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Santiago de Chile, 24 sep (Prensa Latina) La segunda edición del Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA), presentada hoy aquí en la sede de la Cepal, analiza los desafíos y oportunidades de estas tecnologías para los pueblos de la región.
Los principales hallazgos del estudio, que en esta ocasión aumentó de 12 a 19 el número de países evaluados, fueron detallados por Rodrigo Durán, gerente del Centro Nacional de Inteligencia Artificial de Chile.
El índice asigna un puntaje de cero a 100 a cada nación, según el desarrollo alcanzado en la promoción y uso de estos conocimientos que están transformando de manera acelerada la realidad.
Chile, un país pionero en la materia junto a Brasil y Uruguay, ocupa el primer lugar con 73,06 unidades, mientras Guatemala, El Salvador y Honduras están a la zaga con 25,9; 25,7 y 23,7 puntos, respectivamente.
Durán precisó que entre los problemas más importantes a nivel regional figura la formación del talento necesario, el cual comparativamente está hoy día al mismo nivel mostrado en los países más desarrollados hace ocho años.
Sin embargo, agregó, no se trata sólo de crear el capital humano, sino de generar la capacidad necesaria para retenerlo y evitar convertirse en exportadores netos de personal altamente capacitado.
Apuntó en este sentido a la importancia de la igualdad de género y la participación femenina donde, según el ILIA, marchan a la cabeza México, Bolivia, Paraguay, Uruguay y Honduras.
Respecto al impacto de la Inteligencia Artificial (IA) en el mercado laboral, el documento precisa que más allá de una amenaza, puede ser una herramienta para facilitar y ahorrar tiempo en la ejecución de las tareas en varias profesiones y servicios.
No obstante, el jefe de operaciones del Banco Interamericano de Desarrollo, Pablo Angelli, hizo referencia a un estudio de la entidad sobre el impacto de esta tecnología en más de 100 millones de empleos en los próximos 10 años en todo el continente.
Esther Kuish-Laroche, directora de la oficina regional de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), precisó que la IA tiene el potencial de abordar desafíos actuales y permite imaginar y hacer cosas hace poco tiempo impensables.
Sin embargo, puntualizó, también hay riesgos y por eso debe asegurarse su aplicación guiada por principios fundamentales, como la transparencia, la orientación al beneficio social y la sostenibilidad.
Recordó que los Estados miembros de la Unesco aprobaron por unanimidad la recomendación de promover políticas y regulaciones a la Inteligencia Artificial basadas en estándares éticos y de respeto a los derechos humanos.
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