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LA GUERRA FRÍA FUE CALIENTE (2)

Teófilo Lappot Robles

POR TEÓFILO LAPPOT ROBLES

En la Guerra Fría los países arremolinados en los grupos militares denominados OTÁN y Pacto de Varsovia desarrollaron una lucha de gran intensidad, socavando la paz mundial. Fue una zozobra desde el principio hasta el final.

Detrás de todos los conflictos armados de esa época estaba el complejo industrial militar, cuya razón de ser no es otra que el incremento exponencial de sus negocios armamentísticos.

Con lenguaje cáustico miembros de las élites políticas, económicas y militares de los Estados Unidos de Norteamérica se referían al aparato gubernamental soviético con la frase despectiva de “el oso moscovita”.

Por su parte los entonces dirigentes soviéticos esparcían expresiones ponzoñosas contra los grupos que siempre han encarnado el poderío supremo de Occidente.

Para los jefes eslavos, que en aquel tiempo lideraban una considerable cantidad de países desde el Kremlin, no muy lejos del río Moscova, el águila calva era lo contrario de lo que representa para los estadounidenses, desde que la escogieron como su ave nacional el 20 de junio de 1782.

Fue una guerra psicológica sin tregua, en la cual cada parte tachaba a la otra de ser un peligro para la humanidad.

Fred Halliday, profesor de Relaciones Internacionales de la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres, escribió que: “En Europa, el asesinato político marcó el inicio y el final de la guerra fría”.

Pero fue más explícito y contundente el referido filósofo y académico irlandés al señalar que: “Durante el período, mientras Europa vivía en paz (con excepción de la guerra civil griega), más de veinte millones de personas, según cálculos, perdieron la vida en los conflictos del Tercer Mundo, desde Corea y Vietnam a Afganistán, pasando por Angola y Nicaragua”. (Ensayo titulado Asesinatos durante la guerra fría. Publicado en el 2005.Fred Halliday).

En el 1949, cuando la Guerra Fría sólo tenía cuatro años, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas anunció que poseía arsenales de armas atómicas. En el 1952 se supo también que Gran Bretaña  era una potencia nuclear.

Durante ese período de la historia se produjeron batallas sangrientas, invasiones, golpes de Estado, rearme, asesinatos de líderes políticos, etcétera. Eso retardó la curación de las heridas que dejó la Segunda Guerra Mundial.

Vale decir que esas acciones violentas fueron azuzadas por las potencias dominantes, cada cual buscando su propio provecho.

En esta entrega reseñaré algunas de las variadas guerras de esa etapa del mundo:

Los registros históricos señalan como el primer enfrentamiento armado de la Guerra Fría el que se produjo en pueblos y campos de Grecia. Comenzó el 30 de marzo de 1946 y se prolongó por más de dos años.

Por un lado estaba el victorioso Ejército del gobierno de Grecia, apuntalado por los Estados Unidos, el Reino Unido y varios otros de sus aliados.

En la contraparte estaban los denominados Ejército Democrático Griego y el Frente Nacional de Liberación; ambos de tendencia comunista. Tenían el apoyo de soviéticos, albaneses y búlgaros.

Antes de que finalizara la referida guerra en la República Helénica, se desató en Malasia un conflicto armado que duró 12 años.

En ese país del sur de Asia, cuya geografía está dividida por las aguas del mar de la China Meridional, el gobierno pro occidental, con la ayuda directa del Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda, y de manera indirecta de los EE.UU., combatió contra el Ejército de Liberación Nacional Malayo, que era el brazo armado del Partido Comunista. Fue aupado y abastecido por la URSS.

Uno de los más mortíferos choques de la Guerra Fría se libró en la península de Corea. Rugieron las armas durante tres años (1950-1953). Millones de personas murieron o fueron heridas.

Allí estuvieron involucrados los dos grupos antagónicos en que se dividió el mundo al finalizar la Segunda Guerra Mundial.

Desde entonces esa península asiática, ubicada entre el mar del Japón y el mar Amarillo, quedó dividida en dos partes, que a esta fecha siguen técnicamente enfrentadas, pues lo que se firmó el 27 de julio de 1953 fue un armisticio, pero nunca han enterrado el hacha de la guerra.

