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Santo Domingo, R. D., 7 de septiembre, 2024.- El Observatorio Nacional para la Protección del Consumidor aseguró que la única forma de garantizar el derecho de la población consumidora a satisfacer sus necesidades básicas es mediante la indexación de los salarios conforme a los niveles de inflación.
La entidad de defensa de las poblaciones consumidoras reveló que los precios de los alimentos han subido significativamente desde febrero de 2023, ocasión en la que se solicitó un pequeño ajuste a los salarios, que ya ha sido absorbido por la inflación, por lo que ya urge, de nuevo, verdaderamente indexar los pagos a la empleomanía y a quienes reciben pensiones.
En febrero de 2023, un botellón de agua costaba 50 pesos, mientras que actualmente cuesta 100 pesos. Una libra de pollo, que antes costaba entre 75 y 80 pesos, ahora tiene un precio que varía entre 96 y 100 pesos. Lo mismo ocurre con otros productos de alto consumo, como el azúcar, el arroz, la leche, las habichuelas, los plátanos —que de nuevo han subido de precio—. Lo mismo ocurre con los cereales, las pastas alimenticias, las frutas, los vegetales, y prácticamente con todos los artículos esenciales de la dieta dominicana.
A estas alzas en los alimentos se suman otros incrementos, como los servicios públicos domiciliarios, destacándose el caso de la tarifa eléctrica, que ha aumentado significativamente pese a los recurrentes apagones. Asimismo, los precios de los alquileres, los medicamentos y otros gastos básicos continúan subiendo, lo que convierte la vida de las personas consumidoras en un verdadero calvario que debe ser compensado con ajustes salariales acordes a los niveles de precios.
Onpeco considera que debe haber una coordinación entre los ministerios de Trabajo, Economía, Planificación y Desarrollo, y el Ministerio de Agricultura para realizar un levantamiento de información que permita abordar la situación crítica que enfrenta las poblaciones del país ante las necesidades básicas de consumir alimentos y el uso de servicios fundamentales
Los productos importados también reflejan incrementos, lo cual se atribuye a la variación de la tasa de cambio. Esta fluctuación se percibe claramente al comparar el poder adquisitivo del peso dominicano con el dólar, que es la moneda de referencia.
La mayoría de los precios están dolarizados, mientras que los salarios continúan muy bajos y en pesos, lo que genera un desequilibrio insostenible para las familias, especialmente para quienes viven de sus bajos salarios y pensiones.
Onpeco también resaltó que se ha descuidado la producción nacional de productos como los guandules, que ahora escasean y, cuando se encuentran, tienen precios prohibitivos, al igual que otros productos. Esta situación se agrava por el hecho de que muchas tierras productivas han sido destinadas a la construcción de viviendas.
Onpeco recordó que el principal derecho de las personas consumidoras es la satisfacción de sus necesidades básicas, derecho que está siendo amenazado por la disparidad entre el poder adquisitivo de la población, particularmente de aquellas con ingresos fijos, como son quienes solo viven de sus salarios y pensiones.
Santo Domingo, D.N., RD
7 de septiembre de 2024
