desinflación. Se prevé que la inflación general en las economías del G20 baje del 5,4 por ciento en 2024 al 3,3 por ciento en 2025.