Corea del Norte tiene el apoyo de China y Rusia. Esos países mueven los hilos del poder a través de la familia Kim.

Por su parte Corea del Sur responde a los intereses de los EE.UU., potencia que al día de hoy tiene decenas de miles de soldados en el referido país y un parque militar con armas de tecnología de punta.

Francia, junto a sus socios de los reinos de Camboya y Laos, con fuerte apoyo estadounidense, decidió revivir su antigua condición de metrópoli colonial en Indochina e invadió a Vietnam. Sufrió una humillante derrota en mayo de 1954, de parte de los combatientes de Vietnam del Norte, que tenían el apoyo de los chinos y de los soviéticos.

Ese hecho histórico se produjo en el pequeño pueblo de Dien Bien Phu y sus alrededores, en el noroeste vietnamita, caracterizado por su geografía formada por cerros y terracería.

Después, pero dentro de la misma Guerra Fría, los EE.UU. entraron de nuevo en conflicto con Vietnam, primero a través de sus socios de la parte sur de ese país, enfrentados con el norte que contaba con el apoyo de Rusia y China, y luego directamente con sus tropas, apoyadas, además, por un numeroso contingente de Canadá, Dinamarca, Alemania Occidental, Italia, Japón, Sudáfrica, Marruecos, Malasia y otros países.

El 30 de abril de 1975 los vietnamitas del norte volvieron a cantar victoria. Los estadounidenses y sus aliados salieron derrotados. Según cálculos conservadores esa guerra dejó más de tres millones de personas muertas, la mayoría civiles no combatientes.

Hay que concordar con el escritor dominicano Juan Bosch cuando escribió que:

“La guerra de Vietnam le dio a la región del Sudeste Asiático una notoriedad política y un relieve histórico que no había sido sospechado ni por los más connotados analistas de los acontecimientos mundiales ni por los más agudos observadores de los países de la región”. (Viaje a los antípodas. Obras Completas. Tomo VIII.P.341.Impresora Serigraf, 2009.Juan Bosch).

Siguiendo el recuento de algunas luchas armadas en el marco de la Guerra Fría es oportuno señalar que desde que se fundó el Estado de Israel en el 1948 (por decisión de la Organización de las Naciones Unidas) no han cesado las tensiones y enfrentamientos bélicos de ese país con árabes y palestinos.

En el 1967 dicha enemistad ancestral llegó a su punto más caliente al desatarse la llamada Guerra de los Seis Días, en la cual los israelitas (en su mayoría judíos asquenazíes y sefardíes) vencieron simultáneamente a varios países árabes y a milicias palestinas.

Quedó más que comprobado que en dicha contienda estaban participando por delegación tanto los EE.UU. (apoyando a Israel) como la URSS en favor de palestinos y árabes.

Seis años después, el 6 de octubre del 1973, ocurrió algo parecido a lo anterior cuando se inició la guerra del Yom Kippur, con Egipto y Siria atacando de sorpresa a Israel, y el victorioso contraataque de este en la península del Sinaí y los Altos de Golán, que se saldó con un acuerdo de paz 19 días después.

Vale resaltar aquí que contrario a lo que pasó en Grecia y en Malasia (donde los gobiernos apoyados por los EE.UU. y sus aliados triunfaron frente a sus contrarios), en la isla más grande del Caribe unos pocos combatientes encabezados por Fidel Castro, que zarparon en un pequeño yate de motor desde la costa marina de Veracruz, México, y desembarcaron de manera accidentada en el oriente de Cuba el 2 de diciembre de 1956, lograron vencer al dictador Fulgencio Batista, que en la madrugada del primero de enero de 1959 huyó hacia la ciudad de Santo Domingo, la capital de la República Dominicana.

En la próxima y última entrega de esta breve serie reseñaré otros conflictos armados, así como magnicidios e invasiones ocurridos durante la Guerra Fría.

teofilo lappot

teofilolappot@gmail.com