spanish.news.cn| 2024-07-11 12:35:15|
Por Wu Hao, Edna Alcántara y Xi Yue
MÉXICO, 10 jul (Xinhua) — El Zoológico de Chapultepec, uno de los lugares más emblemáticos y visitados en la Ciudad de México por ser el hogar de más de 200 especies, incluyendo varios felinos y primates rescatados de tráfico animal o maltrato, así como de una carismática familia de osos panda que han hecho suyo este espacio durante casi medio siglo, se encuentra de manteles largos celebrando este mes su 101 aniversario.
El 6 de julio de 1923, a iniciativa del biólogo mexicano Alfonso L. Herrera, se colocó dentro de la primera sección del Bosque de Chapultepec la primera piedra de este zoológico, recordó en una entrevista reciente con Xinhua, Fernando Gual Sill, director general de Zoológicos y Conservación de Fauna Silvestre de la Ciudad de México.
Se estaba planeado inicialmente como lugar de recreación, pero un año posterior a su construcción pasó a ser además un centro de conservación y preservación de especies al lograr una cría de bisonte americano, que en esos tiempos estaba en peligro de extinción, explicó.
De acuerdo con el responsable de este enigmático parque zoológico, si bien a lo largo de los 101 años de historia se han incluido diversos programas e iniciativas para la reproducción y conservación de especies, fue a partir de 1975 «cuando se retoma la educación y programas de investigación» nacionales e internacionales, con la llegada de China de los pandas Pe Pe y Ying Ying.
«Fue un gran evento el 10 de abril de 1975, y parte de la mitad de la historia del zoológico ha sido acompañado por los pandas gigantes», y gracias a ellos y su descendencia, este zoológico «se convierte en uno de los lugares más visitados hasta el día de hoy», reconoció Gual Sill.
Pe Pe y Ying Ying han sido la pareja más prolífica a nivel mundial, ya que concibieron en cautiverio y en la Ciudad de México ocho crías, entre ellas la famosa Tohui, a quien le sobrevive su hija Xin Xin (esperanza), de 34 años recientemente cumplidos, y que se mantiene «como la joya» del zoológico.
Xin Xin es una de nuestras embajadoras de la buena voluntad entre China y México y de la amistad que llevan de casi 50 años, desde que llegaron sus abuelos por primera vez al país latinoamericano, reafirmó el funcionario dependiente de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de Ciudad de México.
«El panda gigante, que es el mensajero de la buena voluntad entre China y México, es uno de los animales favoritos para todos los mexicanos, muchos de nosotros venimos desde niños a conocer a Pe Pe y Ying Ying, que fueron los primeros que llegaron a México, y después a Tohui, que es la mamá de Xin Xin y que nació en 1981, (lo que) fue un evento a nivel mundial, porque en ese entonces no nacían muchos pandas fuera de China, y a partir de ahí hubo ocho nacimientos en México», rememoró.
La panda Xin Xin, fue la última en nacer en el zoológico de Chapultepec, en 1990, «como una segunda generación bajo el cuidado profesional y pues estamos muy orgullosos, los mexicanos, de haber contribuido a la conservación del panda, al estudio y a la reproducción del panda (…) nos sentimos muy orgullosos y afortunados de poder cuidar pandas durante los últimos 50 años en la Ciudad de México», destacó.
Se permite, dijo, difundir el mensaje de la conservación en estos Centros de Conservación de la Vida Silvestre de la Ciudad de México, en donde en poco más de medio siglo del zoológico «ha sido testigo del proceso de vida de cientos de ejemplares, desde su nacimiento, su etapa reproductiva y el final de su ciclo de vida, incluyendo a los osos panda, que muchos de ellos han llegado a edad longeva».
Itzel Wenthier, estudiante mexicana en la carrera de contabilidad, celebró esta semana, junto con su madre, abuela y hermano, el 101 aniversario del Zoológico de Chapultepec, visitando a la panda Xin Xin, a quien le compartió además, su felicidad por el fin de exámenes del último semestre y recuperar «ese niño interior».
La joven de 21 años, si bien, no conoció a los primeros osos panda llegados de China a Chapultepec, ni a su famosa hija Tohui, dijo en declaraciones a esta agencia informativa sentirse identificada con ellos, por ser una gran familia unida y pasar de generación en generación.
«Mi mamá sí la llegó a conocer a Tohui, de hecho salió una canción, que una artista muy famosa de México la cantaba, y me acuerdo que también de niña venía a visitarlos», explicó la estudiante al reconocer que gracias a la buena relación entre China y México se logró tener osos panda en el país y que eso, dijo, además «enaltece esta relación, nos fortalece y logra mantener esa amistad que creo que es muy importante, y para nosotros los jóvenes (…) es fundamental».
Lilia Salcedo, una trabajadora administrativa del Instituto Mexicano de Seguro Social, y que también es visitante frecuente de este parque silvestre, confesó en entrevista que a cinco décadas de vida, mantiene «muy vivos» sus recuerdos de cuando sus padres le llevaron a conocer a los tiernos osos pandas a este parque en el que han crecido, jugado, adaptado al clima y reproducido.
Al igual que Itzel, también ve con buenos ojos la buena intención mostrada de China, al enviar a sus mejores embajadores, así como también los «grandes esfuerzos» de los mexicanos por contribuir en su conservación.
La construcción del Zoológico de Chapultepec, que recibe anualmente alrededor de cinco millones de personas, se inspiró en el modelo del Giardino Zoológico em Museo de Zoología de Comune di Roma, que en esa época era novedoso, y los primeros habitantes fueron dos bisontes americanos y tres cachorros de león africano.
Actualmente, alberga a 1.800 animales de 205 especies distribuidos en 17 hectáreas. Se exhiben especies de distintas regiones de las cuales destacan el panda gigante, así como especies endémicas de la Cuenca de México, como el ajolote de xochimilco o el conejo de los volcanes.
Durante la década de los 90, fue remodelado en su totalidad y la colección animal fue distribuida en zonas bioclimáticas artificiales: pastizales, franja costera, desierto, bosque tropical, bosque templado, además de que cuenta con un aviario, un mariposario y un herpetario.
También se aprovechó el cierre total durante un año a causa de la pandemia de COVID-19, para añadirle nuevos atractivos, como un auditorio, un centro de exposiciones, una biblioteca, así como un Dinosaurium, con más de 30 piezas en exhibición, reproducciones científicas de dinosaurios mexicanos a escala, y el Museo del Ajolote.
Otras de las ramificaciones del Zoológico de Chapultepec es el de preservar y recibir animales decomisados por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat, ministerio) de México, que a lo largo de los últimos años han sido más de 204 animales silvestres, la mayoría felinos en un santuario y primates.
La investigación y conservación de especies en este lugar se ha extendido a otras especies en peligro de extinción como el lobo mexicano, el borrego cimarrón, el cóndor de California, el tigre de sumatra, el águila real, los teporingos, entre otros, con lo que de acuerdo con el sitio oficial de la Sedema, el parque es considerado como el «Zoológico Nacional» y uno de los mejores en América Latina.