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Colegio Químico Dominicano y la Defensa del Interés Público

Humberto Contreras Vidal

Por Humberto Contreras Vidal

Los colegios profesionales son asociaciones de personas que agrupan a profesionales de una misma disciplina. Ejemplos son:  el Colegio Médico Dominicano (CMD), el Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA), el Colegio Dominicano de Psicólogos (CODOPSI), entre otros.

Los colegios profesionales cumplen principalmente con los siguientes objetivos: Regulan el ejercicio profesional, Defienden los intereses de sus miembros, Fomentan la actualización y desarrollo profesional en coordinación con las instituciones de educación superior y, Establecen normas de conductas para ejercer la profesión.

Los colegios profesionales son importantes en la sociedad porque contribuyen a garantizar la calidad de los servicios y defienden el interés público.

La defensa del interés público se lleva a cabo cuando se da seguimiento al cumplimiento de las normas y de las leyes. Por tal razón, sigue siendo urgente que el congreso nacional y el poder ejecutivo pongan en agenda la creación del Colegio Químico Dominicano.

Los profesionales de la química necesitan de un marco legal que proteja su ejercicio profesional. De esta manera se podrá impedir, o al menos reducir, que cualquier persona esté produciendo productos químicos sin la debida formación ni la autorización que otorga el Estado Dominicano a través del exequátur.

Asimismo, la compra, manejo y almacenamiento de determinadas sustancias químicas debe estar regulada por ley y bajo la supervisión de un químico.

Este vacío legal está asociado a los accidentes y tragedias que recurrentemente se publican en los medios de comunicación masiva como son: muertes por consumo de bebidas alcohólicas con contenidos de metanol, incremento de enfermedades en la piel y cuero cabelludo debido a la composición química y falta de regulación en el proceso de fabricación de productos químicos cosméticos.

La ausencia de la aplicación eficiente de protocolos de seguridad en las industrias, por falta de conocimiento sobre las propiedades químicas y físicas de las sustancias químicas, ha provocado tragedias en fábricas de plásticos tanto en Santo Domingo como en San Cristóbal. Otros muchos accidentes han ocurrido y seguirán ocurriendo si no se regula esta situación.

El Colegio Químico Dominicano, sin duda, será en la República Dominicana el principal defensor del interés público en todo lo que le corresponda, y al mismo tiempo, el principal aliado del sector empresarial e industrial para incrementar la calidad de los productos que se consumen en el país.

El Colegio Químico Dominicano podría ser promotor de la formación de una federación de colegios profesionales con la finalidad de que los profesionales dominicanos sean mejor valorados en base a su formación y las leyes.

Se debe reducir significativamente el ejercicio profesional ilegal en todas las áreas del conocimiento. Esto permitirá que haya mayor reconocimiento de los estudios técnicos y profesionales en la República Dominicana, y al mismo tiempo, que haya mayor garantía de protección de los intereses colectivos a nivel nacional.

Confiamos en la prudencia y el sentido común de nuestro señor presidente constitucional Luis Rodolfo Abinader Corona  y en todos los diputados y senadores que están comprometidos con el cambio que merece el pueblo dominicano. El Colegio Químico Dominicano debe ser una realidad para beneficio y seguridad de toda la familia dominicana.

El autor es doctor en ciencias químicas, residente en Santiago de los Caballeros. huco71@gmail.com

Humberto Contreras <huco71@gmail.com>