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Ciudad de Panamá, 22 ago ( Prensa Latina) El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, inicia hoy una visita de dos días a Panamá centrada en la creciente migración irregular rumbo a Estados Unidos.
De acuerdo con la vocera del Palacio de las Garzas (sede del Ejecutivo), Sareis Pineda, el mandatario de la vecina nación será el primer invitado por el anfitrión jefe de Estado, José Raúl Mulino, para una reunión al más alto nivel, en la que también tratarán asuntos relacionados con transporte, comercio y agricultura.
A su llegada, Chaves y su delegación, serán atendidos por el canciller Javier Martínez -Acha, asistirán a una cena y mañana viernes se llevará a cabo el encuentro entre presidentes.
El pasado 1 de julio, Chaves asistió a la ceremonia de toma de posesión de Mulino como presidente de Panamá; mientras el actual gobernante anfitrión, aún como candidato presidencial visitó San José, el 18 de abril, en lo que el Gobierno costarricense calificó como una audiencia de cortesía.
En octubre de 2023, Chaves realizó una visita oficial al país istmeño y recorrió la comunidad de recepción de migrantes en Lajas Blancas, en la selva de Darién, en la frontera con Colombia.
El pasado año, según cifras oficiales, cruzaron la inhóspita selva más de 520 mil personas, de ellas un 20 por ciento de menores de edad.
Según se conoció, en 2023, Chaves firmó un decreto que declara la crisis de la migración irregular como Emergencia Nacional, lo cual permite tomar medidas administrativas, operativas y económicas y trabajar con procedimientos más ágiles para apoyar las labores de las instituciones relacionadas con la protección de las familias que ya se encuentran en las fronteras.
Panamá por su parte, lanzó la campaña “Darién no es una ruta, es una jungla” y anunció acciones como el incremento de deportaciones, cambios en las estaciones de recepción en comunidades indígenas y controles más severos en aeropuertos y otras vías formales de ingreso al país.
Ambos Gobiernos apuestan por garantizar una migración controlada y segura, pero requieren de apoyo internacional y demandan responsabilidad compartida entre las naciones emisoras, de tránsito y de destino.
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